Pequeño Loto (Traducción)

Capitulo 2: Ternura

Hola!! les he traído una nueva actualización espero que la disfruten :)

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Pasó un mes desde que Jiang Cheng se enteró de su embarazo. Como se esperaba, Lan Xichen se quedó unos días en Lotus Pier después de haber recibido la carta, pasando mucho tiempo adorando a Jiang Cheng y enviándole sonrisas emocionadas que rivalizaban con el brillo y la calidez del sol. Jiang Cheng no podía hacer nada más que apartar su mirada de tal dicha, luchando contra su propia sonrisa.

Pero finalmente, Lan Xichen no pudo desviarse más de sus deberes y partió hacia Gusu con una gran reticencia.

"Escríbeme si necesitas algo", le dijo a Jiang Cheng, que permanecía en el borde del muelle. Sus manos estaban juntas, Lan Xichen pasó el pulgar sobre los nudillos de Jiang Cheng como si tratara de memorizar su forma.

"Lo haré." Jiang Cheng no tenía ni idea de lo que necesitaría que no podía mantener para sí mismo, y normalmente discutía cuán capaz era incluso si Lan Xichen no estaba allí para sostener su mano ... pero lo prometió si aliviaría la ansiedad de su pareja.

"Te visitaré cuando pueda. Al menos cada dos semanas. No, quizás debería intentarlo una vez a la semana."

"Eso es demasiado, Lan Huan. Además, sé que tienes los ojos en mí. Te vi hablando con mi mano derecha y el médico. A este ritmo, ni siquiera podré estornudar sin que se note".

Lan Xichen sonrió, como si nada más lo complaciera. "Bueno. Dame informes sobre cada uno de ellos, no dejes nada fuera".

Jiang Cheng se burló, pero una sonrisa suya le movió los labios... "Te burlas demasiado". Hace unos años, uno nunca hubiera podido convencerlo de que el brillante Zewu-Jun era tan juguetón. Era amable y abierto, pero también apropiado, el epítome de la excelencia de GusuLan. Las bromas no eran exactamente comunes para él. Y después del confuso caos de Wei Wuxian volviendo a la vida de Jiang Cheng, y el horrible final de Jin Guangyao para Lan Xichen, parecía que ninguno de los dos tenía muchas razones para enfrentar nada más que sus propias tinieblas, cada día haciéndolos olvidar un poco más como era sonreír.

Ahora tenían todas las razones para mirar hacia adelante con felicidad. ¿Quién lo habría pensado?

Lan Xichen besó su frente, su mejilla, sus labios. Mientras tanto, presionó una palma en el estómago de Jiang Cheng.

"Cuídate, los dos"

Después de que se fue, Jiang Cheng cumplió con su palabra y se encargó de enviar una carta a Lan Xichen una vez por semana, en todo caso para evitar que su pareja sea imprudente y realmente haga un viaje innecesario a Yunmeng-- y quizás no volver a Gusu nunca más.

Aparte de sus visitas al médico para chequeos, no cambió mucho su horario, y él se mantuvo ocupado con los deberes del líder de la secta y supervisando el entrenamiento de sus discípulos. Hoy en día, incluso estaba mejorando un poco acerca de cuidar de su territorio, y escuchar las preocupaciones de la gente de Yunmeng. No se equivoquen, todavía temblaron ante la perforación de sus ojos y hablaron con la urgencia de alguien que tuviera una espada en la garganta, pero todos vinieron de todos modos.

Fue extraño Jiang Cheng seguía haciendo los movimientos diarios de su día como siempre y, sin embargo, había muchas cosas diferentes. Su pecho se sentía ligero todo el tiempo, incluso cuando la semilla en su vientre se hizo más pesada. En momentos aleatorios del día, presionó una mano sobre su cintura, como asegurándose a sí mismo de que esto era real y no un sueño.

Habiendo criado a Jin Ling, Jiang Cheng tuvo alguna experiencia con la crianza. Y aunque amaba profundamente a su sobrino, al final del día, Jiang Cheng no había sido quien lo había llevado en su cuerpo, y no era un sustituto para su hermana y su marido. Esta fue la primera vez que Jiang Cheng experimentaría todo él mismo al hacer y cargar un bebé, al ser su padre. En partes iguales era aterrador y emocionante.

Bueno, quizás un poco más aterrador. tanto personalmente como desde una perspectiva externa. Jiang Cheng no era sordo ni ciego; sabía bien que todos lo conocían como alguien poderoso y despiadado. Como deberían. Jiang Cheng había trabajado duro para construir tal reputación para que nadie pudiera cuestionar la fuerza y la durabilidad de la Secta Jiang que él había restablecido con sus propias manos. Teniendo el temperamento de su madre por encima de su propia amargura que creció durante años, no fue difícil lograr su rostro público actual.

Así que sabía que habría algunos que se sorprenderían si descubrían que estaba embarazado, que sería la madre de un niño. En todo caso, se preguntarían por qué Lan Xichen no era el que llevaba el bebé. No es que las razones de nada de esto fuera de su incumbencia, pero era obvio, mientras que Lan Xichen era una suave brisa primaveral y un sol blanco cegador, Jiang Cheng era furiosas tormentas de verano y montañas irregulares. Era piedra dura y acero inflexible, sin espacio para ser flexible.

Y sin embargo ... Cuatro semanas después de recibir la noticia, Jiang Cheng se despertó una mañana que supuestamente era como cualquier otra. Mientras se vestía, se dio cuenta de que su estómago no estaba tan definido como antes.

Justo debajo de su ombligo, se había formado una protuberancia redonda.

Era pequeño, apenas lo suficiente como para justificar una segunda mirada, pero el corazón de Jiang Cheng latía un poco más rápido mientras giraba de un lado a otro frente a su espejo, obsesionado con el pequeño bulto. Mirando más de cerca a sí mismo, Jiang Cheng notó otras diferencias sutiles a su cuerpo -- su pecho parecía un poco hinchado, y su mandíbula parecía ligeramente menos definida. Nadie notaría estas cosas a menos que lo buscaran, pero Jiang Cheng podría verlo -- el despiadado Sandu Shengshou estaba perdiendo sus bordes afilados y se volvía más suave.

Con el corazón todavía latiendo, Jiang Cheng pasó la punta de los dedos sobre la pequeña pendiente, pensando en la vida que se estaba formando allí, creciendo un poco más cada día.

"... Realmente estás allí", dijo Jiang Cheng, un poco incrédulo. Sus ojos se encontraron con los de su reflejo, y pensó en pararse frente a este espejo en unos pocos meses, la pequeña pendiente se convirtió en una colina alta y redonda. Una breve risa lo abandonó, incrédulo pero dichoso.

Jiang Cheng terminó de prepararse e inmediatamente fue a su estudio a buscar papel y tinta. Comenzó a escribir, incapaz de esperar para contarle a su pareja sobre su descubrimiento esa mañana.

Cuando un discípulo pasó y estaba a punto de saludarlo, solo pudo mirar con desconcierto la suave sonrisa que le había quitado el ceño fruncido a su líder de secta.

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Nos vemos en el próximo capitulo de esta bella historia ^^