ELLOS ↳ Dotae

Pɪᴊᴀᴍᴀᴅᴀ

─ Taeyong.

─ ¿Qué?

─ Ven.

─ Doyoung... son las tres de la mañana.

Mark y Jeno habían insistido en que una pijadama era necesaria, bajo el argumento de desafiar a los monstruos bajo la cama de Jeno juntos, porque Mark y su papá habían ya vencido a los suyos, así que ahora quería hacer lo mismo por su amigo. Hubieron muchos gritos y Taeyong había estado tentado a correr a la habitación porque estaba seguro que en algún momento esos niños saltarían de la cama y se romperían algo, pero Doyoung lo detuvo. Tras muchos más gritos y saltos los niños llegaron a guardar silencio, les habían encontrado durmiendo en el fuerte de almohadas que habían construido todos juntos, con una pequeña distancia gracias a un par de cobijas.

Él y Doyoung, tras charlas profundas sobre sus dificultades como padres solteros, seguidas de un buen merecido tiempo de adultos, habían decidido también dormir más o menos después de las dos de la madrugada. Doyoung al parecer se había levantado para mirar a los niños y al parecer ahora tenía que mostrarle algo importante. 

La imagen era suficiente para derretir su corazón, si pudiera tomaría una foto, pero usar el flash despertaría a los pequeños.

─ ¿No son lindos? ─Pregunta Doyoung claramente enternecido.

─ Demasiado. ─Respondió Taeyong, mirando cómo el durmiente cuerpo de su hijo abrazaba a Jeno y el más pequeño correspondiendo, era como si Mark estuviera protegiéndolo en sus sueños.─ Mark no deja hablar sobre cómo debe cuidar a Jeno porque es mayor que él, dice que es el deber de un hermano mayor cuidar siempre a su hermanito, no tienes idea de cuánto quiere a Jeno.

─ Creo que me hago una idea, Jeno también ve a Mark como un hermano, todos los días me cuenta sobre lo genial que es. ─Los susurros continúan, los pequeños dormitan en un mundo de sueño donde continúan sus aventuras.

─ ¿Crees que está bien? ─La pregunta, que rompe con el ambiente ligero, hace que Kim lo voltee a ver.

─ ¿A qué te refieres?

─ Hermanos... quiero decir, no creo que sea algo malo, sé cuánto se quieren, lo mucho que tú quieres a Mark, es sólo que...

─ ¿Crees que es algo apresurado para que ellos consideren ser una familia aún?

─ Es complicado, ¿No? ─Taeyong se siente como el malo, no sabe si Doyoung se ofenderá, si pensará que no quiere esto, a sus hijos juntos, a ellos dos juntos.

─ Lo es, también lo he pensado, así que no te culpes por nada. ─La mano de aquel hombre se posa en su hombro, cierran la puerta con cuidado y Doyoung suspira, mirándole con empatía.─ Hablaremos con ellos, ¿Si? Vamos a dormir.

Taeyong intenta dormir, pero la idea de una familia sigue en su cabeza. Él quiere una familia, tanto como Doyoung. Pero el futuro es incierto. Necesitan algo más de tiempo, estar ambos seguros antes de lanzar a sus hijos a una fantasía que no saben si pueden cumplir o no.

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Este capítulo no quiere decir necesariamente que ocurra algo malo, sino que, ya que ambos son padres de niños en constante crecimiento, se enfrentan a la incertidumbre sobre el futuro, tanto como Mark como Jeno desean tener una familia más grande, pero sus padres quieren asegurarse de que su relación durará antes de darles esa esperanza a los niños, porque de lo contrario saben que eso los lastimaría.

¡Pero se avecina algo mejor!