Parte 2: Apuesta sobre la Mesa.

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Lincoln actuó durante el silencio. Ese instante fugaz que tienen las ciudades-entre el alba y el amanecer- cuando toda la esencia del ruido se queda quita, suspendido encima del arco de concreto de los edificios, antes de rebotar contra el pavimento convertida en sonido.

El joven albino se ocultaba en la sombras. Su objetivo no era nada diferente a lo antes hecho.

Entrar, actuar y salir. En una forma simplificada de decirlo.

Como todo depredador en Casería, el uso de agilidad, Velocidad y sigilo durante la persecución o seguimiento de su presa era más que necesario. Un estilo o método muy común en los llamados “asesinos”.

«Gracias por las escaleras de incendio» pensó mientras entraba en un callejón entre dos edificios.

Su ropa solo era Negra. De pies a los hombros, incluyendo las manos por guantes, y la cabeza por una máscara.

Sus movimientos sigilosos, que fácilmente podían ser llamados sobre-naturales, lo hacían parecer solo una sombra visible en un parpadeo detrás de aquellas ventanas.

Un cuchillo en manos de un experto tiene múltiples usos según la situación.

En este caso abrir una ventana.

Lincoln observó aquel apartamento, analizando cada detalle, en busca de información del dueño.

«Otro Hombre con una Historia que contar y otra por vivir.» Pensó durante el registro de sus pertenencias.

Un desastre de la nada era lo que debía ver el dueño del apartamento.

Era un mensaje de intimidación.

Por supuesto, eliminarlo mientras duerme era algo más fácil. Sería más rápido y efectivo. Pero no.

Lincoln simplemente no quería hacerlo. No es que no lo allá hecho antes, pero en este caso aquel sujetó no lo merecía.

Al terminar de escribir en la pared «… Teniente Jane…», el nombre a quién estaba dirigido el mensaje.

La ventana se cerró.

Lincoln corrió varias calles antes de quitarse el disfraz.

Simplemente se retiró los guantes y capucha, se acomodó el abrigo revelando que este era realidad un saco.

Era un traje elegante.

Y frente a él su limusina.



En la casa Loud había un momento de tristeza. Pero no lágrimas.

Las hijas mayores al ser ya adultas tenían que hacerse cargo de su vidas.

Pero eso no las alejaba de sus padres y hermanos menores.

Aquella despida pareció eterna para los padres. Aún así tenían esperanza de que regresarían dentro de poco.

No era raro de que el mandato familiar nunca se cortará. Después de lo ocurrido hace unos años.

-Asta pronto mis queridas hijas-Se despidió la Madre.

-Tranquila mamá volveremos pronto-Respondió Lori, la mayor.

-Yo solo tengo que diseñar una línea más antes de tomar más días libre-Prosiguió Lenin.

-Y está gira solo durará una semana- Declaro Luna.

-Yo creo que soy más una inquilina- Dijo Luan- Es positivo inclinarse a esa idea.

-Lincoln no sea levantado?-Pregunto el padre.

-Sabes como son los chicos de su edad- Dijo la madre- Déjalo dormir.

Pero él no estaba donde creían.

La Vida Secreta de Lincoln Loud (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora