1. Primera página

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No alcancé a terminar de darme ánimos mentales cuando di un respingo al sentir como el joven de camisa amarilla abría la puerta de par en par. Traté de acomodar la montura de mis lentes para disimular mi susto.

—Nicolás, adelante —indicó con una sonrisa, se alejó de la puerta y se fue a sentar a su lugar, no sin antes levantar su puño en señal de apoyo.

Me levanté sintiéndome muy tieso por los nervios, traté de caminar lo menos torpe posible y entré por la puerta bajo la atenta y divertida mirada de quién fue el primero en recibirme. Al atravesar el marco vislumbré una sala enorme, en la cual se encontraban dos impresoras gigantes en una esquina, toda la pared se componía de una librería llena de colecciones de libros que, asumía, eran de la misma editorial y, lo más importante, es que solo había dos personas en esa sala, sin embargo, existían cinco escritorios con computadoras.

Supe que había tomado la decisión correcta de venir con un color llamativo en el cabello cuando la persona que me estaba recibiendo de pie poseía un atrevido rojo en su pelo corto, me miraba con una sonrisa maternal como si supiera que estaba encandilado con todo lo que estaba observando. Envidiaba su confianza al vestirse con un conjunto absolutamente genial y elegante, casi salida de una revista de mujeres poderosas.

—¿Nicolás? Mi nombre es Scarlett, soy la jefa de producción gráfica de Serendipia —saludó tendiendo su mano.

—Sí, ese soy yo —contesté aceptando su mano con nerviosismo—. Vine por la entrevista por el puesto de diagramador.

Al soltar mi mano alisó su holgada blusa blanca la cual se encontraba dentro de su falda roja y se sentó en el escritorio frente a mí. Debía estar en sus treinta y tantos años, para tener un puesto de jefatura se veía muy joven, por alguna razón me sentía algo intimidado frente a la entusiasmada mirada de la persona frente a mí.

—Adelante, toma asiento —invitó con su mano—. Te ves algo tenso. ¿Primera entrevista?

—Tercera —respondí al sentarme.

—Oh, ¿somos tu tercera opción? —preguntó con amabilidad.

¡No! No... eso suena terrible para una primera impresión.

—La verdad son la primera, pero las otras me dieron fechas antes.

—Buena respuesta —aceptó mientras levantaba unos papeles y comenzaba a hojearlos—. Nicolás Rouge, 23 años, diseñador gráfico titulado, cero experiencia.

C.e.r.o E.x.p.e.r.i.e.n.c.i.a.

Sí, esa es la maldita razón por la que las otras editoriales no les interesó tenerme en su equipo. Buscan a gente experimentada, la paradoja está en: ¿Cómo tener experiencia si no te contratan?

Necesitaba una jodida oportunidad.   

—Sí, lo sé, pero eso no significa que no sepa diseño editorial. He diagramado unos cuantos libros, lo puse en mi...

—En tu portafolio, lo sé. Lo revisamos —comentó con una sonrisa—. Seré honesta contigo, Nicolás, nuestra editorial tampoco es de las que se caracteriza por contratar gente sin experiencia, por lo general aceptamos practicantes para instruirlos y luego que ellos vuelvan a trabajar aquí. Somos una empresa familiar, no porque legítimamente tenemos la misma sangre, sino porque compartimos el mismo espíritu e ideales, los cuales nos hacen esforzamos en crear libros excepcionales. Para eso necesitamos a gente que sepa lo que hace.

—Woah, eso... eso suena muy místico y estudiado. ¿Le dices eso a cada persona que viene aquí por una entrevista? —pregunté con diversión, para luego arrepentirme de mi imprudencia.

Serendipia editorialWhere stories live. Discover now