Salgo de la ducha, suspirando y con un dolor de cabeza de cojones. No vuelvo a beber.

Ya claro, eso lo dices siempre.

Pero de verdad, me duele tanto la cabeza y estoy tan mareado que no quiero beber en lo que me queda de vida. Por lo menos hoy. No sé qué voy a hacer cuando tenga que ir a entrenar, igual me desplomo y me utilizan de saco de boxeo. Sería casi mejor.

A duras penas encuentro la ropa que está desperdigada por el cuarto, y saco el móvil de mis pantalones, marcando rápidamente el número de Louis. Salgo del cuarto mientras suenan los tonos, porque el bulto de la cama ha empezado a moverse y en cuanto se quite la maraña de pelo de la cara y me vea estoy perdido, así que prefiero no saber nada.

-¿Sí? - la voz de Louis suena un poco bastante adormilada al otro lado de la línea.

-¿Qué pasa hermano?¿Todo bien? Necesito que vengas a buscarme.- bajo las escaleras casi a trompicones y salgo de la casa. El Sol brilla en el cielo pero no hace calor. Está bien.

-¿Me estás vacilando Harry?¿Otra vez?

-Por favor, tío. Eres mi mejor amigo.- le reprocho- Se supone que los mejores amigos están ahí para ayudarse.

-¿Cuándo me has ayudado tú a mí últimamente?

Me quedo en silencio, tiene razón. Sólo le he dado dolores de cabeza. A él, a Liam, a Zayn y a Niall. A todos. Incluso a Kelsey.

-Lo siento...- susurro- Eh, tío, de verdad que lo siento. Pero es en serio. No tengo coche y necesito que-

-Olvídalo, da igual, en quince minutos estoy.

-¡Gracias tío, eres el mejor!

-Lo que sea.

Y cuelga. Sé que está hasta las pelotas de mí pero él y todos han hecho muchísimo por mí en los últimos meses. Aunque me haya portado como un puñetero cabronazo. Son lo único que me queda. Ellos y mi familia.

A decir verdad no estoy muy bien con mi familia. No me hablo con mi padre, ni con mi madre, y Gemma está muy enfadada conmigo. Mucho. Y aunque sea un gilipollas y no quiera admitirlo, muy en el fondo les echo de menos.

Estás solísimo, ni tus amigos te quieren ya. Imbécil.

Siempre me repito eso, todos los días. Porque es verdad, pero no hago nada para cambiarlo porque así es como soy. Un cabronazo que sólo sabe hacer daño a los demás, y, por ende, a sí mismo.

El móvil vibra en mi bolsillo y abro un mensaje de Louis.

¿Dónde estás?

Tecleo una respuesta rápida, frunciendo el ceño para ver mejor, porque el reflejo del Sol me molesta.

Creo que en casa de Tyler.

¿Crees?

¡Estoy seguro! Al 100%, ven.

Guardo el móvil de nuevo sin esperar una respuesta y me siento en las escaleras de entrada. El invierno se acerca y va a ser la segunda vez en siglos que una oleada de frío azote el estado, por lo que este será, posiblemente, el invierno más frío de mi vida.

Winter  |Secuela de Rude| (h.s punk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora