O11; Solo una noche.

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Pensar que Hongjoong le había mentido a Mingi diciéndole que él era un alfa, cuando no era así. Porque claramente había nacido con sangre de un omega. Todo había sido una mentira.

Rápidamente desabrochó la bragueta del omega, haciendo que esté abriese sus ojos como dos platos.

─E-espera.─Carraspeó el omega.─Está mojado.

─Mucho mejor si es así.

Y sin más el alfa se despojó de los molestos pantalones que llevaba ese rubio, dejándolo solo en ropa interior. Mientras el omega simplemente cubría su cara con sus manos, pudo notar que las puntas de sus orejas estaban rojas cuál tomate. Y aquel castaño no pudo evitar dar una leve risita por ello.

En su mano estaba aquel condón, que le había dado Hwanwoong, no dudó en no usarlo. Por supuesto que le iba a dar un buen uso. Lo colocó entre su miembro, con suavidad y algo de torpeza porque después de todo, está iba a ser su primera vez.

─¿Es tu primera vez? no?─Preguntó el alfa con un hilo de incomodidad en su voz.

─Si, ¿Y la tuya?

─También.

─Me alegra que seas mi primera v--...─Dijo sin finalizar la oración ya que en ese instante, estaba siendo penetrado por aquel alfa.

Gemidos se inundaban en la habitación, suspiros cargados de placer que salían sin control alguno de sus bocas. Cada vez y con más fuerza Song Mingi embestía al pequeño omega que se mantenía aferrado a las sábanas, sintiendo como golpeaba su próstata frenéticamente con cada movimiento le hacía perder completamente la cabeza. Sentir como ese alfa lo llenaba era una de las cosas más placenteras que había probado en su vida. Más bien, sentir como su amigo de la infancia lo llenaba era un privilegio que no cualquier omega había sentido, sino que él se había sacado la lotería.

Los grandes y formados muslos de Song Mingi eran tomados por las manos del omega, que se apretaba de ellos. El menor evitaba en seguir gimiendo, ya que una vergüenza invadía su cuerpo, era mucho que procesar. Estaba viviendo una experiencia inimaginable. Con sus manos tapó su boca, procurando que ningún sonido obsceno saliera, lo que le llamó la atención al más alto.

─¿Por qué te tapas? ¿Acaso hay algo que te ponga incómodo?

─Me da vergüenza, Mingi-ah...

─¿Qué te da vergüenza? ¿Hacer esto que es natural?

─Gemir sabiendo que te tengo enfrente mío, me da vergüenza.

Una ternura invadió el corazón de Mingi, no podía soportar ver la cara sonrojada del rubio del mullet, se veía completamente adorable y las palabras que habían salido de su boca habían hecho más efecto en el alfa.

─Tu voz es perfecta, tus gemidos igual. No deberías preocuparte, porque a mi me gusta.

Joder que había dicho, sentía miles de puntadas en su corazón que latía sin control. Song Mingi estaba casi hirviendo de la vergüenza que sentía y por supuesto que el pequeño rubio mucho más.

¿Por qué había dicho algo como eso? ¿Y por qué sentía unos finos y suaves labios chocar contra los suyos?

Exactamente en ese instante, Kim Hongjoong yacía besando los labios carnosos de Song Mingi, aferrándose de sus hombros para mantener el equilibrio. Podía sentir como su corazón latía, casi como el suyo. Y su aroma se fundía en su nariz. El alfa no se negó ante el beso, por supuesto que siguió. Era un beso suave y delicado que expresaba muchas emociones encontradas en el momento. Sus bocas aún seguían juntas, sintiendo las respiraciones agitadas de cada uno. Aquel beso había sido el primero que había helado la sangre de ambos.

Omega por equivocación ➸ MinJoong.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora