-¡No puedes salir despues del toque de queda!- exclama Hanna- Te expulsaran si te encuentran.
Cuando le comunique a mis amigas que saldria, Hanna es la que mas histerica se ha puesto
-Vamos, Hanna... Tiene permiso para salir- dice Jenna aburrida. Lena hace un sonido de asentimiento en apoyo mientras me señala.
-¡Exacto! Es igual que cada noche, a diferencia que esta vez no ire a entrenar... Ademas, Charlotte me va cubrir con los demás. En este momento debe estarle diciendo a mis hermanos que estoy muy enferma.
-Bien... ¡Pero abrígate!- grita. Jenna, Lena y yo la volteamos a ver divertidas y confundidas, mientras ella solo lanza una profunda exhalación- ¿Que? Afuera hace frio.
-Llevare una sudadera y la bufanda, si eso te hace sentir mejor- rio divertida mientras me coloco la bufanda.- Estén tranquilas, tengo permiso y en todo caso, parece que voy a entrenar.
Me miro en el espejo, de hecho si me topara un profesor no levantaría sospechas. Llevo un leggins, una tenis y la sudadera que suelo llevar (excepto el día que me tope con los gemelos porque obviamente la olvide), podre disimular fácilmente.
-Bien, nuestra pequeña Julieta... Ya es hora de que vayas saliendo. Tu Romeo debe estar esperando por ti- dice Lena divertida.
-¿Quienes son Romeo y Julieta?- pregunta Hanna confundida.
-Luego te lo cuento- dice Jenna poniéndose de pie y empujándome hacia la puerta de nuestro dormitorio- Es hora de que te vayas.
-¿Me estas echando?- pregunto ofendida. Detrás de mi mis amigas ríen.
-¡Si!- exclama Lena cerrando la puerta
-Si serás zorra...- murmuro, contra la puerta.
Suspiro antes de bajar las escaleras, las pocas personas que están en los mesas de estudio no voltean a mirarme. Warrington y Pucey están en la mesa más alejada y es una suerte que no noten mi presencia o empezarían hacer preguntas.
Enarco las cejas al ver que no hay nadie en el pasillo. Debería estar aquí... Una idea cruza por mi mente, no no no y no, me niego a creer que me ha dejado plantada. Decido caminar un poco, pero no lo veo por ningún lado... ¿Que voy hacer ahora? No voy a entrar y decirle a mis amigas que me han dejado plantada.
Me quedo un momento quieta y contengo la respiración, algo se ha movido a mi derecha. Un pequeño susurro de algo al arrastrarse en silencio. No estamos solas, susurra mi subconsciente. Estiro la mano y siento como el látigo en mi mano empieza a deslizarse. No estoy sola, eso es más que obvio, pero no hay nada... Cierro los ojos un momento y me concentro, el mismo susurro a mi izquierda. Tiro el látigo hacia mi izquierda a toda velocidad, cuando lo siento enrollarse en algo tiro de él y escucho un cuerpo caer sobre el suelo y una maldición.
-¿Quieres matarme?- Fred aparece ante mi en el suelo. -¿Que es eso? ¿Un latigo? ¿De donde sacaste un látigo?- abre los ojos.
Siento mi rostro enrojecer.- Eso no importa... ¿Tienes una capa de invisibilidad?- señalo la capa en su mano- ¡Es genial!
Reprimo una risa mientras Fred se pone de pie y se frota el trasero.- Es de Harry, se la he pedido prestada.- mira de nuevo el látigo en mi mano que ha empezado a enrollarse de nuevo alrededor en mi muñeca- Vaya que tienes fuerza para tirarme de esa manera con un simple movimiento de muñeca. ¿De donde lo has sacado?- sus ojos brillan de curiosidad.
-Te dije que no era una debilucha...- sonrió al recordar nuestra pelea en la enfermería- Un regalo de mi hermano. Una larga historia.
-Siempre he pensado que esa frase se utiliza para evitar contar las mejores historias, pero no te libraras de mi Herondale- estira su mano para que la tome- Vamos, quiero mostrarte mi lugar favorito.
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Un amor, dos mundos. - Fred Weasley [Editando]
FanfictionMaldito Fred Weasley, con esa sonrisa matadora que podria hacer el mundo arder en cualquier momento. Mi vida estaba planeada, tenia una misión, una facil. No podia enomorarme de un mago, La Clave jamas lo permitiría. Una cosa era convivir con ello...