Una simple novela de un simple escritor.

La mujer y la flor roja.

En una incandescente ciudad me encuentro, no sé quién soy ni a donde voy, me pierdo en el ruido y el movimiento de las personas que están junto a mí, veo algo, algo que resalta. No, no es algo...es alguien. Aunque...Solo veo un vestido...El color, el color del vestido me está llamando; no veo su rostro, no veo su cuerpo. Mi vista se está nublando, pero quiero ir a ese lugar, no puedo cerrar mis ojos, no ahora.

Siento un olor, una fragancia, un aroma, necesito ir, quiero ir. Abro mis ojos y solo veo oscuridad, Siento que estoy en el mar, pero algo me está atrapando, no puedo reconocer que pueda ser, pero me está jalando al fondo de este lugar, no quiero, ¡no quiero! Veo una luz, una esperanza, veo la vida, la veo a ella, veo una flor, veo su rostro, veo su cuerpo, veo la flor, la veo a ella, pero no puedo hacer nada, me estoy hundiendo en lo más profundo de este mar. Ella me toma de la mano, pero no puede sostenerme por mucho más tiempo. Ella tiene algo especial, por eso me aferro tanto a ella con tan solo apenas conocerla ahora –No te soltare hasta salir de aquí para poder verte y oler esa flor que tienes –.

Algo pasa...no estoy en ese mar que me envolvía y no me dejaba estar con ella. Ahora...ahora todo es oscuridad... ¿Qué pasó? ¿Por qué siento que no podre estar con ella nunca más? Acaso... ¿estoy muerto? Acaso... ¿Me canse de vivir?...Llegan varios recuerdos a mi mente, es algo inexpresable, la veo a ella, tan bella como el día en que la conocí, la flor que llevaba, esa flor que pude oler en algún momento, la flor me atrae a ella.

La vida era estúpida y ya me había cansado de ella, y no quise saber de ella. Eso pensaba antes, pero estaba equivocado completamente, no sabía que era la vida en ese entonces, por eso pensaba así, aún estaba sin propósito ni motivo, realmente no conocía a la bella dama que era la vida, su flor me atrapo, me sedujo y no quise alejarme de ella desde ese día, aunque lo hice muy tarde, demasiado tarde ¿Qué será de mí ahora? ¿Lograré aferrarme a la dama llamada vida?

Estoy confuso, estoy desesperado y paso una agonía, me ahogo, me exalto y me desmayo por estas cosas, pero no solo eso me está pasando, también me comienzo a sentir con ánimo, siento calma, me comienzo a aliviar, siento que viene una mejoría, además me comienzo a sosegar y veo todo más nítido. Aún quiero vivir aunque muera el día de mañana...

Desperté algo agitado no sabía lo que pasaba pero haya sido lo que haya sido, no creo poder comprender que paso, creo que no pude dormir bien, últimamente siempre tengo el mismo sueño, ese sueño donde veo una mujer vestida de blanco y que además la veo con una flor, una flor roja, y su color es tan rojo como el carmesí. De verdad que el psicólogo tenía razón, seguir preocupándome por los problemas que no son míos me afecta de una u otra manera –Creo que hoy saldré a caminar al parque, desde hace un buen tiempo que no salgo de casa para tomar un descanso –. Es una lástima que no tenga amigos como para conversar con ellos, desde pequeño siempre fui callado y tampoco me gustaba hablar con todos, eran unas pocas personas con las que conversaba pero eso se acabó cuando pase a la enseñanza secundaria. Me pregunto... ¿cómo será conversar con alguien a quien enserio le importas?, no lo sé, además no creo poder saberlo dentro de un buen tiempo, actualmente mi situación es solo dedicarme a mi trabajo y a mi estudio de cualquier materia que me interese. Uno de mis "defectos" es no ser muy sociable, pero eso lo compenso con ser un erudito en las materias y temas que enserio me interesan, un ejemplo es en biología, más específicamente en el área del genética, ya he creado y publicado varios libros y artículos según mis conocimientos e investigaciones.

