Gracias, chicos, pero Juls ya lo ha sacado para mí — le arrebató el cuaderno de las manos a la morena — Te lo devolveré en el descanso, ¿si?  — y acarició su mejilla afectuosamente antes de marcharse.

Juliana pudo sentir dos presencias malignas posando su mirada en ella y fue cosa de segundos para que ambos chicos comenzarán a atacarla con preguntas sobre hace cuanto se conocían, que tan cercanas eran, como se llamaba la madre de Valentina, si está tenía hermanos o una mascota, cuál era el color favorito de la castaña, cual era su programa favorito. Valentina esto, Valentina lo otro; Juliana sintió que su odio por Valentina Carvajal se alimentaba un poco más mientras escuchaba a ese odioso par.

Los niños nuevos son extraños, ¿cierto? — Robín mosdisqueaba su sandwich mientras veía a sus compañeros con la mirada fija en su dirección — Ellos siempre están mirando hacia acá.

Ellos están mirando a Valentina — la aludida, que estaba concentrada viendo un vídeo en su celular, alzó la vista al escuchar a Juliana hablar— Están enamorados de ella.

¿Los dos? — Juliana asintió, chasqueando con la lengua.

Están hablando de ella todo el maldito día, son tan molestos — expresó con enfado y Valentina sonrió mientras volteaba a verle.

¿Estás celosa?

¡No lo estoy!, ¡No hay razón para estarlo! — Juliana inflaba sus mejillas infantilmente, Valentina seguía mirándole completamente divertida y Robín se sintió incomoda por estar sentada entre ambas — Viven peleándose por ti, ¿sabes?, es lo único que saben hacer. De verdad es molesto tener que sentarse cerca de ellos — y ahora sonaba cansada.

Diles que Valentina jamás les hará caso — Robín no veía el problema.

Ellos no me escuchan — frunció sus labios — ¿Por qué no vas y los rechazas? — pregunto a Valentina — Quizás desistirán de hablar de ti si les cortas las alas.

Pero ellos no se han declarado, ¿cómo podría rechazarlos? — río suavemente, dando un vistazo a los chicos que tomaban fotografías de ella sin disimulo — Bueno, si dan un poco de miedo...— Juliana suspiró, mirando el piso deprimida. Ella sólo esperaba que ellos pronto se aburrieran de hablar de Valentina y llegará la paz a su escritorio.

Para cuando el descanso acabó, Juliana camino casi moribunda hacia su puesto.
Lo que menos deseaba era volver a ese infierno, pero no tenia otra opción. E iba tan preocupada lamentándose en sus pensamientos, que no se dió cuenta de que Valentina le había seguido hasta que se sentó y está imitó su acción, tomando el asiento de al lado.

¿Qué estás haciendo? — le miraba con el ceño fruncido.

Dime la verdad, ¿me extrañas, no? — Juliana apartó la mirada, sin poder negarlo — Yo también te extraño mucho, Will habla demasiado.

Tú también hablas demasiado.

Pero el se urga la nariz, ¡eso es desagradable! — Juliana no pudo reprimir una carcajada y Valentina sonrió, feliz de verle cambiar su expresión — Tú sabes...— llevó sutilmente su mano hacia las de la contraria por sobre el escritorio, está simplemente miró como entrelazaba sus dedos sin ningún pudor — Podríamos intentar convencer a la profesora de que nos deje juntas.

No funcionará — la miro a los ojos — Y no tomes mi mano de esa forma, es extraño — se quejó.

¿Como debería hacerlo entonces? — dió vuelta a su mano, quedando palma contra palma — ¿De esta manera? — y volvió a entrelazar sus dedos más cómodamente a la vez que su compañera se sonrojaba.

En momentos como estos creo que Billy es mejor compañero — Valentina río.

Sabes que no, tú solo me quieres a mí — y sonrió tan encantadora como siempre.

Juliana estuvo a punto de responder, pero las palabras se quedaron en su boca cuando vio a sus compañeros aparecer finalmente, quedándose paralizados al ver a Valentina tomando nada más ni nada menos que su mano.

Oh, chicos, lo siento, quería pasar un poco de tiempo con Juls — se disculpó la castaña, volteando a ver a la morena — Me iré a mi puesto ahora, ¿si?, no me extrañes demasido — y deportivo un pequeño beso en su mejilla. Juliana sintió que su corazón salía disparado debido a su actuar.

¿Us-ustedes suelen ser así de cercanas? — pregunto Steve, casi con un tic en el ojo.

¡Por supuesto que sí!, ¡Es la clase de cosas que hacen las novias, ¿no? — Valentina le hizo cosquillas en la barbilla a Juliana, quien la miraba con ojos grandes — Hablamos después, amor — y sin agregar más, se largó.

Juliana estaba congelada en su sitio mientras veía al demonio llamada Valentina Carvajal alejarse alegremente. Una sonrisa confidencial fue regalada en su dirección y se sorprendió de si misma por no levantarse de un salto e ir a ahorcarla. ¿Cómo se le ocurrió decir semejante disparate?

Juliana...— giro a ver a sus compañeros, impávida — ¿Por qué no nos dijiste que salias con Valentina? — ella seguía sin poder hablar — Lo siento, debió ser incómodo para ti escucharnos hablar de tu novia.

¿Hablas en serio?, yo no puedo creer que le guste una ni...— Billy recibió un codazo en las costillas cuando intento habla y sonrió falsamente al entender el mensaje — Bueno, como sea, hacen linda pareja.

Ella pudo decir que no eran pareja. Es más, ella quiso decir que jamás en la vida se le ocurría salir con alguien tan pesada como lo era Valentina Carvajal. Sin embargo, por primera vez en semanas, aquellos chicos guardarlo silencio y eso no podía ser más prometedor. Si era su supuesto noviazgo con Valentina lo que los mantenía callados, entonces no le molestaba seguir con aquella pequeña mentira.
Cualquier cosa era mejor que volver a escucharles pelear por la chica más lindo de la clase.

Suspiro, encontrando la paz por fin, y busco con la mirada al responsable de su caótica vida. Valentina estaba ahí, mirándole desde su escritorio, y sonrió para ella cuando sus miradas se encontraron. Los ojos de la castaña siempre se cerraban cuando sonría de aquella manera tan brillante y ahora no fue la excepción.

Juliana quiso lanzarse por la ventana al notar que, probablemente, sus compañeros tenían razón: Valentina era demasiado linda.
Era odioso que Valentina fuera tan malditamente linda.

All This Years [JULIANTINA]Where stories live. Discover now