Asesinato en la Gala de Arte

-Martínez, les presento al señor Ambrosio Castemare, que considero que será una promesa para el arte en España para los próximos años. Si el talento y el tiempo aún lo disponen. Y a su manejador de contratos Javier Díaz, del cual ya he tenido el gusto de trabajar anteriormente en algunas ocasiones. .

Ambrosio que se encontraba estrechando la mano de Martínez. Se atrajo a dirigirse a las mesas en busca de una copa de champan para el y para Díaz, anticipándose para un posible brindis.

Luego de volver; brindaron sin más. Escuchando las predicciones de Lorenzo donde relataba la forma en que sería cuándo empezarán a llegar a la galería personajes venidos de distintos partes del planeta, para ofrecer cada vez mayores sumas de dinero por las pinturas. Mientras tanto, Ambrosio se dedicaba a asentir sin demasiado entusiasmo. Y Díaz, que al parecer por su rostro se encontraba de mal humor se afanaba de únicamente de disfrutar de su trago hasta que después de unos minutos estando ya mareado Ambrosio se ofreció para ayudarlo a subir por la escalinata de mármol que conducía a la oficina del segundo piso.

Al rato, Lorenzo también se ausento alegando (luego de contestar su celular con un semblante preocupado) que al parecer, su socio lo requería para discutir un asunto de negocios.

Revisando el tiempo en su reloj, ya había pasado más de media hora en que Lorenzo se había ido. Y al parecer no mostraba señales de volver. Martínez, aburrido he impulsado por una curiosidad maliciosa, ya se encontraba subiendo por la escalinata que conectaba con el segundo piso. Cuando de repente se topo con la figura de Ambrosio apoyado contra el marco de la puerta.

-Inspector, si busca usted a Lorenzo puede que este no sea el mejor momento, pues se encuentra resolviendo unos asuntos pendientes con Díaz; mejor deje que lo acompañe de vuelta al salón. –enfatizó Ambrosio al verlo.

No acababa de hablar cerrando la puerta tras de si, cuando claramente se escucho algo romperse en la habitación.

-Creo..que deberíamos mejor preguntar si tod...

-No creo que haya necesidad.-Se apresuró a interrumpir. -Seguramente no es nada. Además. por lo que lo conozco de Díaz, es de los que siempre por descuido pasan a llevar algo cuando están ebrios. Y aún más importante creo.. es no hacer esperar por más tiempo al público, por el discurso que corresponde hacer. ¿No le parece?.

Este se dio en el salón. Fue elocuente y preciso, dando al final las gracias a la gente por compartir con él esta noche que era tan importante para su carrera. Dirigiéndose en particular a Díaz con la expectativa, que ya habría regresado o que recibiría alguna respuesta de su parte. De todas formas, al bajar saco su celular para volverlo a intentar...pero nada.

Aunque, cabe destacar en esta historia; que nadie espero lo que pasaría a continuación. Cuando el grito ahogado y afligido de una mujer resonó haciendo eco en todo el lugar. Desquebrajando el sueño que había significado para todos la celebración hasta ese momento. Paralizados por el miedo, al unisonó girándose desde sus puestos vieron hacía arriba unos pies ondulantes que se balanceaban al son del vació, dando inicio al frenesí para aquellos que desafortunadamente sin que lo supieran ya formaban parte de ese desagradable lienzo.

Fueron necesarios algunos minutos para tratar de calmar la exaltación de la gente en cooperación de la mayoría del personal de seguridad, los restantes en compañía del Inspector Martínez y Ambrosio a su lado; subieron lo más rápido posible al segundo piso derribando la puerta para observar lo ocurrido.

Al abrir, para su sorpresa. Todas las miradas se centraron en lo que claramente era el cuerpo del mecenas Lorenzo Velázquez. Que yacía ya muerto, rodeado por un charco de su propia sangre con el puñal homicida, aún enterrado en su espalda. Cerca suyo. Trozos de porcelana se encontraban esparcidos por el piso Y como último detalle, una soga que amarrada del balcón y del cuello de Díaz su cuerpo termino lanzado a la oscuridad del vacío.