Una vez estando listo para salir veo que tengo correo en mí buzón –Lo más seguro es que sean cartas de mis suscripciones a algunos diarios o revistas de culto y ciencia –. O por lo menos eso fue lo que creí hasta ver de qué se trataban cada una de las cartas. Leyéndolas una por una veo una que viene de parte de mi padre, comienzo a leerla y dice:

"Hola hijo.

Lamento decirte esto atreves de una simple carta, pero seré directo y claro, no daré muchos rodeos al tema, tu madre está enferma de hace unas semanas y actualmente eres el único de tus hermanos que no la ha venido a ver desde que te fuiste de la casa, hijo, tu madre quiere verte por última vez, solo escribo esta carta porque ella me lo pidió y sigo pensando que lo que hiciste cuando te fuiste de casa, si llegaras a venir tendremos tiempo de conversar sobre el tema, espero que pienses en tu madre y vengas a verla por si fuera el último momento que le queda de vida.

Se despide Atte. Tu padre."

Desde el momento que la leí sabía que realmente la escribió mi padre, siempre iba directo al grano y no le gustaba explayarse mucho más allá en los temas que conversaba, además siempre recordando los errores que pude hacer y re cercándolos cada vez que tiene la oportunidad. Como sea, debía pensar lo que haría con el problema de mi madre... no me esperaba una carta así de todas maneras. Finalmente fui tres días después de que me llegara la carta. Cuando llegue, estaba mi padre en la puerta de la casa y mis hermanos estaban adentro de la casa. – Hola padre –. Se lo dije de forma seca y cortante, solo quería ver a mi madre, fue la única que me entendió cuando tuve malos momentos. – Hola hijo, veo que aun sigues igual –. No tengo idea que me dijo con esas palabras pero, no le tome atención. – Es mejor que vayas a ver a tu madre, después hablaremos los dos –. Tomando en cuenta lo que dijo fui a ver a mi madre, salude a cada uno de mis hermanos, obviamente sin hablar mucho con ellos, tenía a mi madre esperándome en su habitación.

Abrí la puerta y solo al verla postrada en cama me puse a llorar, no me la imagine en ese estado, su piel estaba de un color pálido, no tenía fuerza para levantarse y tampoco para moverse mucho, al verla así me acerque rápidamente para saludarla y hablar con ella, Llorando le dije. – ¡Madre! ¡Por Dios! No puedo creer que estés así, ¿qué te paso? ¿Por qué estás así?, no sabes cuánto quería verte mamá, no sabes cuantas cosas han pasado –. Todo esto lo dije llorando y desesperado al ver a mi madre en un estado tan lamentable, Ella con mucho esfuerzo me comenzó a responder mis dudas y las preocupaciones que tenía. Después de eso ella me dice. – Hijo, quiero que escuches y grabes en tu corazón lo que te voy a decir... En la vida uno se arrepiente más de lo que no hizo que de lo que hizo hijo mío, eso tampoco quiere decir que vivas la vida desenfrenadamente o sin tomar precauciones, es lo contrario, es ver lo que más te conviene y tener en cuenta lo que pueda ocurrir con tu vida y la vida de las personas que te importan. Quiero que disfrutes el tiempo que tienes con las personas que te importan, se más empático y no te dejes mucho que los deseos de tu corazón te nublen tu visión porque el corazón es lo más engañoso que tiene el hombre, hijo mío, tú sabes que te amo, sé que fue difícil vivir el día a día en tu vida, con tus estudios y los viajes que tenías que hacer cada día para poder tener tus estudios pero, quiero que sepas que es vivir en realidad... –. Cuando me dijo eso me acaricio la mejilla y beso mi frente, tal como lo hacía cuando yo era un pequeño que solo jugaba en el patio de nuestra casa, después de eso...Mi madre...murió.