XX. 𝐋𝐀 𝐃𝐄𝐂𝐋𝐀𝐑𝐀𝐂𝐈𝐎́𝐍 (FINAL)

243 22 28
                                    

Faltaba muy poco para que los chicos se graduaran de la secundaria. Les quedaban unos días de vacaciones y volverían a empezar las clases en septiembre. 

─Que no se terminen las vacaciones, por lo que más quieras, Dios, por favor─ dice Urabe, estirándose en el sillón─. Joder, me muero de calor.

─Estar echado en el sillón no te ayudará a combatir el calor─ le contesta Kishida─. ¿Por qué no mejor nos ayudas a limpiar?

─La casa de Kumi no se va a limpiar sola, ¿eh?─ le dice Nakayama.

─Pero así me va a dar más calor, dah.

─Está bien, por mí haz lo que quieras, pero le diré a Kumi que su mejor amigo no quiso limpiar su casa.

Kishida descubrió el punto débil de Urabe, decirle que Kumiko se va a sentir decepcionada si él no hace equis o ye cosa por ella.

─¿Puedo poner música de KOTOKO para limpiar?

─Vaya que te gusta esa cantante─ dice Nishio.

─Su música es muy buena, y su voz es hermosa, aunque en los coros de las canciones parece que cantara más de una mujer, jaja.

─Pues sus canciones son muy lindas, pero tus dos canciones favoritas son un poco... No sé, su letra habla de sufrimiento.

─En la época que moría por Kumi me encantaban, no sólo por la música, sino porque me identificaba con la letra, ahora solamente me gustan por la música y la voz de la cantante. Trato de no pensar en mi amor por Kumi.

─¿Aún sigues enamorado de ella?─ le pregunta Kishida.

─Un poco. Le dije que trataría de superarlo, pero es difícil.

─Te entendemos, amigo. No es fácil, pero ya sabes que puedes contar con nosotros para lo que sea, porque no sólo somos tus amigos, somos tus hermanos─ los tres sonríen.

─¡Ay, van a hacer que llore!─ se pasa el antebrazo por los ojos.

─Es la verdad, prácticamente somos todos hermanos. Nosotros, Kumi, Yoshiko, Nitta, Ichijo y Ai.

─Oigan, Ai está muy extraña. Todo el año ha estado muy seria, a veces no quería salir con nosotros, cuando salía apenas hablaba con monosílabos, muchas veces faltó. ¿Qué le pasa?─ pregunta Nishio.

─No sé, ¿acaso serán problemas familiares?─ sugiere Urabe.

─Puede ser, porque recuerden que dijo que tenía a una tía con cáncer...

─Oh... Pobre Ai, y vayan a saber si también tiene problemas con sus padres─ dice Nakayama.

─Recuerdo que siempre que teníamos trabajos en equipo, los hacíamos en nuestras casas, y nunca nos invitó a la suya─ añade Nishio.

─Tiene sentido. No la obligaremos a decirnos lo que le está pasando, ella nos lo dirá a su tiempo, pero supongamos que es por esto que está muy mal.

─Sí.

─Antes de hablar de Ai, quería decirles una cosa, y es que... ahora más que nunca siento gratitud y admiración por Kumi.

─Siempre la tuviste.

─Pero ahora más, porque me doy cuenta de que de no haber sido por ella, nosotros nunca hubiéramos sido amigos en primer lugar, ¿no les parece?

─Ahora que lo pienso, es verdad, porque nosotros dos en particular nos odiábamos, ¿lo recuerdas?─ le pregunta Kishida entre risas.

─Oh, sí, creo que fue cuando teníamos once años...

𝗠𝗜 𝗡𝗢𝗩𝗜𝗢 𝗘𝗦 𝗨𝗡 𝗩𝗔𝗠𝗣𝗜𝗥𝗢 ❱ 𝗖𝗧 ✔Where stories live. Discover now