No soy un cobarde [Final]

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Minutos después sintió como los brazos de su mejor amigo lo abrazaban a la vez que lo escuchaba sollozar. -Yo... lo siento... perdón por- Y entonces fue interrumpido.

Interrumpido por el pequeño Jaemin quien, con una expresión temerosa, se acercó a los mayores. -¿Sucede algo malo?

Taeyong tenía su cabeza en el hombro de Jaehyun, este lo abrazaba firmemente, ambos llorando en su primer encuentro después de tanto tiempo.

-Nana ¿Recuerdas cuando no viste a Jeno-ah por muchos pero muchos días? ¿Recuerdas que lloraste mucho cuando lo volviste a ver pero este tenía una pequeña herida en su rodilla?

El niño asintió, ladeando su cabeza, sin entender exactamente como eso explicaba el porqué su papi y su hyung lloraban.

Esta vez fue el turno para hablar de Jaehyun. -Tu papi y yo no estuvimos en contacto por muchos, pero realmente muchos días cariño.

-Y hoy que lo hicimos después de tanto me di cuenta que Jaehyun-ah tiene una pequeña herida aquí.- Habló el adulto pelinegro señalando el pecho del mayor. -Al igual que yo también tengo una ahí.

Jaemin parecía entenderlo, mas o menos pero lo hacía. Dejó el muñeco que tenía en su mano cuidadosamente en el suelo para acercarse a su padre. -¿Nana puede arreglarlo con un beso mágico?

La pregunta se escuchó con una mezcla de ternura e inocencia. Taeyong asintió hacia su hijo y este esbozó una sonrisa con todo y dientes.

Un beso mágico era lo que papá Taeyong y tía Seulgi le daban siempre cuando algo pasaba. Si caía accidentalmente o era regañado en la escuela. Cuando papá se enojaba, era Seulgi noona quien le daba besos mágicos.

Siempre eran para él. Ahora le tocaba darlos.

Caminó tambaleándose hacia los mayores y trepó hacia el regazo de su padre para inmediatamente ser ayudado a subir. Su padre posó delicadamente sus manos en sus hombros y acto seguido el menor acunó el rostro de su progenitor con sus pequeñas manos, secó sus lágrimas sonriente y dejó un beso en su frente con dificultad. Le dio un abrazo muy fuerte y un beso en el pecho, por sobre la camisa.

-¿Mejor?

-Claro que sí bebé.- Taeyong aún tenía rastros de lágrimas sobre sus mejillas pero una sonrisa comenzaba a formase en su rostro.

El pequeño pelinegro se arrastró del regazo de su padre al del invitado, acomodándose y siendo abrazado por este. -¡Muy bien! Ahora le toca a Jaehyun hyung.- Y acto seguido realizó lo mismo que con su padre sin embargo se tardó un poco más.

¡No podía llegar a la frente de su hyung!

Bajó del regazo del mayor para sentarse entre los mejores amigos, mirándolos de manera intercalada y con una linda sonrisita traviesa. -¿Ya están mejor?

Taeyong asintió mientras Jaehyun revolvió su cabello. -Claro que si Nana.

-¿Entonces ya podemos cenar? Tengo mucha hambre.

-¡Oh! Claro que si cariño, olvidé por completo la cena.- Rápidamente se puso de pie y emprendió camino hacia la cocina. -Pueden ir acomodándose en el comedor, en unos minutos estará lista la cena.

-Papi siempre olvida muchas cosas.

-Lo sé Nana.- Jaehyun se puso de pie tomando la mano del niño para dirigirse juntos al comedor. -Cuando íbamos en la secundaria siempre olvidaba hacer la tarea. Yo terminaba prestándole la mía.

-Jeno y yo vamos en primer grado.- Jaemin habló, estaban ya en la cocina y su hyung lo ayudó a subir a una silla. -Aunque a veces me quedo dormido en clase siempre término mi tarea.

Please Don't // JaeYongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora