No me dejes caer

14

“Realmente fuiste un tonto”

“Es tu culpa”

“Te lo advertimos pero no escuchaste”

“El te mintió”

“Te uso”

“Siempre lo hizo”

Era verdad.

Al final ellas siempre tuvieron razón.

El había sido un idiota al creerse todas esas palabras que Shizuo le dijo, que confiara en el, que lo iba a ayudar, todo fue una farsa, una mentira para mantenerlo ciego, para que Shizuo pudiera vengarse de todas las cosas que le hizo en el pasado, supo que jamás pudo haber sido tan sencillo, que el rubio lo aceptara y aun mas, que lo quisiera, el iluso había sido él al pensar que todo lo que  le dijo alguna vez fue verdad, por permitirse sentirse seguro a su salo. Al final…Termino herido de nuevo.

Sus piernas ardieron, estaba cansado, de tanto correr, de tanto llorar pero ya no podía detenerse.

Quería desaparecer, que la tierra lo engullera y jamás pudiera volver, debía irse, debía alejarse todo lo que pudiera.

Sintió a Shizuo detrás de él, gritándole que parara, justo como esa vez, el mismo escenario. Pero Izaya ya no iba a ceder tan fácil. Ahora sabía que realmente no había nadie en ese mundo en el cual pudiera confiar, a quien pudiera querer.

Ahora sabía que no había nada para él.

Que siempre estaría destinado al fracaso y al dolor.

Pero entonces lo que siguió, fue tan rápido y confuso para él.

Escucho a Shizuo gritar su nombre, muy cerca de él, pero Izaya estaba tan sumido en su pequeño mar de emociones que no lo vio venir hasta que prácticamente fue demasiado tarde.

Un auto.

Frente a él. Izaya estaba a mitad de la calle, se había cruzado ignorando que el semáforo para estos estaba en verde.

Pero lo prefirió así.

Así podría morir de una vez por todas por lo que no siguió avanzando, aunque hubiera sido imposible escapara aun de haberlo hecho.

Pero el golpe mortal nunca llego, solo unos brazos atrapándolo y después el cayo contra la acera golpeándose la cabeza, esto le lanzo una oleada de dolor que lo descoloco por breves segundos, más una vez que su visión borrosa se aclaro pudo ver con terror lo que había ocurrido. Había sido tan rápido.

El auto se había detenido justo por donde él estaba antes hace breves milisegundos. Delante de este estaba Shizuo.

Lo…

Lo había salvado.

El ex barman yacía tirado un par de metros lejos de él, boca abajo pero bien, se levantó y sobo su cabeza como si el golpe solo le hubiera causado solo eso, dolor, sin fracturas, solo moretones y rasgaduras en su ropa, raspones y un poco de sangre en su brazo que fue en donde cayó al ser lanzado, pero aun así a su vista el rubio se recompuso como si solo hubiera tropezado con una roca.

-¿Shizuo que…?- dijo involuntariamente, aun sin poder aislar del todo lo que acababa de pasar.

Ahora la tristeza y la ira que estaba sintiendo hace pocos segundos desapareció por completo, y olvidando que la persona que estaba ahí era causante de todas sus lágrimas se levantó ignorando que su propio cuerpo dolía al haber sido empujado, avanzo hacia Shizuo en una velocidad impresionante y lo tomo por los hombros.

-De verdad que eres una pulga molesta- no lo dijo con resentimiento o con el propósito de echarle la culpa y hacerlo sentir culpable, lo dijo suave, y sonriéndole.

¿Por qué a pesar de todo seguía siendo tan bueno con él?

Izaya entonces tuvo una ganas horribles de lanzarse a él y abrazarlo, no soltarlo nunca, abrazarlo tan pero tan fuerte y que no le importara si lo lastimaba, estaba bien, estaba a salvo y lo había rescatado de nuevo, él fue el culpable en esta ocasión, estúpido por no fijarse.

Pero antes de replantearse si hacerlo o no, noto como varias personas se juntaban a su alrededor, murmurando y observándolos con detenimiento, fue que el azabache noto que no traía la capucha puesta, se le había caído hacia atrás al momento de empezar a correr, su rostro estaba expuesto, eso lo saco de sus pensamientos y rápidamente alzo la prenda y se cubrió, sabiendo que era en vano pues alguien ya tuvo que haberlo reconocido.

