No todo es tan sencillo

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WILLIAM.

Me había pasado casi toda la mañana pensando en Rose,

Me había propuesto dejarla atrás desde hacia mucho tiempo, sin embargo no podía, era casi imposible sacarla de mi cabeza. Y aunque había intentando mantenerme lejos. Ahora había cometido una estupidez. Se me había metido en la cabeza hacerle la vida imposible, así que había sido yo el que le había pedido a mi padre que me pusiera hacer negociaciones en Seattle. Sabia perfectamente que Rose estaría allí en nombre de su padre. Así que le había pedido al mio que también me enviara allí. Y aunque ahora me daba cuenta de que había sido un error tremendo querer ir. Una parte de mi me impulsaba a correr el riesgo. La mejor forma de sacarla de mi corazón seria odiándola mas, y eso solo lo podía conseguir estando con ella. Seria mas fácil odiarla al tenerla cerca, que odiarla al tenerla lejos.

-Vaya, pero miren quien esta aquí- Anne se recargo en el respaldo de la silla del comedor mirándome fijamente.

-Esta mañana no Anne- dije dándole un sorbo a mi café

-Vamos William, ¿no te has levantado de humor hoy?-

-Mas que una pregunta suena afirmación Anne-

Me levante de prisa tomando mi chaqueta y dándole el ultimo sorbo a mi café, Apenas me había despegado de la cama en toda la mañana y ahora ya era tarde para terminar todo lo que tenia que hacer hoy.

-Venga Vamonos- Camine hasta la puerta del comedor y cruce el camino hasta la puerta de la casa.

Anne me seguía detrás a paso firme pero lento aunque estaba seguro de que esta era mas bien una victoria para ella.

Había echo un trato con Anne, ella me quitaría a mi mama de encima y yo saldría con ella al club una o dos veces, me lo había pedido porque queria relacionarse con las personas de aquí, ya que ella era nueva en esto y no conocía a nadie.

Maneje hasta el club en silencio, por supuesto ella trataba de hablarme cada 5 minutos. Pero mis contestaciones se resumían en SI o NO. Nada que diera pie a una conversación.

Llegamos al club en silencio, ambos sin habernos bajado del auto.

-No puedes seguir haciendo esto- Solto

-¿Hacer que?-

-Seguir ignorándome- su voz era tranquila pero firme

-¿Quieres apostarlo?- conteste

-No podemos seguir haciendo esto, actúas como si no me conocieras, como si no estuviese aquí. Y eso no te hace muy maduro que digamos- dijo saliendo del auto

Tenia razón, era terriblemente agotador actuar como si no estuviese cuando desgraciadamente ella estaba aquí.

Pero tampoco estaba listo para olvidar lo que paso, si bien yo había cometido un error al dejarla entrar en mi vida otra vez, eso no quería decir que todo el pasado estuviese olvidado.

Sali del auto y la seguí por la acera, su caminado era igual de firme que la primera vez que la conocí, su cabello brillaba un poco mas con el sol, y su figura resaltaba por encima de muchas mujeres a su alrededor.

-Vaya, pero miren a quien tenemos aquí- dijo una voz bastante conocida detrás mío

Me di media vuelta para encontrarme de frente a ella.

Rose se encontraba justo en frente de mi, llevaba unos shorts deportivos blancos y una blusa a juego.

Camine unos pasos a donde se encontraba ella, para quedar mucho mas cerca suyo.

De nuevo tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora