1.- EL QUE SOÑABA

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 Toca despertar, estar condenado a condenar, no sé ni quién soy en realidad, solo sé que el que me lleva, me dejará en lugares que desconozco para sentenciar una gente que ni sé si merece ser sentenciada, tampoco sé a dónde van solo sé que son los "elegidos". Les leeré la carta que el "aire" manda y desaparecen. Siento como si estuviera en mi cuerpo, pero no me siento vivo, sin embargo aquí estoy, existiendo y cumpliendo mi "propósito".

Me levanté de mi cama, me lavé la cara, y el "aire" me volvió a hablar. -Le mandarás este mensaje a Samuel, hijo de Ana y Cristian.- 

Respondí: -No haré lo que me mandas a hacer, no sé quién eres pero no soy un juguete.-

Nadie me contestó, otro día más que hablé hacia la nada. Ya ni veo mis recuerdos, solo el de los demás, esa es mi condena al leer sus mensajes; solo estoy para observar y mandar condena, no soy un ángel para sentenciar una gente ni soy quien para juzgar, no sé nada, estoy en la cúspide de la locura y lo único que me mantiene seguro, por no decir distraído, es cumplir con lo que el aire o mi mente dice, no sé ni qué ha pasado desde aquella vez que me dormí, solo el aire me despertó y me correspondió respirar, cumpliendo con estas abducciones extrañas, soy muy joven para ver cosas que ni espero ver. Si es que Dios existe, ¿Será que él me condenó a esto? No estoy listo para condenar gente, ni mandar los mensajes por los cuales ellos se irán. Aun con los miedos en mi corazón desconocido, tome toda la información de ese tal Samuel y prepare mis cosas para ir hasta la otra parte de mi país.

Bajé la cabeza, me duele en mi pecho, no recuerdo ni quien fui, sé que fui alguien, recuerdo que dormí antes de entrar en las pesadillas de los demás, solo eso, no sé si desperté o si sigo soñando, no quiero hacer esto, no puedo, solo soy una persona, común y corriente, se sentirá horrible ver como, por sus propios hechos, ellos se van, y lo peor de todo, es esa decisión estará en mis manos ... Después de pensar en todo eso, partí a cumplir lo mandado -Buena tarde joven Sebastián, hace mucho calor el día de hoy y la verdad no creo que haya agua potable esta vez en tu departamento. -No pasa nada Don Jorge, pronto me iré, esta es mi casa pero sabe que no me quedo durante mucho tiempo, soy de ir y venir a cada segundo, usted me conoce. -No solo porque te hable desde hace un par de días significa que ya nos conozcamos, nunca se acaba de conocer a una persona muchacho. Lo dicho con tanta sinceridad que me guarde mis palabras para no decirle que soy yo el que los terminará de conocer. En el viaje pensé en muchas cosas que me gustaría hacer, pero solo quedan en eso, en deseos, supongo que como ser humano me encantan deseos de hacer lo que me plazca, que me haga sentir bien lo que yo hago, lo que haré no me hará sentir bien, me lo aseguraron. No pedí hacer lo que me mandan, sin embargo aquí estoy, no creo ser el único, pues también miro a hombres y mujeres que tienen que trabajar arduamente, sin importar el costo algunas veces de su tiempo, sacrifican su tiempo de vida por un futuro , ser mejores, lo hacen con la fe de que el mañana será mejor. Yo no pedí ser el juez ni jurado, yo no soy el condenador de nadie, ni busco nada en contra de otras personas, solo llego aquí por desenfreno del destino. Y, no recuerdo bien, pero lo que más me punza en la mente, lo que me perturba siempre, Al llegar se solicita un olor agradable de tierra mojada, estaba a punto de llorar, nunca sabido presentarme y no sé si es realmente necesario, solo sé que debo preguntar por el tal Samuel en el edificio al que fui mandado "El nido" y recogerlo . 

Entré al lobby, y se sintió pesado el ambiente, supuse que era por lo nublado del clima y las negras nubes cargadas de agua que había fuera.

-Buenas tardes señorita, Vengo a recoger a Samuel- 

-¿Quién lo busca? - Respuesta de golpe la amargada.

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⏰ Last updated: May 26, 2021 ⏰

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EL MENSAJERO DEL JUICIO FINALWhere stories live. Discover now