Cada muñeca tenía un conjunto diferente y tema para su sesión, pero sólo me preocupaba por lo que Camila haría con su pareja modelo, y si se me permiten añadir, me di cuenta de que estaban siendo terriblemente cercanos y amigables, y eso no iba bien conmigo y prácticamente podía sentir hervir mi sangre por la vista de ellos.

—Esto podría causar serios daños, ¿no te parece? —de pronto escuché la vos de Evelyn a través de mis pensamientos.

—¿Eh? —Miré hacia ella confundida.

—Este bate de béisbol. —dijo, dándole vueltas desde un depósito que contenía los otros apoyos para la sesión de fotos—. Quiero decir, seguro que es un equipo de deporte. Pero si alguien me molestó, yo estaría encantada de reventarle la cabeza con esto.

—Jesús, Evelyn. —Hice una mueca—. ¿Que demonios?

—¿Qué? —Me miró inocentemente mientras se encogía de hombros—. No importa. —Negué con la cabeza y volví a mirar en Camila, que estaba riendo adorablemente de alguna broma el modelo le dijo.

—De todos modos, —dijo Evelyn, soltando el bate—. La fiesta de cumpleaños de Pine es esta noche. Solo te lo recuerdo de nuevo.

—Mierda. —murmuré en voz baja—. ¿Es esta noche?

—Sí. Y antes de que me lo preguntes, el regalo ya fue comprado y está listo para ser dado a Logan. Todo lo que tiene que hacer es presentarte allí.
—Sí, lo que sea está bien.

Evelyn empezó a decir algo más, pero toda mi atención se dirigió de nuevo hacia Camila, bloqueándola por completo. Su cabeza cayó hacia atrás mientras se reía en voz alta y su mano cubría su boca. Cuando ella se enderezó de nuevo, la mano de Camila se posó en el hombro del joven, apoyándose en él.
Mantén la calma Lauren.

Mi puño y mi mandíbula se tensaron por la vista, pero mi corazón y estómago revoloteaban por el sonido de su dulce risa.

No sabía por qué me sentía tan nerviosa por ver a Camila conversar con otro hombre, alguien que no era yo. Es decir, no podría estar sintiendo celos... ¿verdad? Porque entonces eso sería muy tonto de mí parte, porque pude experimentar algo más personal con ella la noche anterior, que otro hombre era capaz de hacer.

Pero aún así, quería que ese chico se calle y acabar de una vez con esta sesión, para que pudiera dejar a Camila. Así que empecé a caminar hacia ellos, para apurarlos y poner fin a su pérdida de tiempo.

Mientras me alejaba de Evelyn y me acercaba a ellos, oí que me llamaba, ya que supongo que estaba en medio de decirme algo, pero tenía que esperar. Tenía cosas más importantes de qué preocuparme y encargarme.

—Oh, Dios mío, ¡me encantaba ese programa! —Oí exclamar Camila mientras me acercaba a ellos—. ¡Era tan gracioso!

—¿Cierto? —el chico se rió—. Oh, y recuerdo cuando en ese epi-
Me acerqué a ellos y aclaré la garganta, lo que llamó la atención del modelo, hizo una pausa y me observo, con una pequeña sonrisa plasmándose en sus labios. Luché contra la urgencia de rodar los ojos hacia él.

Él era, literalmente, lo que es un modelo que verías en una revista de mierda. Él era bastante musculoso y tenía el rostro cincelado con los rasgos afilados, como una ligera barba extendida a través de su mandíbula inferior. Era unas pulgadas más alto que yo, o tal vez era sólo la forma en que su pelo castaño fue peinado y colocado perfectamente en su lugar. Y por alguna maldita razón, él era capaz de hacer el sencillo traje negro que llevaba con una corbata roja, ser algo más excepcional de lo que era en realidad.

Putos modelos de aspecto de imagen perfecta.

Pero el chico era la menor de mis preocupaciones. Moví la mirada hacia Camila, que estaba mirándome con timidez. Ella también me dio una pequeña sonrisa, cuando la saludé. Pero muy rápidamente, mi sonrisa se cayó y me quedé completamente inmóvil. Sentí una respiración forzada me deje mientras estudiaba Camila de pies a cabeza. Su cabello estaba alisado de nuevo y llevaba un vestido corto de color rojo que apenas tocaba sus rodillas. Tenía tirantes finos y bastante el escote pronunciado, haciéndome tragar duro. El maquillaje alrededor de los ojos hacía que se vean más grandes y profundos, y sus labios estaban pintados de un rosa claro. Por último mis ojos se dirigieron hacia sus piernas, que parecían tan suaves al tacto, y terminaron con un par de tacones negros atados a sus pies.
Jesús.

The Jauregui's Dolls. Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang