"LA MARCA - SEGUNDA TEMPORADA"

Capítulo 38: "La batalla: Un poder inesperado"

¿Qué sucede?, dijeron las mujeres acercándose al lugar donde estaban los demás habitantes de su planeta, entre ellos el rey.

Tal vez debimos quedarnos, dijo el rey Ouji.

Sí, no debí hacerle caso a mi hijo, acoto Bardock.

Gokú está seguro que con los que se quedaron pueden dar una gran batalla y ganarla, por eso nos pidió que no nos quedáramos, además míralos, están dando una gran batalla, decía Raditz.

Cierto, Milka es muy fuerte, dijo el príncipe Table.

Si, tiene un gran poder, dijo Bardock, mientras Gine asentía al ver que el pequeño cuerpecito de su nieta irradiaba energía.

Es increíble, añadió el abuelo Gohan.

Espacio:

Maldita chiquilla, no te entrometas, esta pelea solo es entre ella y yo, decía Jerez furiosa lanzándole una especie de rayo de luz a la pequeña niña.

Millllllllkaaaaaaaaa, gritaba desesperada la pelinegra al ver aproximarse el haz de luz hacia el cuerpo de su hija.

Milkaaaaaa, dijeron Gohan y Goten a la vez, haciendo que Gokú, Vegueta y Jiren, posaran su mirada hacia el lugar donde antes habían visto a la pequeña niña.

De pronto un destello increíble ilumino el lugar, y el haz de Jerez salió desviado hacia el espacio.

¿Qué fue eso?, dijo Trunks sorprendido.

Fue la niña, respondió el hombre que luchaba contra él.

Milka, dijo Gokú atónito al ver a su pequeña niña, con el cabello rubio y ojos azulados, rodeada de una intensa energía.

Ya te he dicho que no te desconcentres, escucho Gokú, mientras el hombre cara de réptil le lanzaba un haz de luz que el apuesto hombre de cabello alborotado logro evitar.

Esa chiquilla es sorprendente, dijo Hit sonriendo, haciendo una pausa para decir: Luego de que acabe contigo, la enfrentare, total, tengo suficiente tiempo.

Tú, no me ganaras, respondió Jiren.

¿En verdad lo crees?, dijo Hit con una sonrisa de lado.

Ya pude ver tú técnica, y está vez no volveré a permitir que me engañes, acoto Jiren.

Mientras Hit y Jiren peleaban, Vegueta sostenía una batalla con otro poderoso guerrero.

Tú no eres mejor que Dyspo, decía el hombre mientras se lanzaba al ataque hacia el hombre de cabello de flama.

Claro que lo soy, respondió Vegueta.

La lucha de poderes se incrementaban cada segundo, el combate era tan fuerte que cada golpe entre ellos era capaz de estremecer los planetas que estaban alrededor del lugar donde se estaba llevando a cabo las batallas.

No te metas chiquilla, decía furiosa Jerez, mientras peleaba contra la pequeña Milka.

Hija, déjame combatir con ella, no te preocupes, respondió Milk.

Pero mami, decía Milka.

Milka, decía Milk.

Está bien mami, respondió la pequeña niña con resignación.

Una vez que haga polvo a tú madre, vuelvo por ti, dijo Jerez riendo, al tiempo que uno de sus guerreros se paraba frente a la niña.

¿Qué quiere?, decía Milka que aún tenía el cabello rubio y ojos azules.

Luchar contigo, parece que tienes habilidades, dijo el hombre, mientras se lanzaba contra la pequeña niña pelinegra.

Ahora sí, a luchar, dijo Jerez, mientras la pelinegra se lanzaba contra ella.