- Hola...

- Hola Banana... -- Dije en su mismo tono de suavidad.

Después de 2 segundos mirándonos tiré de su brazo para darle un abrazo que significaba todo entre nosotras. Es increíble como un gesto tan fácil de hacer puede ser tan grande cuando te lo dices todo y no hacen falta palabras para entenderte con esa persona.

- Te he echado mucho de menos Mimi...

- Y yo a ti Banana... muchísimo.

Puse una mano en su cabeza que la encajo en el cuello y yo enterré la mía en su pelo, nada más oler su perfume y el olor de su pelo me sentí como en casa, porque con ella me sentía segura y era mi soporte.

Le di un beso en la mejilla, que tal vez duró unos segundos de más para el lugar en el que estábamos y rodeada de tantos periodistas, pero nos dio igual porque cada gesto así entre nosotras nunca duraba mucho más, y total que más daba si la iban a seguir relacionando con Miguel Ángel a pesar de todo.

Antes de separarnos del todo le acaricié la mejilla y nos dedicamos una sonrisa, tenía unas ganas de besarla... pero no podía ahí en medio.

"Tan solos unos meses más, va Mimi" me dije internamente.

- Vamos chicas antes de que os fotografíen las caras de tontas que lleváis cuando os miráis. -- Dijo Ricky cogiéndonos para salir.

Llegamos al coche y le dije a Ricky que condujera él que me quería poner detrás con Ana.

Nada más subirnos al coche Ana se acurrucó contra mi como pudo y le di un beso en la sien a lo que ella respondió con un suspiro dejando que su cuerpo se relajara.

- ¿Estás bien? -- Le dije en un tono de voz muy bajo para no romper esa paz que teníamos nosotras dos ahí detrás.

- Sí -- Se puso a jugar con mis dedos las manos que las tenía posadas en su vientre - ¿tú estás bien? -- Asentí mientras volvía a posar mis labios en su sien durante un rato.

- Te amo -- le dije nada más separar mis labios de donde estaban posados.

- Yo también te amo.

Se incorporó para besar mis labios. Era un beso dulce, un beso que necesitábamos las dos después de estar un poco más de tres semanas sin vernos. Nuestras lenguas no tardaron nada en entrar en juego, pero el beso no se calentó en ningún momento, seguía siendo un beso dulce y tranquilo. Hasta que una voz nos interrumpió.

- Oye que Aitana y yo no estamos aquí para ser unas sujeta velas. -- Dijo Ricky mirándonos por el espejo retrovisor.

- Joer Ricky pero déjalas que son súper monas. -- Se giró hacia nosotras y nos sonrió. -- Es que míralas...

- Todo lo monas que tu quieras son pero el sexo en su casa.

- ¡RICKY! Eres un bruto con estas cosas. -- Le reprochó Ana.

- Ni que no hubieseis hecho nada.

- Deja a las warmis y sus intimidades.

- Oh vamos Aitana, tanto tu como yo sabemos que lo han hecho y no poco y que hoy toca otra sesión después de 3 semanas.

- Espera, ¿pero lo habréis hecho verdad? -- Dijo Aitana girándose ya que estábamos demasiado calladas.

- Mujer si quieres nos hemos tirado 11 meses viendo pelis en el sofá y abrazaditas sin hacer nada. -- Le dije interviniendo en la conversación.

- Madre mía, que fantasía tienen que ser estas dos en la cama...

- Pareces Amaia con algunos comentarios.

Vuelves (TERMINADA) // WarmiWhere stories live. Discover now