Omega por equivocación ➸ MinJoong.

O8; Caso Choi San.

─¿Recientemente ha entrado una nueva alumna a su salón? ¿Verdad?

─¿Hablas de la agradable chica de cabello violeta?

─Exactamente es ella, necesito que me confirmen algo, ¿Les ha comentado el por qué se trasladó a esta escuela?

Detenidamente Choi San escuchaba las palabras de sus amigos, decidieron hablar detenidamente en el salón abandonado que se encontraba debajo de la escuela.

Corrieron y sigilosamente se adentraron a aquel lugar, procurando que nadie los viese.

─Es necesario que sepa si es una omega, alfa o beta.

─Ella es beta.─Aclaró Kim Taehyung el alfa de cabello castaño, por lo que Jimin asintió ante las palabras de su amigo.

─Ahora... Neces-

El timbre que avisaba que el receso había terminado resonó por toda la escuela. Sin embargo aquellos tres chicos no salieron de allí. Jimin y Taehyung estaban dispuestos en ayudar a su amigo en lo que él les había pedido.

─Maldición, ahora necesito que me digan ¿Ella tiene algún tipo de relación con Song Mingi el alfa de nuestro curso? ¿Ha hablado de eso?

─Ella ha dicho que se trasladó a esta escuela, ya que tiene un lazo de familia que la unió con ese alfa.

─¿Qué clase de lazo de familia?

─Ella es su prima.

─¿De verdad es su prima?

─Ella nos contó que venía desde muy lejos, y se trasladó aquí para poder pasar tiempo con su primo y conocer gente nueva, ella no se ve como una mala persona.

─Ya veo, ¿Su nombre es?

─Creo que era Kim Dahyon.

─¡No, tonto! Es Kim Dahyun.─Aclaró el rubio de los labios carnosos.

─Eso era todo lo que necesitaba saber. Gracias chicos. Aunque creo que ya es la hora de irnos, estamos llegando súper tarde a clases.

Los tres chicos salieron de aquel salón abandonado y comenzaron a caminar rápido por el pasillo. Tratando de que ningún directivo los viera. Sin embargo fallaron y fueron llevados hasta una sala donde les dieron un sermón para hacerles entender que lo que habían hecho estaba mal.
Choi San no podía creer que estaba en ese patético lugar, con una persona que le decía cualquier cosa que se le venía en mente. Pero las palabras que sus amigos le habían dicho habían sido de gran ayuda, agradecía que ellos fueran lo bastante curiosos y amigables para preguntarles aquellas cosas a la prima de Song Mingi. Solo debía comentarle esas palabras al pequeño omega rubio, aunque sea para aclarar sus dudas y alegrarlo aunque sea un poco.

Finalmente de que aquel directivo terminará con su sermón del siglo, les hizo firmar un papel a los tres chicos, dándose cuenta que al resonar el timbre la hora de clases había terminado. Y ya debían de irse a sus casas y retirarse del establecimiento.

El pelinegro acompañó a Jimin y Taehyung a su correspondiente salón y se despidió de ellos, para ir corriendo hasta el suyo y buscar sus pertenencias que habían quedado allí. Pero quedó casi perplejo cuando sintió las fuertes feromonas de Song Mingi inundar su nariz.

Era detestable.

Salió del salón con una expresión de pena en su rostro, y desapareció entre el pasillo. Lo que había dejado curioso al omega. Pero en ese entonces recordó a Kim Hongjoong, y con rapidez entró al salón, abrió la puerta y pudo visualizar que aquel pequeño chico estaba ahí. Estaba llorando en el suelo, sus lágrimas caían suavemente por sus mejillas lo que hizo que la angustia lo consumiera vivo.

─Oh, pequeño Hongjoong.

─No me mires, no debería estar llorando, lo siento tanto. Es tan vergonzoso.

Choi San corrió hasta la mochila que estaba sobre su asiento y tomó una bolsita de pañuelos desechables, y se lo entregó al rubio.

─Tu rostro se ve más lindo si no lloras, tonto.

Kim Hongjoong tomó un pañuelo y limpió sus lágrimas.

─Tengo buena información que será de tu ayuda, pequeño Minion. Debes escuchar atentamente lo que te diré. Mi única meta aquí, es que tú te puedas sentir feliz y cómodo como era antes. Así que pido que no vuelvas a derramar más una lágrima en vano, debes sonreír ¿Okey? 

─Está bien.

─Hagamos una promesa.─Dijo el omega pelinegro, extendiendo su dedo meñique.

Una sonrisa alumbró su rostro cuando vió que el dedo meñique de Kim Hongjoong estaba entrelazando el suyo.

─Que sea una promesa.

YUNHOREO ©