-¿Estas bien?- le pregunto Shizuo notando su nerviosismo, rápidamente se dio cuenta de lo que pasaba, inclusive el tráfico se había detenido para verlos, el hombre que lo había atropellado bajo rápidamente y se acercó hasta ellos comenzando a disculparse y formar miles de preguntas sobre si estaba bien y si debería llamar a una ambulancia, eso desvió la atención de Shizuo sobre él, quien se esforzó por no gritarle al hombre y a las personas que se largaran.

-¡Dios mío Shizuo!- todo el barullo de ruido y gente se detuvo cuando Sora empujo a un par de personas y se acercó corriendo hasta Shizuo, casi empujando a Izaya para colocarse a su lado, la castaña reviso su rostro y su brazo, había notable preocupación en su rostro y eso solo sirvió más para descolocar a Izaya.

El no reacciono así.

Esa chica realmente se preocupaba por Shizuo.

-¿Qué te paso? Mira estas sangrando ¡Alguien llame a una ambulancia por favor!

Pareció que una vez vieron que se trataba del hombre más fuerte de Ikebukuro el interés de las personas se perdió, pues la mayoría se giró para continuar su camino, las bocinas no se hicieron esperar y reclamaron a los tres y a los pocos habitantes que se quedaron a ver el desenlace a que se movieran, Sora rápidamente y no sin antes gritarle a los conductores que se callaran, paso un brazo por la espalda de Shizuo para ayudarlo a levantarse y llevarlo hacia el lado opuesto.

Izaya saco rápidamente su teléfono y llamo a emergencias, se quitó de la calle junto con las demás personas que fueron poco a poco disminuyendo hasta limitarse a un par de estudiantes chismosos que guardaron distancia una vez llegaron a una banca frente a una tienda.

-Creo que está roto- escucho decir con angustia a la castaña mientras inspeccionaba su brazo.

-No es para tanto- respondió Shizuo.

-Tonto no digas eso, si no hubieras salido detrás de el- y fue la primera vez que miro a Izaya, una mirada helada y que emitía odio, obviamente lo estaba culpando.

-¿Te duele?- pregunto muy bajo Izaya.

-Eh estado en peores, me he roto este brazo miles de veces que ya casi no sé cuándo lo está o no.

-¿Estas bromeando? ¡Pudiste morir!- exclamo Sora sacando un pañuelo de su bolso, lo extendió y comenzó a tratar de limpiar la sangre de su brazo, con sumo cuidado de no dañar al rubio.

-Pero no pasó nada, tranquila.

-¿Cómo puedes pedir que me calme eh? Saliste de la nada corriendo, me dejaste sola y tuve que seguirte y cuando por fin te alcanzo te encuentro así, me has dado un susto de muerte.

-Bueno…lo siento.

-¡Nada de lo siento! ¡Y tú!- grito señalando a Izaya.-Se perfectamente quien eres ¿Provocaste a Shizuo a propósito no es así? ¡Querías dañarlo como siempre! ¿Qué no puedes dejarlo en paz solamente un día? ¿Es eso mucho pedir? Eres un maldito imbécil ¡Un gran imbécil! ¡Solo déjalo y ya, se supone que estabas muerto ¿No es así? Entonces hazme el favor y regresa a tu maldita tumba.

Y cada palabra le calo profundo, no porque las dijera ella, no porque le importase, si no porque cada cosa que dijo resulto ser verdad.

“Es verdad…”

“Deberías estar muerto”

“¿Ya viste lo que le provocaste a Shizuo?”

“Solo sirves para dañar”

-¡Sora!- grito Shizuo apartando el brazo de la chica.

-¡Es la verdad!

-¡No puedes hablarle así!

-¿Por qué? ¿Por qué no puedo? ¡Tú haces lo mismo siempre que lo menciono! Lo odias tanto como yo ¡Tú me lo dijiste Shizuo!

Ah…

Así que era eso.

Shizuo rápidamente miro a Izaya.

-No es verdad.

Sus ojos se veían tan arrepentidos y sinceros.

Pero Izaya ya no pudo soportar seguir creyendo que todo iba a estar bien.

Sea mentira o verdad…

Lo único cierto era que era un desastre.

-Hey Shizuo…-hablo, y sintió como su voz se quebraba.-Esta bien, sé que es cierto ¿Me odias no? Después de todo me sigues odiando, pero estate tranquilo, ya no voy a correr, solo quiero…estar a solas un rato, me iré y…tu espera aquí con ella, se preocupa mucho por ti y tiene razón, soy un imbécil. Lamento que todo terminara así, espera a que llegue la ambulancia y recupérate ¿Bien?

