『RYAN REYNOLDS EN WATTPAD』

「０２４」

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PLAYA Y TESSA
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Después de la reunión familiar, Carmen junto con su hijo se fue de vacaciones. Ryan le dijo que podía irse todo el tiempo que necesitara para convivir con Carlo, así que en la residencia Reynolds la presencia de la castaña no estaría durante un largo mes.

Pero la sensación de que él no estuviera con sus propios hijos no se iba. Por lo que decidió ir a visitarlos a casa de sus ex suegros. Blake empezó a vivir con sus padres, pues la casa quedaba más alejada de la ciudad y de esa manera podía tener un poco más de privacidad en cuanto el tema de los medios de comunicación.

No iría solo después de todo. Tom y Tessa lo acompañaron en el viaje que duraba un par de horas en automóvil.

En el camino Ryan conducía mientras que Tom estaba sentado en el asiento de copiloto. Tenía sus pies encima del asiento de manera que sus piernas quedaran pegadas a su pecho. Se entretuvo mirando el paisaje y viendo como Tessa sacaba su cabeza por la ventada de la parte trasera del auto.

Para el mayor fue muy difícil imaginar cómo sería presentarle Tom a su familia. El castaño después de todo era una especie de amigo, pero era verdad que él comenzó a desarrollar sentimientos. Lo que menos quería era que una especie de discusión se formara en casa de los padres de Blake.

No obstante, una vez que llegaron todo fue lo contrario. Sus ex suegros le dieron una calurosa bienvenida. Blake abrazó al castaño de una manera tan sorpresiva e increíblemente fuerte que casi lo deja sin aire. Lo escaneo de pies a cabeza y lo alagó por su vestimenta, su forma de peinarse el cabello y por su aspecto físico.

Blake le pidió al menor que cuidara de sus hijos en lo que ella y Ryan hablaban en privado. Lo llevo hasta el patio trasero en donde sus pequeños hijos jugaban en una pequeña caja de arena para niños. Tom y Tessa se encargaron de cuidar, o más bien jugar, con sus hijos en lo que la ex pareja tenía una plática de adultos dentro de la casa.

Mientras que los pequeños, incluyendo a Tom, estaban bajo la supervisión de Tessa. Ryan y Blake los vigilaban desde la cocina, pues ahí había una puerta de cristal que dejaba ver todo el patio.

—No sé por lo que tuviste que pasar estos meses, pero tus hijos te necesitan. No quiero explicaciones ni mucho menos disculpas. Lo que quiero es que seas un padre —ella no le grito ni se enfadó. Le tomo de la mano y se lo pidió desde lo más profundo de su corazón.

—Carmen tomó vacaciones y Tom se está quedando a vivir conmigo. ¿Está bien si los fines de semana los niños puedan estar con nosotros? —le preocupaba que Blake viera mal el hecho de que dos hombres cuidaran a sus hijos.

—¿Tom es tu pareja?

—No, no lo es.

—¿Y que estas esperando? —preguntó levantando los brazos y elevando su voz—. El chico es muy lindo, agradable y ya te soporto tanto como para poder convivir mucho tiempo contigo bajo el mismo techo.

—¿Estás diciendo que sabes que me gustan los hombres? —preguntaba sorprendido.

—Era solo una sospecha, pero ya lo confirmaste, tontito. Pero si, ustedes harían una bonita pareja. Y estoy más tranquila que Spiderman cuide de mis hijos cuando yo no estoy.

—Pero yo también estaré ahí.

—Exactamente por eso —le sonrió. Sirvió un vaso con jugo de naranja y se lo llevo a Tom, dejando solo a Ryan.

Después de pasar un tiempo juntos y de hablar acerca de cómo se iban a dividir el tiempo para estar con los niños se fueron de ahí para regresar a su casa antes de que fuera muy noche.

Cuando estaban de camino Ryan condujo por un atajo por donde la carretera estaba cerca de las orillas de una playa. Al ver como los ojitos de Tom se abrían demasiado al notar eso, fue que se le ocurrió que tal vez no sería mala idea detenerse un poco de tiempo para que tuvieran un paseo por la playa justo cuando el sol se ocultara.

Ellos dejaron a Tessa correr por todos lados jugando en la orilla. Corría a gran velocidad emocionándose con el agua. Sus patas se mojaban y de vez en cuando se resbalaba y caía pero se levantaba en cuestión de segundos.

Ryan cargaba los zapatos de Tom para que este pudiera caminar descalzo por la arena.

—Gracias... —susurró el castaño.

—¿Gracias por qué?

—Por hacer que ahora mi vida sea más feliz. No sé qué haría sin ti —detuvo su caminar y agarró su mano. Sus dedos acariciaban la palma de su mano. Él bajo su mirada y se encontró con que el castaño había subido un poco su rostro y sus mejillas se tornaron un poco rosadas. Si Ryan se agachaba un poco más seria capaz de darle un beso.

Y si, un beso es lo que hubiese sucedido si no fuera porque Tom vio como Tessa había empezado a enterrar bajo la arena a un hombre que al parecer se quedó dormido mientras tomaba el sol.

—¡No hagas eso! —le gritó y fue tras de ella.

—Su felicidad es por mí, no por él —susurró mientras veía al castaño perseguir a Tessa.

Reedus / 19 de julio del 2019

Solo faltan cinco capítulos más para el final. 💖

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