Me enamoré de mi profesor

Mi primer dia en la cuidad

Soy amelia Mi vida era una celebridad, una madre amorosa una amiga fantástica y un hermano que nunca esta y un padre que no conocí y que no pienso conocer me he mudado a California yo y mi amiga para ir al a universidad mi sueño es ser maestra y eso haré.

Mi amiga estudiara licenciada en empresas. hoy es mi primer día en la cuidad así que deberíamos hacer algo pasear por la cuidad conocer museos y mas cosas.

Después de haberme mudado a esa cazota hermosa que compro mi madre estaba aburrida y sola mi madre se había hido a una empresa ella se había trasladado desde México a una empresa en California.

Después de estar tanto tiempo aburrida y sola me llegó ala mente una fantástica idea salir a recoger la cuidad y pasear, karol se había mudado a un departamento ya que se mudo sola yo quería que ella viviera conmigo pero ella no ha querido y su madre se ha quedado en México.

Salté de mi cama y tome mi móvil le marque esperando que contestara.

—Hola ¿qué haces? — dice desde el otro lado del teléfono

—En realidad aburrida y ¿tú?— pregunté

— Arreglando mis cosas —dice karol

—Te llamé para que nos divertirnos un poco — comenté.

— ¿Cómo lo piensas hacer?—
pregunta karol.

—Dime tu la reina de las ideas— dije

—Salgamos a estrenar la cuidad — dice karol

—Lo mismo pensaba, buena idea—dije

—Voy para ya — dice karol

—¿Te acuerdas cómo venir? - pregunte

—Claro, pero como volveremos si no conocemos la cuidad — dice karol

—Tiráremos panecillos para recordar — propuse.

—O..k adiós — dijo y colgamos

( Minutos después).

Para ir me vestí con un vestido azul no tan largo, sin mangas casi siempre me vestía así solo con vestidos me encanta vestirme así pero en cambio mi amiga Karol se viste con chaqueta de cuero y unos jeans negro igual que la chaqueta apuesto que se vestirá así, casi toda su ropa es así.

Después de vestirme bajé tomé todos los panecillos posibles los eché en una funda y salí de la cocina. De repente oí sonar el timbre me dirigí hacia la puerta y abrí.

—¿Hola tienes los panecillos?— pregunta Karol.

—Claro— dije saliendo.

—No traes prendas — dice karol mirándome mal.

—No empieces, sabes muy bien — aclaré.

—Cuando tengas una cita, te maquillare aunque no quieras — aseguró Karol.

—Mejor vamos — dije y fuimos.

Empezamos a tirar los panecillos. En el camino yo tiraba los panecillos y karol observaba el paisaje, de repente oí sonar mi móvil desde mi cartera le di los panecillos a karol y contesté.

—¿Haló?

—Hola hermanita,  ¿cómo estas?

—Bien, y ¿tú?

—Bien.

—¿Quién es? — pregunta Karol.

—Mi hermano— dije apartando el teléfono.