-No, no, no, lo estás entendiendo mal Izaya.

-¿Qué cosa? ¿Que todo este tiempo estuviste con alguien más mientras me decías a mí que no me ibas a dejar solo? ¿Qué realmente nunca confiaste en mí? Si querías lastimarme debiste lanzarme un poste de luz como siempre y gritarme ¡No esto! ¡¿Estoy harto sabes?! ¡Harto de ser el que siempre termina llorando! ¡Harto de que me mientan! ¡Harto de sentirme así! ¡Harto de todo! ¡Yo te quiero ¿Sabes?! ¡Te quiero demasiado! Pero si vas a seguir así con ella por mi está bien ¡Esta perfectamente bien! Porque desde un principio siempre supe que no iba a terminar bien, así que por favor solo sígueme odiando como antes y finjamos que esto nunca paso, que nunca me encontraste esa noche, que nunca te sentiste mal por mí, que nunca me perseguiste, que nunca me abrazaste, nada, volveremos a ser los de antes, me esforzare por odiarte. Porque de verdad ya me canse de tener esperanza y que me la arrebaten de un segundo a otro ¡Así que vete al diablo Heiwajima! ¡Lo que hagas de ahora en adelante me importara una mierda!

Grito todo con todo el dolor que pudo, sollozando, sintiendo sus mejillas arder y su cabeza doler.

-Hey Izaya solo escúchame por favor, te voy a explicar todo.

Shizuo rápidamente se zafó de Sora y se levantó, con su brazo sano tomo la mano de Izaya.

-Ya no- murmuro cerrando los ojos.

-Todo es mentira, todo lo que dijiste, eres muy importante para mí y sé que lo sabes bien, te lo demostré la noche en el edificio, te lo he demostrado siempre bebé.

Ese pequeño y nuevo apodo, basto para terminar de derrumbar a Izaya, pues por un pequeño segundo su ira se vio remplazada por una inmensa alegría.

-Y quiero que dejes de pensar en que el mundo siempre va a estar en tu contra, yo estoy aquí, y mientras siga viviendo estaré contigo, aun si todo el mundo te odia, yo te protegeré, por que te amo demasiado y no me importaría ser odiado por todos, si solo estamos los dos está bien, es perfecto así, y soy honesto, lo digo de verdad así que por favor solo déjame explicarte todo esto, por favor- imperceptible pero notable para Izaya, percibió como la voz de Shizuo también se quebraba.

-Shizuo…- hablo Sora aun sentada en la banca.

Habían armado un escándalo pero la gente pareció no percatarse de ello, a lo lejos el informante pareció escuchar el sonido de una sirena, pero no le intereso en lo absoluto, aún estaba absorto por las palabras de Shizuo.

Pero es que ya no quería creer en nada. Sabía que si lo hacía todo volvería a como era antes, con el sufriendo de nuevo y de verdad ya no sabía si sería capaz de soportar otra desdicha.

-Shizuo ¿Qué estás diciendo? ¿Estas saliendo con él? ¿Con un hombre?- el ambiente se rompió cuando Sora se acercó y se paró en medio de ambos mirando al rubio.

-Lo hago ¿Algún problema?

-¡Enorme problema! ¿Por qué? ¿Acaso no te gusto? Creí que por eso estábamos saliendo.

-No, no lo hacíamos, tu madre me pidió que lo hiciera pero era para fingir que tú tenías pareja, todo fue una farsa.

-¡Claro que no!

-…Lo fue.

Pudo sentir como el cuerpo de Sora se tensaba al oír eso.

-Me mentiste.

-Se supone que tú también lo sabias.

-¡Claro que no! ¡Todo fue real para mí!

-Bueno…-Shizuo llevo una mano a su nuca y desvió la mirada.-Lo lamento por hacerte creer todo esto.

-Mmm, entonces así son las cosas.

Entonces la chica saco su teléfono, marco un número que Izaya no alcanzo a ver.

-No funciono, hazlo.

Y colgó.

-¿Qué haces?

-Ah nada, solo un seguro, sabes…sabia de todo este rollito que se traían ustedes dos, pero pensé que podía hacerte mío con mis encantos y esas cosas pero veo que no es suficiente, yo te quiero Shizuo, lo hago de verdad y mucho más que este idiota por eso yo también dejare de mentir ahora.

