【Chapter Two】

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Los tres jóvenes eran apuestos, no podía negarlo, y aunque no veía sus rostros completos por las gafas oscuras. Los miraba disimuladamente y en vistazos cortos, pues sabía que era de mala educación que los mirara de esa manera sin conocerles; los hombres quitaron sus gafas y tomaron la misma postura de antes, Mandy pudo verlos con mayor claridad.

—Entonces, mujer, hija- Dijo el hombre dirigiéndose a Mandy y a su madre- Ellos son Marcus,- Señaló al más veterano- Jonathan,- Prosiguió con el primer joven, alto, delgado, con las facciones marcadas y bastante atractivo; Mandy iba mirándolos uno por uno- Will- Se dirigió al ojiazul, no tan alto como el anterior pero podía notarse su cuerpo fortalecido aunque tuviera unas cuantas capas de ropa- Y Lucas- Dijo refiriéndose al último de los varones, era el que se veía más joven, podría parecer que tenía por mucho, unos 3 o 4 años más que Mandy- Van a estar un tiempo por aquí, en la casa- Anunció Arthur- Desde ahora dormirán, comerán, y tratarán de socializar lo mayor posible con nosotros, nos acompañaran cuando tengamos que salir a alguna parte y de igual manera estarán para ayudarnos en alguna cosa que necesitemos dentro de la casa. Señores, ellas son mi esposa y mi única hija- Los hombres las voltearon a ver e inclinaron levemente la cabeza como presentación de respeto hacia ellas.

La madre miró algo confundida a Mandy y después se dirigió a los intimidantes sujetos- Sean bienvenidos- Dijo amable y estrechó la mano de cada uno de ellos- Esperamos sinceramente que disfruten de su estadía aquí en nuestra casa, que también es su casa de ahora en adelante.

—Agradecemos de la mejor manera su bienvenida, señora- Dijo Marcus, con una pequeña sonrisa.

—Bien- Volvió a hablar Arthur- Mi mujer preparó la cena, sus maletas estarán en sus habitaciones en unos minutos, pero en lo que la cena está servida, necesito aclarar algunas cosas en el estudio, así que, si me hacen el favor de pasar- Dijo señalándoles el camino a su despacho, y sin decir una sola palabra, caminaron hasta allá.

Catherine caminó hasta la cocina y Mandy fue detrás de ella.

—Mami, ellos quiénes son- Dijo Mandy confundida y extasiada sin saber exactamente qué acababa de pasar.

—No tengo la menor idea, Mandy- La adolescente comenzó a acomodar emocionada los manteles individuales y los cubiertos en la mesa- Tal vez solo vienen a trabajar con tu padre, tu lo escuchaste, sólo iban a estar por un tiempo aquí en la casa.

—Hace mucho tiempo no teníamos visitas que se quedaran con nosotros.

—Lo sé nena, esperemos que esta vez todo sea para bien- Dice Catherine sonriéndole mientras Mandy termina de poner la mesa- Ve a lavarte las manos, ya casi termino de servir los platos.

Mandy, sin decir nada, sale de la habitación y camina despacio y tranquila al baño que se encuentra cerca del estudio de su padre, cuando ve como salen los hombres de donde se encontraban, Mandy les sonríe levemente para no ser descortés y recibe las sonrisas de Marcus, Will y Lucas de regreso mientras se dirigen al comedor, pero falta su padre y el otro chico. Con sigilo se acerca a la puerta del despacho de Arthur, y se encuentra con éste de espaldas hacia la entrada del cuarto y el joven frente a él. Mandy se queda en el marco del acceso y escucha en silencio asomando levemente la cabeza.

—...Necesito que la cuides con tu vida, Jonathan- Suplica Arthur al hombre, con la voz preocupada y algo cortada continúa hablando- No podría soportar que pase de nuevo algo como lo de Moscú y no saber qué va a pasar con ella, sé que puedo confiar en ti, sé que contigo estará a salvo y segura- John lo mira manteniendo la postura, su cara es un poco de compasión mezclada con empatía. Mandy decide salir un poco más para escuchar mejor.

—Arthur, sabes que lo haré- Dice sosteniendo su hombro para brindarle un poco de apoyo- No importa lo que pase, la protegeré con mi vida. Haré lo que sea necesario y lo sabes- Arthur, a punto de romper en llanto, agacha levemente la cabeza y pone un par de dedos sobre sus hojas para evitar llorar.

