6.-Sueño de advertencia.

1 0 0
                                    

                                                                                                                         Fernanda.

Me encuentro en un bosque, pero este está completamente quemado, el pasto son cenizas y los arboles están chamuscados, es como si hubiera una terrible explosión que arrasara con todo, no hay rastros de vida, grito una y otra vez pero nadie me responde, no se oye el sonido de pisadas, ni de algún animal, es como si estuviera completamente sola en medio de este bosque hecho cenizas (¿Qué está ocurriendo? ¿Será que mi propia mente está jugando conmigo? ¿O en definitiva esto si es real? Lo dudo, porque no hace mucho estuve con mis amigos enfrentando a uno de los titanes que Morgan mando para asesinarnos, que extraño que de un momento a otro, esto se tornara gris y ellos hayan desaparecido sin explicación alguna, esto es bastante sospechoso ¿Será producto de Morgan acaso?).

-¡Aldo, Yeoshua, Xania, German! ¡Alguien! ¡¿Me oyen?!-gritoneo por todas partes buscándolos o esperando alguna señal de vida, pues inclusive los árboles y el pasto están muertos, es como si nada existiera y lo poco que existe esta muerto -¡chicos!-(persisto, pero vuelvo a obtener el mismo resultado... un rotundo silencio absoluto).

Sigo caminado, el sol que era insoportable por los rayos de luz que producía desapareció sin haberme percatado de eso, y ahora surgió la luna con sus acompañantes las estrellas alrededor suyo (como siempre) continuo caminando recorriendo aún más el campo muerto (un momento, ya por este lugar pase ¿Qué demonios está ocurriendo?) este campo me sigue trayendo al lugar por donde comencé, aunque tome diferentes caminos, (izquierda, derecha, diagonal) el resultado es siempre lo mismo (tal vez esto es obra de Morgan... si, es lo más seguro).

-¡¿Te estas divirtiendo?! ¡¿Por qué no me dejas tener mis propios sueños?!-le digo muy molesta al ver que está jugando conmigo (yo quien soy la princesa, soy de la realza, hija de Draco, rey de los demonios y gobernante también de Akora, esto sin duda alguna es una falta de respeto para mi persona y no me importa que sea el rey Morgan, esto no me tiene nada de gracia en verdad).

En eso, de forma inesperada, una ola de ventisca gigantesca ataca llevándose todo a su paso (incluyendo los arboles moribundos y las cenizas que abundaban el bosque muerto, ahora caen en el suelo hojas de árboles en otoño de diferentes colores, el ambiente ya es un poco más tranquilo, pero aun no sale el sol, la noche sigue siendo la reina del lugar (aún sigue dentro de mis sueños, lo más seguro es que me quiere sacar cosas de Aldo y el resto de los muchachos, pero me negare rotundamente en proporcionarle dichos datos que afecten a los chicos). Se crea un remolino enorme como el remolino del cuento de "El mago de Oz" arrastrándome y queriéndome devorar, por mi parte me agarro fuertemente de uno de los arboles rostizados que sobrevivieron a la primera ventisca pero para mí mala suerte, el árbol está tan débil que no soporta la fuerza y sus raíces se destrozan fácilmente logrando así llevarme hacia la boca del remolino sin problema alguno (maldición, ya me fregué).

Una vez dentro del remolino, éste, empezó a darme vueltas de forma consecutiva mareándome y de este modo no poder reaccionar ante tanto movimiento que genera el remolino, la corriente de aire es tan fuerte que mis pulmones no tienen la capacidad de poder respirar un aire tan potente como este, quiero hacer algo al respecto, pero mi cerebro no coordina con mis extremidades para poder escapar (vamos Fernanda ¡haz algo rápido! Ya casi ni puedes respirar) el aire se comprime provocando que mi corazón se acelere con tanta rapidez que en cualquier momento me dará un paro cardiaco (vaya forma de morir sin duda) es solo cuestión de tiempo para que eso suceda.

Después de tanto tiempo dentro y sintiendo mi corazón en la garganta de lo fuerte que se estremecía, el remolino se detuvo al fin logrando respirar de nueva cuenta de forma tranquila y mi corazón se calmó al fin, como en un instante el remolino se detuvo, me fui para abajo, cayéndome a velocidades impresionantes que un ser humano promedio no soportaría en lo absoluto. Es tanta la velocidad que no puedo reaccionar tan fácilmente para crear el cuervo y poder volar y justamente cuando estuve a un metro del suelo, aparece montones de pajas que amortiguan mi caída, evitando mi muerte instantánea.

Héroes: Rebelión (2 de 5)Where stories live. Discover now