D i e c i o c h o

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Puede que MinHo decidiera pedirle a JiSung ser su novio, pero no lo hizo hasta dos semanas después, cuando supo que era el momento indicado.

Los días pasaban, y con ello, más momentos los cuales JiSung y MinHo compartían juntos. Ninguno de los dos podía vivir sin el otro, y eso se veía en las horas que pasaban acostados, hablando de todo y de nada al mismo tiempo. Se estaban enamorando muy rápido, y aunque eso ponía feliz a la madre del castaño y al padre del peliazul, estaban muy asustados de que en cualquier momento algo malo llegara arruinando la perfecta relación que tenían.

MinHo había ideado millones de razones por las cuales JiSung podría decir que no. Pero cada vez que pensaba en una mala, diez buenas llegaban en un segundo y la razón mala quedaba en el pasado. Fue así hasta que pasó una semana y el castaño todavía no era novio oficialmente de JiSung. 

Eso ya estaba desesperando un poco a las dos familias. Sabían que ellos querían ir lento, pero como todos habían repetido alguna vez; los dos se querían mucho, y se notaba a kilómetros el amor. Por esa razón, cada vez que JiSung llegaba a casa, sus hermanas corrían a preguntarle si había ocurrido algo nuevo, o cuando MinHo abría la puerta de su hogar, su madre lo interrogaba acerca de cómo le pediría ser su novio. Empezaron a idear formas lindas para que ese recuerdo quede siempre en la mente del pelinegro, y recién a la segunda semana de decidir que lo haría, MinHo tomó el valor para pedirle a JiSung una cita.

Habían salido como amigos. Pero nunca habían salido como novios, así que el castaño estaba más nervioso que nunca, moviéndose por todos lados y haciendo la nota mental de todo lo que pasaría esa tarde. 

Al igual que MinHo, JiSung estaba nervioso, o se podría decir que incluso peor. No tenía idea qué ponerse o a dónde iban a ir, así que el día de la cita estaba vuelto loco por la casa preguntando cuales pantalones lucían mejor, qué camisas hacían que se viera más delgado, cuáles zapatos estaban mejor para la ocasión, entre otras cosas que sus hermanas apenas tomaron en cuenta.

¿Lo peor de todo? MinHo le había dicho que fuera abrigado. ¿Pero qué pista le daba a él sobre el lugar al que irían?

Cuando ya fueron las cuatro, JiSung se comenzó a vestir bajo la mirada de sus tres hermanas, que luego de mucha insistencia por parte del peliazul, logró traer a las chicas a su habitación. Ellas decían que sí, que no, que es muy feo, que es demasiado oscuro, hasta llegar al atuendo perfecto. Terminó vistiendo con jeans—la única prenda de ropa que no era rosa—, un suéter rosa pálido—el cual era demasiado grande, haciendo ver a JiSung más tierno de lo que ya era—y zapatillas blancas con gris. Era un atuendo un poco anormal para él, ya que casi nunca combinaba esos colores y menos los usaba para una cita, pero solo lo hizo por las súplicas de ChaeYoung y JiHyo, mientras que Yura le insistía en que se debía colocar un abrigo encima de ese suéter tan delgado.

Se maquilló un poco, tapándose las imperfecciones y luego aplicándose un brillo labial, ya que últimamente sus labios estaban secos y eso era como un delito en la familia Han.

—¿Han vuelto a follar?—preguntó Yura cuando lo maquillaba.

—¡¿Qué?!—se sonrojó.

—Necesitas ser menos obvio, JiSung. Te puedo ver los chupones desde hace media hora, y además estás caminando como un pingüino.   

Esa fue una de las conversaciones que tuvo con una de sus hermanas durante la “transformación”. Y sí, era verdad, JiSung y MinHo habían estado teniendo relaciones constantemente los últimos días, pero ¿qué podían hacer? Eran dos chicos con hormonas los cuales no habían tenido nada de ‘acción’ durante tres años, mínimo dos.

A las seis en punto alguien tocó la puerta de entrada, avisando que ya venían a buscar a JiSung. El chico, todavía demasiado nervioso para salir, estuvo buscando unos minutos su abrigo antes de abrir la puerta y encontrarse con MinHo, quién vestía con pantalones y chaqueta negros, y tenía una sonrisa que le quitó la respiración al peliazul cuando lo vio. Los dos se quedaron mirando un segundo, sin poder despegar los ojos del otro, y evaluando la vestimenta que llevaban.

❝Femenine❞『•MinSung•』Where stories live. Discover now