Capítulo 1

39 2 0
                                    

- "Yu-chan."

- "¡Yu-chan!"

En un principio, la voz empezó como un susurro pero a medida que pasaba el tiempo, se hacía cada vez más insistente.

- "¡¡Yu-chan"!!

Yuichiro abrió los ojos. Entre soñoliento y desubicado, poco a poco empezó vislumbrar el panorama que tenía delante. En frente suyo, había un chico de cabello rubio con ojos azules color zafiro. Inconfundibles y difíciles de olvidar. El chico le estaba zarandeando, instando a que se despertara. No lo hacía bruscamente, era más bien como si le arrullara. Así, normal que su amigo no diera levantado. 

Saliendo de su ensoñamiento, Yuichiro escuchó que el chico rubio le decía:

- "YU-CHAN, por fin, te despiertas!! Te habías quedado dormido mientras te hablaba!"- Lo miró con cara de indignación.- "¿Soy tan aburrido?"

Volviendo en si, Yu se acordó de lo que pasó. El día anterior había estado jugando con el resto de chicos del orfanato todo el rato, su amigo ahora presente, incluido.Fue agotador. Además llevaba unas noches mal durmiendo porque a hurtadillas se ponía a leer un libro que se encontró por casualidad en una de las salas del recinto. No sabía de quien era, ni tampoco le importaba. Seguramente se le abría caído a alguno de sus cuidadores mientras atendían al resto de niños del orfanato; aún así tampoco no hizo ni el más mínimo esfuerzo en preguntar a nadie. El libro le llamó la atención. Trataba sobre vampiros y demonios, donde por medio había ángeles implicados y un montón de historias surrealistas basadas en un mundo lleno de criaturas fantásticas y seres míticos. Aquel día para Yu fue como si hubiese encontrado un tesoro y no estaba dispuesto a que se lo arrebataran.

No obstante, había una persona a la que no quería ni podía engañar. Mikaela, su mejor amigo. Sabía muy bien que a él no le podía mentir. Se le daba fatal hacerlo. Así que optó por leer el libro a altas horas de la noche cuando todos estuvieran bien dormidos. Sopesó, ya desde el primer día en que obtuvo el libro, en decírselo a Mika; sin embargo, sabía muy bien que su amigo, que siempre miraba por el bien de los demás, también querría compartirlo con el resto. Es demasiado bueno, pensaba Yu.

Yuichiro se fiaba de su amigo, pero el problema eran los otros niños que se encontraban viviendo con él. ¿Y si alguien lo delataba o se le escapaba el secreto? No quería correr el riesgo.

Así que, haciendo acopio de valor, se mantenía despierto a altas horas de la noche para poder leer ese libro que tanto le intrigaba. 

Era por la tarde y ya muerto de sueño y sin fuerzas para seguir en pie, se tumbó en la cama. Mika se sentó a su lado y empezó a contarle algo. No recordaba muy bien de qué. Se sentía culpable por no haberle prestado atención. Parecía muy emocionado mientras hablaba. Se quedó dormido. No sabía por cuánto tiempo, pero por la cara de indignación de su amigo debía de haber sido al poco rato que el chico empezara a contarle su interesante relato.

- "¡Mika! ¡No es eso!!"- aún estaba cansado. Le pesaban los párpados. Bostezó. "Es que estos días no estoy durmiendo muy bien y, ..."

El gesto de Mika pasó de la indigación a la preocupación. El chico de ojos azules le cortó:

- "Ya te notaba raro estos días. ¿No duermes bien?"- hizo una pausa, sopesando los posibles motivos por los que su amigo tuviera insomnio. "Ah, ¿tienes pesadillas? ¿¿Miedo a algo??"- antes de que Yu, que andaba con reflejos lentos y movimientos vagos debido al sueño, pudiera explicarse; Mika le cogió con ambas manos y mirándole directamente a los ojos, dijo: "Si le tienes miedo a algo yo puedo dormir contigo. ¡No me importa! ¡Así quizás te sientas más seguro!" - esbozó una sonrisa. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 18, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Hold me TightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora