Human-Doll; frerard.

Parte Cuatro

¿Los humanos pensarán esto?

¿Por qué no hacen algo para evitarlo?

Creo que tengo la respuesta a esto, porque yo mismo lo estoy experimentando.

Es más fácil dejarse caer que luchar por algo diferente.

Y está bien, puedo seguir con eso.

Oh, ingenua resignación.

Mis parpados caen y ocultan mis ojos tras ellos. Nuevas lágrimas empapan mis mejillas y parte de mi barbilla. Siento sutilmente como la humedad resbala por mi piel sin miramientos. Suspiro inconscientemente y el sonido de algo diferente, llega hasta a mí. Pienso de inmediato que debe de ser Adham pero no me nuevo de mi lugar. Como vengo diciendo desde el comienzo, no tengo ganas de nada.

Hace algunos días supe por donde entra mi nuevo compañero.

Hay una pequeña ventana alta en el fondo de este laboratorio, lo suficiente grande para que una persona entre por ahí. No tiene seguridad y nada que impida la entrada a alguien. Al principio me sorprendió y hasta asustó este hecho, porque alguien más que no fuera Adham podría entrar por ahí con malas intenciones, pero Adham me informó que siempre él se ocupaba de ocultar muy bien aquella ventana cada vez que se marchaba y eso, logró tranquilizarme sólo un poco. Igual ¿Quién querría entrar en una lúgubre tienda de magia? ¿Y para qué?

Vuelvo a escuchar otro ruido en el fondo y abro mis ojos con lentitud, tratando de visualizar al minino negro de ojos extraños entre la oscuridad. Sé que pasan de las 12 de la noche y que Adham debe ya ser un gatito negro y que si no ha venido antes es por eso, porque desde la última vez que vino como un humano, no me lo tomé muy bien, porque realmente los humanos me ponen realmente nervioso. Llegamos en un mudo acuerdo de que no quería tratar con un humano en estos momentos y creo que él lo comprendió bien.

Un quejido se deja escuchar y un ruido ensordecedor se extiende en el silencio del lugar.

Algo andaba mal.

Inmediatamente me alarmé, me levanté del suelo y alerté a mis oídos.

Miro a todos lados, sabiendo perfectamente que es inútil que lo haga puesto que esta terriblemente oscuro. Doy unos cuantos pasos hacia delante, palpando cosas con la yema de mis dedos, buscando ubicarme en la espesa densidad del ambiente. Calmo mi respiración agitada y no hago ruido, quedándome quieto en mi lugar. Hay un silencio bastante extraño, que nada más se deja escuchar el pequeño nítido sonido de las gotas de lluvia caer.

Siento algo diferente enfrente de mí.

Una presencia.

Definitivamente me quedo helado en mi lugar.

Tal vez puede que sea Adham, pero no estoy seguro. Él jamás llegaría así de silencioso y haciendo otro tipos de ruidos al entrar. Es extraño, diferente. Un cálido aliento llega a estremecer todos los vellos que componen mi cuerpo. Me estremezco con temor y escucho claramente el sonido de unos pequeños truenos retumbando en el cielo, en el exterior.

Y un relámpago ilumina el interior del lugar, alumbrando un par de grandes ojos avellanas justamente enfrente de los míos.

Y todo ocurre muy rápido.

Dos exclamaciones se escuchan.

Ambos nos alejamos de inmediato, en el momento en el que yo corro hacia la puerta del laboratorio, buscando el interruptor de la luz. Y maldición, no lo encuentro en la oscuridad del ambiente. Me desespero. Nuevas lágrimas salen de mis ojos mientras me recargo en la pared más próxima, tratando de fundirme con ella. Agacho mi cabeza, dejando que mis cabellos negros cubran por completo mi rostro mientras sollozo con miedo.