No iba a dejar que se alejará de su lado, no después de tantos años que lo había esperado.

Al pelirrojo se le ocurrió la brillante idea de volver a entrar al bar, pero esta vez con el fin de conversar con aquel alfa. Por lo que lo invitó a adentrarse allí, y el más alto no se negó.

Nuevamente caminó a la par con ese alfa, su aroma seguía siendo el mismo, ese aroma a menta se instalaba en su nariz, era magnífico e envolvente.

─¡Oh volviste!─Exclamó aquel alfa.

─Volví con compañía.─Dijo mirando a su alrededor, buscando una mesa de dos.─Me sentaré en esta mesa, espero que no te importe.

─Oh.─Habló mirando fijamente a ese alfa que lo acompañaba, causándole ternura que sea tan alto al lado del pelirrojo que parecía diminuto a su lado.─Está bien, ¿Te preparó lo mismo que bebiste?

─Por favor.─Replicó el menor, haciendo que su acompañante se sentará en aquella mesa de dos.

Mingi por alguna razón no podía dejar de ver a Hongjoong, y el pelirrojo sentía esas miradas que parecían como dagas sobre él. Lo que lo ponía mucho más incómodo y nervioso.

─Tu mullet, ha desaparecido. Recuerdo cuando dije que no deberías cortarlo, woah. 

─Oh, decidí hacer un cambio en mi. Después de todo han pasado seis años ya.

─Realmente pareces otra persona, estoy sorprendido. Tu cabello de todas formas se ve bonito en ti.─Habló el alfa.─Más bien, que no se vendría bonito en ti.

Y en ese instante una sonrisa se formó en el rostro del pelirrojo. Sintiendo como su corazón y cuerpo se estremecía de vergüenza. Nunca había pensado que en sus veinticuatro años de edad volvería a encontrarse con ese alfa.

Todo parecía un sueño, un sueño del cual no deseaba despertar jamás.

De un momento a otro, la mano de Hongjoong que estaba sobre la mesa, era acariciada suavemente por la mano de Mingi, tocando con las yemas de sus dedos aquella piel tan suave y pálida. Sintiendo el contacto que le proporcionaba aquella mano, una simple acción que había provocado un enrojecimiento en su rostro.

La cara de Mingi, su simple presencia lo estaba volviendo loco. Lo enloquecía completamente.

Aquel barman había aparecido con dos copas de licores, y las dejó sobre la mesa, viendo como aquellas manos tocaban las del omega pelirrojo. Dándole una mirada pícara a éste, y se fue, dejándolos solos.

El alfa alejó su mano de la piel de Hongjoong, y le dió un sorbó a la copa de licor, mientras el más pequeño miraba como su nuez de adán subía y bajaba cuando el líquido era tomado por su boca. Oh dios, ¿en que estaba pensando? miles de cosas se le venían en mente.

─¿A qué te dedicas?─Preguntó el omega, haciendo que el alfa alejará la copa de su boca para poder hablar.

─Actualmente soy un empresario, tengo un trabajo estable en una oficina. Mi trabajo es firmar papeles y controlar que todo esté en orden. Soy la mano derecha del jefe. Nos dedicamos a la exportación de productos. Cosas así. No es la gran cosa, pero de eso vivo.

─Oh, ya veo. Digno de un alfa como tú.─Dijo cabizbajo.

El alfa miró al pequeño chico, viendo como tantos recuerdos se venían a su mente. Tantos remordimientos, tantas mentiras. Solo con ver su cara podía recordar todo.

Hongjoong le dió un gran sorbó a su bebida, sintiendo como esos ojos no dejaban de mirarlo.

─Todavía tienes el anillo, estoy sorprendido.

Omega por equivocación ➸ MinJoong.حيث تعيش القصص. اكتشف الآن