Capítulo uno

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Irene Pov:

Mi primera semana como estudiante de Erasmus había sido bastante complicada. Entre el papeleo y buscar piso apenas habÍamos tenido tiempo para recorrer la ciudad o hacer planes. Solo hacía dos días que habíamos encontrado alojamiento y estábamos contentos con el resultado. Me sorprendía que a diferencia de la gran mayoría de ciudades españolas, en Niza, muchos de los estudiantes alquilaban casas en lugar de pisos, como era nuestro caso. Vivía con Gabriel y Noelia, dos amigos de la universidad. Era una casa pequeña pero bastante acogedora, contaba con un baño una pequeña salita, tres dormitorios bastante amplios y ,lo que más me gustaba, un jardín pequeñito al que daba la ventana de mi habitación.

Era nuestro primer viernes en la ciudad y nuestra vida parecía estar por fin un poco asentada. Había una fiesta en una discoteca para celebrar la llegada de los erasmus y nos hacía bastante ilusión ir para conocer a gente nueva.

Pasamos el día entero recorriendo la ciudad, la cual nos encantó. Fuimos a un mercado y compramos tres bicicletas de segunda mano, que era lo que la gran mayoría de jovenes utilizaba para desplazarse. Exahustos llegamos a casa , nos duchamos y cenamos, para después dirigirnos a la discoteca.

Cuándo llegamos al lugar de la fiesta nos encontramos una gran cola que parecía no avanzar con demasiada rápidez. Nos pusimos al final de ella y justo en ese momento recibí una llamada de teléfono.

- Chicos vengo ahora - dije dirigiendome a un lugar menos ruidoso para poder hablar.

- Vale, Ire. Saluda a Pablo de mi parte - dijo Gabriel riendose mientras me guiñaba un ojo.

La persona que me llamaba era Pablo, mi exnovio, con el que tenía una relación bastante cercana y estaba de erasmus en la ciudad de al lado. Nos entendíamos muy bien y de vez en cuando volvíamos a tener cierto tonteo, pero eramos solamente amigos.

Cuando volví, la fila ya había crecido bastante. Mis amigos se encontraban ahora mas cerca de la mitad que del final de ella. Me acerqué y me coloqué al lado de estos.

- Vaya sonrisita nos traes. - dijo Noelia haciendome burla.

Le di un codazo y justo en el momento en el que iba a contestarle oí a alguien murmurar detrás mía y sentí que me tocaban el hombro. Me di la vuelta y me encontré con una chica castaña tan guapa como pija que parecía cabreada.

- Perdona, el final de la fila es aquel. - me dijo algo molesta.

- Lo siento - dije amablemente - debí haberlo explicado antes de ponerme de nuevo en mi sitio. Verás, yo estaba aquí hace un rato, pero salí un momento a atender una llamada y en cuanto he terminado he vuelto corriendo.

Por su cara pude ver que mi respuesta no le había convencido.

- Tan rápido no habrá sido que llevamos 10 minutos aquí - dijo en un tono que no me gustó para nada.

- Te he dicho que he ido un momento a contestar una llamada. No creo que sea para tanto - dije un poco más seria.

- Claro, claro.Pues si te parece me voy a tomar un margarita al bar de al lado y me ocupas un rato el sitio. - dijo irónicamente cual niña pequeña caprichosa.

Solté una carcajada nada más escuchar salir esas palabras de su boca. Ella me miró sorprendida mientras levantaba una ceja - ¿Que te hace tanta gracia?

- ¿Un margarita ? - reí de nuevo - ¿ Pero tú de que película americana has salido?

- Perdona, pero es una bebida muy común, chavala - dijo orgullosa.

Nuestros amigos habían comenzado a hablar y la fila había avanzado tanto que ya estábamos casi en la entrada. Cuando pasó la persona que estaba delante mía, enseñé mi carnet de identidad al portero y me di la vuelta sacando la lengua a aquella pija, que negaba con la cabeza mientras emitía un bufido.

Inés Pov :

Mi erasmus en Niza había comenzado hacía apenas unos días. Desde España había organizado todo con mucho tiempo de antelación y nada más llegar ya pude asentarme en mi piso junto a mis amigas Begoña y Raquel. También habían decidido el mismo destino otros amigos de la universidad, entre los que estaba Xavi, un chico con el que meses atrás había comenzado a tener algo que a día de hoy seguía.

Minutos antes de llegar a la fiesta de bienvenida de Erasmus había discutido con Xavi quien se había portado como un idiota dejandome tirada por segunda vez en esa semana.

Estaba cabreada por eso y lo que había pasado en la cola había sido la gota que colmó el vaso. ¿Pero quien se creía esa?

Al entrar a la discoteca, me puse a bailar con mis amigas y me olvidé del resto. Estaba siendo una noche bastante divertida y habíamos conocido a bastantes personas que parecían encantadoras.

Salí a la terraza a tomar el aire, estaba exhausta de tanto bailar.

- Anda Margarita, hola otra vez - sentí una voz conocida detrás de mí.

Me di la vuelta y encontré a la chica de la puerta apoyada en la pared y dando una calada a su cigarro. Rodé los ojos y mordí el labio para evitar reírme por el mote que me había puesto.

NIZA - IRENÉSWhere stories live. Discover now