Gracias, gracias, gracias

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Al rato, llegaron los chicos mientras estaba acostada en el sofá leyendo.

-Samala, ¿puedes venir?-escuché a Brian y aparté el ejemplar de Hamlet para verlo tendiéndome una mano.

La tomé y me llevó al jardín.

-Te he traido algo pero prefiero dártelo donde no nos vean los chicos.
-Pero si no es mi cumpleaños.-fruncí el ceño.
-Cuéntalo como...un regalo de bienvenida.-me dio una caja roja con un lazo dorado encima

Lo miré asombrada, quité la tapa y dejé el envoltorio en el suelo mientras procesaba que tenía entre mis manos una cámara Anny 35 SuperDeluxe, la más cara que había en ese momento en el mercado.

-Brian...-levanté los ojos sin saber qué decir-No...es muy cara.
-Tenía bastante ahorrado y...digamos que es una inversión.-se encogió de hombros-¿Te gusta?

Me lancé a abrazarlo.

-Muchísimas gracias. De verdad, no tenías que hacerlo.-me separé para mirar mi nueva cámara-Yo podría haber juntado el dinero necesario...
-Quería hacerlo, de verdad.-me interrumpió-Quiero que hagas lo que te gusta y que no lo dejes de lado por falta de dinero.

Me dolían las mejillas de sonreír. Lo volví a abrazar.

-Gracias gracias gracias.

Recogí la caja del suelo, metí la cámara en ella y estampé un beso en su mejilla antes de subir a mi habitación para dejar el mejor regalo del mundo allí.

Después de comer, fuimos al ensayo. Esta vez me senté en la caja negra donde metían los cables.

En un momento de una de las canciones, Mick se sento a mi lado y empezó a cantar como si me hablara, ante lo que yo reí. Keith lo estaba mirando sin dejar de sonreír pero cuando vi a Brian, parecía muy centrado en la canción.

Like a Rolling Stone [TERMINADA]Where stories live. Discover now