Navidad de un Parisino Nostálgico

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El invierno llegó rápido a París, el frío del exterior era gélido; sin embargo, las calles estaban repletas, las personas caminaban en compañía de amigos y familiares en medio de risas amenas por los senderos adornados de los campos Elíseos, mientras tanto, yo me encontraba sentado en una banca con un ramo de rosas a mi lado y un cuaderno desgastado entre las manos, las personas que pasaban cerca mío parecían verme de reojo, aún así, rápidamente desviaban sus miradas llenas de especulaciones trágicas, probablemente piensen que he sido rechazado en plena Noche Buena, eso me hace sonreír por un momento y solamente continuo leyendo el texto del cuaderno que sostengo.

"Mi querido, Marqués"

Leo la primera línea del texto y con el pulgar toco las cortas palabras que ahora se sienten rasposas bajo el roce de mis yemas.

 <Tú no solías poner una coma después de mi querido, esa coma cambió el significado de las palabras, ¿te diste cuenta alguna vez?>

"Ha pasado un tiempo desde que sé algo de ti, el trabajo me ha acaparado completamente, estoy orgullosa de lo que he logrado, pero tampoco quiero dejarte de lado, siempre he sido fría en mis profesiones, pero cálida en mis amistades, ¿sabes por qué te digo esto?...

...Deseo, mi querido Marqués, que estuviera en mi poder, por acciones, más que por palabras, el convencerte de que te amo. Por eso mismo, te pido de la manera más amable que nos reunamos el 24 de diciembre...."

Siento como se forma un nudo en mi garganta y ahogo un sollozo al pensar en tu expresión de emoción al estar escribiendo esta pequeña carta, cierro la libreta con delicadeza y acaricio suavemente la tapa del cuaderno, sin ni siquiera terminar de leer el texto que ya he leído millones de veces inviernos atrás. 

Cuando siento la brisa gélida golpearme con fuerza es cuando decido que lo mejor sería volver a casa, así que me levanto y tomo el ramo de rosas que tampoco pude entregar este año.

Las personas que pasan cerca mío parecen verme de reojo, con sus miradas llenas de lástima mal disimulada, tal vez piensan que me han rechazado en plena Noche Buena, eso me hace sonreír un poco y prosigo con mi andar.

<Mi querida, Adrienne.

Esta Navidad también esperé por ti, esperé cada segundo con la esperanza de verte una vez más, de verte llegar corriendo, con el cabello alborotado y las mejillas sonrosadas por el frío.

Y escuchar de ti unas simples palabras: "Disculpa la demora"

¿Es tan difícil de hacer? ¿Acaso no puedes llegar corriendo, con el cabello alborotados y las mejillas sonrosadas por el frío a disculparte por la demora?

Inclusive preparé un ramo de rosas para ti, tus favoritas.

Todavía conservo tu diario, aquel que me pediste no tomar y que aún así lo hice.

¿No los quieres?

¿Por qué no vienes por ellos?

¿Me dejarás otra Navidad esperando, Adrienne?>

Como siempre, la Navidad llegó muy rápido para este parisino nostálgico. 

I loved, I loved, I lost youWhere stories live. Discover now