Un disparo resonó. Gritos y todas las personas a su alrededor echaron a correr, otras se tiraron al suelo y tanto Shizuo como Izaya no pudieron contener sus rostros de desconcierto, rápidamente se formó una multitud de personas hacia ellos, tratando de resguardarse del sonido que había provenido de la dirección contraria, fueron empujados y casi tirados, Shizuo trato de tomar a Izaya para mantenerlo a salvo pero en cuanto fijo su vista hacia donde él estaba.

No lo vio.

-¿Izaya?

Lo llamo miles de veces, alterándose y sintiendo como el sudor frio se formaba en su frente, asustado por no saber dónde estaba comenzó a avanzar a la dirección contraria de la que las personas iban pero entonces sintió como una mano lo rodeaba y no supo porque pensó que se trataba de él, delgada pero firme, siguió dejándose arrastrar por ella pero inmediatamente se fijó que se trataba de Sora. Pronto las personas desaparecieron, resguardándose en las tiendas y callejones, huyendo del peligro que había representado ese disparo.

-¿Dónde demonios esta Izaya?- le grito a la castaña.

-¿Te lo dije no? Es mi seguro, mi pequeña venganza, porque si no lo hacía te juro que no hubiera podido dormir esta noche.

-¿Qué?

-¿Creíste que nunca iba a descubrir que lo mantenías oculto, que mantenías una relación con el ¡No es justo! Yo te quería demasiado y me traicionaste, así que lo menos que puedo hacer es quitar a esa molestia de mi camino.

-¿Y piensas que así lograras algo conmigo?

-Ay no por dios, sé que no…-los ojos esmeralda de la chica se oscurecieron y una traviesa sonrisa se asomó por sus labios.-Pero al menos así garantizo que esa plaga tampoco te tendrá.- se acercó a él.-Pues veras, soy muy envidiosa, y de verdad él no me agrada, no te conviene.

-¡Shizuo-sempai!- la discusión se vio interrumpida por Vorona quien llego corriendo hasta ellos.-Salió corriendo repentinamente, estaba leyendo que no me percate, lo siento mucho- se disculpó notablemente apenada.

-Vaya responsable que eres- comento Sora despreocupada captando la atención de la rubia, pero como si ella hubiera sabido que no valía la pena comenzar a discutir, solo miro a Shizuo.

Él no lo pensó más, tomo su mano y comenzó a correr con ella a la dirección en la que creyó Izaya había ido, ahora no maldecía tanto ese olor suyo como antes, puesto que lograba percibirlo, aun cuando estaba asustado y con miedo, lo sentía, sentía a Izaya pero se estaba alejando.

No dejaría que pasara.

-Yo no iría de inmediato si fuera tú, él tiene ciertas cosas que arreglar sin ti- escucho a la castaña gritarle detrás.

Y no supo porque, pero la respuesta le vino a la mente de inmediato, y eso sirvió para asustarlo aún más.

-¿A qué se refiere? ¿Shizuo-sempai que está sucediendo?

-Te lo explicare después, pero ahora necesito tu ayuda.

-¿Por qué?

-Ayúdame a encontrar a Izaya…por favor.

En ese momento Vorona tuvo mil preguntas que quiso decirle, ¿Porque metía a su mayor enemigo en esto y porque al decir su nombre sonó tan nervioso? Pero la forma en la que su sempai tomaba su mano con fuerza, como si estuviera desesperado le indico que ese no era el momento para interrogar.

-De acuerdo- y comenzó a correr a la par del rubio.

Ya tendrían tiempo después para aclarar dudas.

Detrás de ellos, Sora los observo perderse detrás de unos edificios, no tardaron en llegar varias patrullas y la ambulancia a la que el azabache había llamado, policías bajaron y comenzaron a asegurar el área, pequeños grupos de personas comenzaron a asomarse por esto, la curiosidad y la necesidad de saber lo que pasaba era mayor que ponerse a salvo, al ser la única que se mantenía fuera capto la atención de los oficiales que se acercaron a ella rápidamente para preguntarle si se encontraba bien.

Bueno, lo hecho echo esta, sonrió al oficial y respondió sus preguntas.

Ya más tarde le dirían como fue todo.

We es super oc lo de Shizuo diciéndole bebé a Izaya pero nmms desde que lei este fic en donde Shiro se lo dice a Lance no e podido parar de imaginarlo con mis nenes y por mis huevos(? que me prometi a meterlo en este fic :v oh yes