(el maraton Final pequeñas espero que les aya gustado)
Capitulo 50:
— Bueno yo… él me invitó al… cine y bueno, creo que ya es hora de… de hacerle un poco de caso. El pobre ya me estaba… dando pena — habló nerviosa.
— Mentira, tonta — dije divertido y la empujé levemente — Te mueres por él, admítelo.
— Bueno sí, me gusta — dijo haciendo un leve puchero y mirando al suelo — Así que… no me esperes hoy, no vendré.
— Está bien… al fin podré dormir en mi ca...ma — golpeó levemente mi brazo — Ya, sólo bromeo. Me voy a bañar y a dormir un rato…
— Está bien, tontín, adiós – dijo y besó mi mejilla.
Me dirigí a mi habitación y me tiré en la cama. Tomé mi celular y busqué su número. Sonó una… sonó otra.
— ¿Cómo te fue con tu padre? – preguntó al atender.
— Primero que nada, “hola, cariño, ¿Cómo estás? Te extraño” – dije y escuché su risa.
— Hola, cariño, ¿Cómo estás? Te extraño — me dijo.
Sonreí y me senté en la cama para buscar un poco de ropa ya que iba a entrar a bañarme.
— Bien ¿y tú, cariño? — pregunté.
— Bien, acabo de salir de lo de mi madre… ahora voy a lo de papá.
— ¿Vas a tardar mucho? Quiero verte.
— Quizás no podremos vernos hoy, Nick — detuve mi búsqueda de ropa y me paré bien.
— ¿Por qué no? — dije como un niño al que no quieren comprarle un juguete nuevo.
— Porque papá hará una cena y seguro quiere que me quede…
— _______, no me hagas esto — supliqué.
— Pareces un niño — dijo divertida.
— Está bien, déjame solo… no te necesito — colgué y me dispuse a buscar la ropa.
Mi celular comenzó a sonar y sonreí al ver que era ella. Esperé unos segundos antes de atender.
— ¿Por qué me cortas? ¿Acaso de verdad eres un niño? — preguntó enojada. Sonreí.
— No me extrañas, es eso — dije.
— Tonto, eres un tonto… te comportas como un tonto. ¡Claro que te extraño! ¿Acaso crees que no me muero de ganas de besarte en este preciso momento? – sonreí como un bobo mientras entraba al baño.
— ¿Quieres besarme? — pregunté.
— Claro que quiero besarte — susurró.
— Yo quiero hacerte otras cosas — dije con voz profunda.
— Nick — se quejó divertida.
— Entonces, ¿no vas a venir? — dije esperanzado con que me dijera que si iba a venir.
— Hagamos una cosa, apenas salga de ahí te llamo y vemos si vamos al cine y tomar algo ¿quieres? Así de paso hablamos de tu padre…
— No, no quiero hablar de él — aseguré.
— Vamos, cariño, te hará bien — sonreí levemente.
— Está bien, llámame, por favor — dije.
— Te llamo, adiós — dijo y colgó.
Tuve que haberle dicho que la quería… pero ¿si es muy rápido? No, no es rápido, es sincero y real… cuando la vea se lo digo. Me duché y luego me puse mi pantalón de dormir para tirarme boca abajo en mi cama, estoy tan cansado, necesito dormir un poco. Mis ojos comenzaron a cerrarse de a poco, hasta que todo estuvo totalmente oscuro…