ELENA | Mi Vida Contigo (pausada)

Nos Vemos Mañana... Ana.

La profesora Bennett en primera hora. Bien.
Entré a clase y ya estaba la mujer con el pelo azabache dentro. Iba a saludarla para intentar ser cordial pero me di cuenta que estaba leyendo un libro. Es más, estaba absorta en el, y de repente, sin saber muy bien porque, tuve ganas de recorrer las mismas paginas que ella, de leer las mismas letras que leían sus ojos.

Joder Ana, ¿pero que demonios te pasa?

Intenté ver el libro que estaba leyendo. Era un libro de poesía de Bécquer, dejando más que claro que se trataba de una mujer de clásicos.

La clase fluyó con normalidad. Todos, sin excepción, entregamos el ensayo y nos contó algo de teoría, lo cual me obligó a tomar demasiados apuntes. Mi mano se quería morir, sin duda alguna.

- Carter. - si algo empecé a odiar rápido de ella fue ese tono seguro y arrogante que tenía, aunque verla fuese un disfrute para la vista.

- Profesora.- respondí. Nuestros ojos coincidieron, pero por mucho que lo intenté no pude mantenerle la mirada y los alumnos fueron saliendo de clase hasta que me quedé con ella a solas.

- He leído tu ensayo. Esta realmente bien, la cual cosa sinceramente no esperaba después de ver la actitud que tuviste ayer.

- Lo sé. - Y volví a mirarla a los ojos. Esta vez no tenía intención de ceder. Y creo que fue en ese momento en el que supe que aún que esos ojos me quemaran yo seguiría queriendo mirarlos, una y otra vez.

- Que modesta Carter. - dijo con una sonrisa de autosuficiencia, sin desviar la mirada.

- Demasiado - me mostré impasible frente a ella. Cierto era que esa mujer me ponía nerviosa, pero no iba a permitir que me manipulase como a un títere cualquiera.

Entonces se acercó a mi, demasiado cerca. Me miró a los ojos y luego me pareció que bajó su mirada a mis labios.

- Hasta mañana, Carter. - Y sí, después de esas tres palabras se retiró del aula dejándome con la palabra en la boca y con un lío mental que ni yo me aclaraba.

Ay dios mío, ¿Qué coño acababa de pasar?

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Al día siguiente no sabía ni como mirarla. Esa mujer me parecía día a día mas atractiva, pero imagino que como a todos los hombres de la clase. Era imposible no fijarse en ella, y más ese día, que llevaba una falda negra muy apretada. Ella sabía que tenía un cuerpo de infarto. Claro que lo sabía, y jugaba con ello.

- Oye Ana, no la mires tanto que la desgastas...

- ¿Pero que dices Marina? No la miro tanto...

- Tía no me jodas... Que lleva solo tres días aquí y ya te tiene loca...apuesto a que ya te sabes todas sus curvas de memoria...y a juzgar por donde mirabas ahora, debes tener ya un doctorado en su trasero..- dijo riéndose bajito, para que la profesora no la escuchase.

- Anda cállate, no digas estupideces...- dije sonriendo por su ocurrencia. ¿Por qué que podía hacer sino? Cierto era que esa mujer me traía un poco loca...

- Oye Ana, ¿y Paul? Esta noche estará en el Malibú... - dijo refiriéndose al night-club donde solíamos ir.

- Lo se... - en ese momento Paul ocupó toda mi atención. Se sentaba dos mesas después de la mía y no pude evitar sonreír como una tonta al mirarlo.

- ¡Esta noche te lo tiras Ana! - Dijo Lisa, otra de mis amigas, levantando la voz mas de lo debido.

- ¿Qué demonios esta pasando allí atrás? ¿Queréis traerme para mañana otro ensayo? - nos llamó la atención algo molesta la profesora.

- Lo sentimos profesora Bennett... - me aventuré a decir, ya que mis amigas se habían quedado mudas de repente.

- Con que otra vez tu Carter. Tu impertinencia empieza a cansarme un poco...

Marina tuvo que cogerme de la muñeca para intentar calmarme al ver que apretaba los puños con fuerza.

No dijo nada mas, yo tampoco. Lo último que quería era mas trabajo extra... Esa noche iba a pasármelo bien con Paul, y ni la modelo esta me lo iba a impedir.

La clase finalizó pasados unos minutos y los compañeros empezaron a salir. Todos menos Marina y Lisa que querían esperarme pero las miré y asentí dando a entender que podían irse mientras yo acababa de recoger mis cosas.

- Carter.

Otra vez...

- Bennett. -No se de donde saqué las fuerzas para contestarla de ese modo.

- Yo procuraría cuidar de mis modales. Es PROFESORA Bennett, que no se te olvide.

Respira hondo Ana...respira...

- Además, que yo te he llamado para hacerte un favor, nada mas... - ¿Qué quería decir con eso?

- ¿Qué favor?

- Solo avisarte de que si sigues mirando mi trasero en clase, tus compañeros pueden empezar a sospechar de que no eres tan heterosexual como dices ser... - dijo segura de si misma sin siquiera mirarme.

- ¿Pe-perdone?

- Lo que oyes...intenta ser un poco mas sutil la próxima vez...

¿Pero que coño le pasaba a esa? Tenía ganas de gritarle de todo, de ponerla verde. Era una arrogante y por culpa de eso mis mejillas estaban encendidas, tanto por la vergüenza como por la rabia. Ya se iba a ir de clase cuando decidí que eso no podía acabar allí.

- Profesora se lo tiene usted muy creído ¿no cree? - comenté intentando aparentar una autosuficiencia y una seguridad que no tenía.

Alzó sus cejas. Creo que si algo no esperaba era que yo contestara a eso. Y claro que estaba nerviosa pero respiré e intenté controlar la situación. Todo sin mirarla a los ojos claro, porque una vez los miraba me era imposible no perderme.

- Te veo mañana... Ana...-Dijo sonriendo para después retirarse.

Perfecto, ahora si que yo tenía cara de idiota. Me había llamado por mi nombre, y joder, nunca antes me había gustado tanto. Lo curioso es que yo seguía sin saber el suyo. Y no era justo, eso se iba a arreglar en algún momento. Pero ya era tarde y no tenía tiempo para pensar en la profesora. Ahora Paul tenía que ocupar todo mi pensamiento.