Me acerque rápidamente a ella para poder auxiliarle.
⎯¿Se encuentra bien? ⎯ me arrodille a su lado sacando un pequeño pañuelo azul que llevaba conmigo ⎯Tranquila, tranquila ⎯ murmuré cuando se arrastro tratando de alejarse de mi.
Le ofrecí el pequeño pañuelo y ella rápidamente lo tomo.
⎯Mantenga la presión ⎯ murmuré poniéndome de pie para poder sacar mi chamarra y colocársela encima de su desnudo cuerpo tratando de cubrirla un poco ⎯¿Qué sucedió? ⎯ pero no obtuve más que temblorosos quejidos de su parte ⎯¿Y su ropa?
⎯Ah, mi pierna ⎯ se quejo desviando su mirada a aquella parte de su cuerpo.
⎯Sí, ¿Con qué se hirió? ⎯ pregunte tratando de ayudarla, pero de nuevo como respuesta solo recibí quejidos temblorosos .
⎯Servicios de emergencias, aquí la sargento Amber Vólkova. Necesito una ambulancia en el cementerio de Yoorana, hay una mujer herida. ⎯ hable a través de mi radio mientras sostenía a la mujer por los hombros tratando de tranquilizarla.
⎯Entendido.
⎯Oye, me llamo Amber. ¿Cómo te llamas? ⎯ la voltee para poder ver su rostro, pero no obtuve respuesta, solo una mirada desorbitada ⎯¿Cómo llegaste aquí?
Parecía que iba a comenzar a hablar cuando otros quejidos del lado izquierdo del cementerio llamaron mi atención y también la de la misteriosa mujer que volteo a ver a todas las direcciones asustada.
Tome mi linterna poniéndome de pie, a menos de 4 metros había un hombre en cuclillas a lado de un par de tumbas desnudo, cubierto de tierra y que hablaba un raro italiano
⎯Policía, ¿Puede acercarse a la luz? Por favor ⎯ pero tampoco obtuve respuesta de su parte ⎯¿Se encuentra bien? ⎯ no respondió, solo se levanto lentamente ocultándose detrás de una de las tumbas.
Pero una tos a la distancia hizo que desviara mi vista de aquel hombre, dirigí la luz de mi linterna hacia donde provenía aquella tos, me alarme al ver a otro hombre desnudo y cubierto de tierra caminando torpemente hacía un árbol.
⎯Yoorana 302, necesito asistencia. Traigan refuerzos de Shukla, tengo mucha gente desnuda en el cementerio. ⎯ hable por el radio mientras me arrodillaba de nuevo a lado de la mujer.
⎯Enterado.
Seguía revisando el cementerio en busca de alguna otra persona en el mismo estado que las otras tres cuando un vehículo se estaciono algunos metros detrás de mi patrulla. Me acerque viendo que era la doctora McKeller quien salía del vehículo.
⎯Amber ⎯me llamo caminando hacia a mi con su bolso de enfermería y algunas mantas en sus manos.
⎯Elishia, ¿Y la ambulancia? ⎯ pregunté al ver que detrás de ella no venía nadie más.
⎯En camino, ¿Qué pasó?
⎯No tengo idea, pero hay más de uno ⎯ comente señalando y acercándome a aquella mujer que ahora estaba en la parte trasera de mi patrulla.
⎯¿Cuántos son? ⎯pregunto McKeller dejando las cobijas en el suelo.
⎯No lo sé, revisa su pierna ⎯ señale la parte donde se le veía unan gran cortada.
[1] R E S U R R E C T
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