Jonathan lo mira y después mira hacia la puerta, descubriendo a Mandy mirándolos. Rápidamente Mandy se da cuenta y se esconde detrás de la pared. La han descubierto.
Corrió al baño esperando que no la hubiera visto, pero lo había hecho, la había mirado mientras espiaba lo que su padre le decía pero, ¿qué era realmente lo que le había dicho? ¿A quién tenía qué cuidar? ¿Se trataba de ella?
Mandy confundida lavó sus manos y las secó. Abrió la puerta y dio un pequeño brinco de sorpresa al encontrárselo justo detrás de ésta.

—¿No te han dicho que es de mala educación espiar las conversaciones ajenas, niña?- Habló duro pero con voz calmada.

—Uh... Yo... No sé de qué habla, señor- Contestó Mandy viéndolo a los ojos y después bajando la mirada. Su nerviosismo podía notarse hasta con los ojos cerrados.

—Te vi, niña, y a menos que tengas una hermana gemela, podría jurar que fuiste tú- Levantó una ceja frunciendo el ceño y volteó hacia el despacho de su padre.

—Uhm... Señor, yo en verdad...- Dijo pero la interrumpió.

—Oh, por favor, no me digas señor. Me hace sentir viejo- Dijo algo divertido para tratar de bajar la tensión, pero no lo logró.

—Uh... Lo siento...- Miró hacia otro lado incómoda. Mandy seguía bastante nerviosa y él podía notarlo.

—Dime, ¿cuántos años tienes?- Cambió el tema de conversación y se recargó en la pared, dejando al fin que la chica saliera de ahí.

—Estoy por cumplir dieciséis- Dijo al fin un poco más relajada.

—¿Dieciséis?- Exclamó sorprendido levantando ambas cejas- Bueno, aún eres una niña, pero la diferencia de edad no es demasiada como para que me llames señor- Sonrió y soltó una pequeña risa ahogada.

—Lo siento- Sonrió de lado con un poco de vergüenza- No quería ser maleducada.

—¿Y por eso espiabas cuando conversaba con tu padre?- Dijo con un tono irónico.

—Oh, no no, yo... En verdad no quería, fue un accidente- Trató Mandy de defenderse.

—Ya, pequeña espía, no le diré a nadie ¿okay? Solo procura que no vuelva a pasar- La miró a los ojos y Mandy solo asintió con una leve sonrisa- Ve a la mesa, o tus padres van a sospechar que estás haciendo algo malo.

—Cierto... yo, un serio, una vez más lo siento, de verdad no quería...- La interrumpió.

—Nos veremos después de la cena, necesito seguir charlando con Arthur- Dijo y simplemente se dio la vuelta y caminó de nuevo hasta la oficina de su padre.

Mandy, un poco confundida y nerviosa por lo que acababa de pasar, se dirigió rápidamente al comedor y se sentó en su silla preferida.

—Muchas gracias por invitarnos a cenar con ustedes, en la misma mesa, señora Warren- Dijo Marcus mientras cenaban.

—Oh, no hay de que, en verdad- Contestó Catherine sonriendo- Van a pasar un tiempo con nosotros en la casa, es lo menos que puedo ofrecerles.

—Lo que menos queremos hacer es molestar a su familia, señora Warren. Esto no pasará muy seguido a menos que nos invite a cenar con ustedes.

—Está bien si así lo quieren- Dijo la mujer y sonrió.

Mandy estaba sentada a lado de Lucas y frente a Will, disfrutaba de la cena exquisita y de la plática con los nuevos invitados. Su padre y John no habían llegado a la cena, y supuso que habían muchas cosas de las que tenían que hablar.
Eran casi las 19:00 cuando terminaron de cenar. Catherine levantó los platos y Mandy ayudó a su madre. Arthur y Jonathan salieron del estudio e invitaron a los demás a sentarse en la sala antes de irse a por el helado. Una de las chicas que les ayudaba con la limpieza de la casa comenzó a lavar los trastes, Mandy subió rápido a su habitación y tomó una chaqueta roja de pana con cuello de borrego, el otoño estaba en la ciudad de Nueva York y era muy estúpido salir sin chamarra, lo que era irónico, ya que irían a tomar un helado. Antes de salir del cuarto, tomó su Polaroid y un rollo nuevo, necesitaba inspiración para sus nuevos sketches, bajó y avisó a Arthur que su madre y ella estaban preparadas para salir al igual que ellos.
Mandy subió a la parte de atrás del auto, con su madre de copiloto y si padre conduciendo, se puso el cinturón esperando a que arrancara cuando vio que la puerta del auto abrirse de nuevo.
Esto era algo incómodo. Jonathan se iría en el mismo auto, justo en el asiento de a lado.

P R O T E C T O R  ||  John WickWhere stories live. Discover now