Nuestros labios se movían a un ritmo perfecto. Metí mi lengua en su boca besandola con todo lo que tenía.

—Me pasa igual. Quiero estar todo el tiempo besando tu piel, tus labios. Quiero sentir tus delicadas manos sobre mí todo el tiempo. Quiero tus abrazos. Quiero todo. Aún siento que es un sueño y que en cualquier momento me voy a despertar.

Sus manos acariciaban mis cabellos mojados suavemente haciendome sentir soñolienta. Su sonrisa era tan hermosa y brillante. Y sus ojos brillaban como nunca. Ese brillo que pensé jamas vería de nuevo estaba justo allí y era para mí.

—Estoy aquí. En tus brazos y no iré a ningún lado. — Tiro de mi cabeza en su pecho sin dejar de acariciarme y dejo pequeños besitos en mi frente —Voy a cuidar de tí todos los días.

Sonreí feliz. Estaba completa ahora.

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—Gracias por venir. —Papá apoyó los antebrazos sobre su escritorio—. Estoy listo cuando tú lo estés.

Matt, en la silla a mi lado, empezó a poner al día a papá sobre el caso de asesinato en la tienda de licores.

—Hemos revisado la grabación de video y reducido nuestra búsqueda a
seis vehículos en el complejo comercial en el momento del asesinato. Todos fueron conducidos fuera del complejo por mujeres que encajaban con nuestra descripción aproximada. No pudimos obtener todas las placas del metraje de la cámara de seguridad, así que verificamos los números de placas faltantes con cámaras de los semáforos. Antes de venir aquí, envié una solicitud al DMVpara obtener registros. Afortunadamente para el lunes tendremos nombres y comenzaré a traer gente para interrogarla.

Papá asintió.

—Bien. Espero que ustedes dos tengan algo.

—Yo también —dijimos Matt y yo al unísono.

Tomó casi dos meses, dos largos meses, investigar a fondo en las grabaciones de la cámara para llegar hasta aquí. Desde la noche en el garaje cuando le había mostrado mi arma a Camila, Matt y yo habíamos mirado el caso desde un nuevo ángulo. Esta vez, habíamos buscado a una mujer en las grabaciones.

No había sido fácil. Entre equilibrar mi trabajo en el comando antidroga, mi carga de trabajo normal y todo lo demás que estaba sucediendo en mi vida personal, lo último que quería hacer la mayoría de las mañanas era encerrarme en la sala de conferencias y mirar grabaciones durante un par de horas antes de un día completo de trabajo.

Pero si esto daba resultado, si realmente encontrábamos al asesino de
Jamie Maysen, todo valdría la pena.

Valdría la pena cada minuto si pudiéramos darle algo de paz a Camila.

Había pasado un mes desde que nos habíamos emparejado oficialmente en el parque de los glaciares. Un mes y no habíamos pasado una noche separadas.

Se levantaba temprano e iba al restaurante. Me levantaba temprano
y venía a la estación. Nos enviábamos mensajes de texto durante todo el día, y si tenía tiempo libre, pasaba por el almuerzo. Y en las noches, pasaba un par de horas trabajando en esa vieja camioneta mientras esperaba que ella terminara en el restaurante.

Básicamente, las dos trabajábamos duro hasta que podíamos terminar el
día y reunirnos en mi casa. Luego pasábamos el resto de la noche relajándonos en mi cama.

Nuestra cama.

Una cosa que había aprendido el mes pasado era que Camila pertenecía a mi casa. Con ella allí, se sentía como un hogar.

—¿Dónde está Nazboo? —preguntó papá.

—La dejé con mamá después del almuerzo.

Papá sonrió.

Lista de cumpleaños ~ Camren (Lauren G!P)Where stories live. Discover now