Capítulo 1. Reportes

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Dia1:

Hace dos meses que se había graduado y justo hoy comenzaba una nueva etapa en su vida; Jesús un chico de 23 años qué había conseguido un empleo como el encargado de sistemas de cómputo de una pequeña compañía comenzaba su primera semana de labor, quizás no era lo que esperaba como un primer empleo, pero para comenzar era bastante bueno, lo que nuestro amigo Jesús no sabía era que esa semana no solo sería el comienzo de su vida laboral, sino también el comienzo de una interminable pesadilla.


Iba de camino a mi lugar de trabajo, era un día común como cualquier otro y no se vislumbraba nada fuera de lo cotidiano, los titulares en los periódicos y los noticieros remarcaban algunos disturbios que se habían suscitado en Egipto el día anterior, presuntos desacuerdos entre la sociedad y un gobierno opresor, algo muy común en estos últimos tiempos, no me sorprendería que en un futuro México llegase a pasar por lo misma situación, las faltas de oportunidad y empleo y todo esto aunado en un incremento en la corrupción en todos los niveles sociales y políticos no hacían más que acelerar ese triste destino.

Llegué al lugar de trabajo, una pequeña casa que había sido acondicionada con un par de oficinas y una pequeña recepción. Entre por la puerta y la primera persona que vi fue a la recepcionista una mujer cerca de los cuarenta años, usaba unas gafas ovaladas que no le hacían justicia para nada con su rostro semi-rectangular y cabellos medio ondulados, la mujer de nombre Estefanía fijo su mirada en mí y con un poco de desdén me dio los buenos días, entre a la sala y ahí se encontraban los que iban a ser mis compañeros de trabajo sentados en una mesa, cada uno frente a su computador. Uno se llamaba Alfredo al parecer contaba con 38 años de edad, era bajo de estatura y un poco regordete, a su lado se hallaba Ricardo un señor trajeado que parecía contar con la misma edad que Alfredo, estos parecían que llevaban laborando en esta empresa ya algunos años, y finalmente frente a ellos se encontraba Gabriel un chico de 25 años que había sido entrevistado junto a mí la semana pasada. Me acomode en el asiento junto a Gabriel mientras escuchaba la conversación acerca de las noticias que se estaban suscitando en, al parecer las personas en su desesperación por comida empezaban a atacarse y robarse unas a otras. "--Que tan desesperante debiera ser la situación de aquel país para llegar a tanto--". Me comento Gabriel, yo solo asenté la cabeza y le respondí que sí, que era una situación difícil aunque internamente no le daba mucha importancia.

Habían transcurrido tres horas y era cerca del mediodía, Ricardo nos había dado nuestras tareas a realizar, mientras Gabriel daba mantenimiento a la pequeña red del lugar, yo me encargaría de encontrar errores en algunos puntos de código de una aplicación que se encontraban por entregar a un cliente el siguiente mes. Estefanía llamo a Alfredo y a Ricardo y les comento que el dueño de aquella pequeña empresa no iría a la oficina ese día, les comento que su hija había caído enferma de gravedad y había tenido que llevarla al hospital, pero por ese día ambos estarían a cargo del lugar.

Ana es una chica de 25 años que trabajaba arduamente como enfermera en un hospital al sur de la ciudad, sus días eran largos y pesados, a pesar de tener que cuidar y ayudar en su recuperación a los pacientes era algo satisfactorio para ella a nivel personal, muchas veces el exceso de los mismos junto a un desinterés de los médicos por sus obligaciones elevaba su nivel de estrés.

Eran las dos de la tarde y mi primer turno había terminado, era hora de comer algo y descansar un poco antes de volver a mis actividades, así que me dirigí al comedor del hospital y mire el cartel que se encontraba sobre el aparador para ver el menú que los cocineros habían preparado para el día de hoy, quizás una milanesa de pollo y algo de arroz estaría bien; mientras hacía mi pedido observaba el televisor que se encontraba en una de las esquinas del comedor, se encontraba en el canal de noticias y estaban reportando la situación actual que estaba viviendo Egipto, todo lo que había oído desde esta mañana eran noticias acerca de esa situación, no había nadie en el hospital que no tocara el tema para hablar de ello y dar su opinión acerca de lo que pudo haber desencadenado dicha revuelta, por mi parte no había tenido mucho tiempo de pensar en ello puesto que esta mañana ingresó una niña de 8 años con una intensa fiebre que tuvimos que atender de emergía y que por poco logramos estabilizar, aún se encontraba delicada pero la mantendríamos en observación.

La era de los InfectadosМесто, где живут истории. Откройте их для себя