No soy un cobarde [Final]

Start from the beginning
                                        

¡Jaehyun había olvidado completamente las dos bolsas que traía! Lo miró sonriente mientras las tomaba y se las enseñaba. Los ojitos del niño esperaban que los regalos fueran para él. -¿Te refieres a estos?- Nana asintió saliendo de sus escondite observando atento los movimientos del mayor. -Pues son para ti, espero te gusten mucho Jaemin-ah.

El pequeño bebé no tan bebé saltó del regazo de su padre para abrazar rápidamente a Jaehyun, tomar los juguetes y correr hasta su lugar de juegos favorito, un rincón cerca de una chimenea falsa. Los adultos se limitaron a observarlo como, con mucha emoción, abría cada regalo para después exclamar un <<¡Esperaré a Jeno para que ambos podamos jugar con esto!>> y un <<¡Gracias hyung!>>

El mayor asintió con una sonrisa en respuesta pero después ambos amigos se quedaron en silencio. La primera frase dicha por el niño les dejó de inmediato una enorme carga de recuerdos.

-Te dije que no te molestaras en traer regalos.

-Quería ser un buen tío, ahora aún más. De seguro Seulgi consiente en demasía a Jae.

-No te equivocas.- Taeyong habló reposando su cabeza en el sillón. -Se tomó muy personal el papel de madrina, a veces Jaemin la llama mamá.

El tono de voz usado por menor tenía una mezcla de alegría y tristeza. ¿Acaso eso era posible?

Jaehyun siempre pensó que Taeyong hacia lo imposible posible.

-Recuerdo que Minji y ella eran buenas amigas, no me sorprendería que sigan siendolo.

Bien, sabía muy bien lo que decía y, por el repentino cambio en la expresión del pelinegro, sabía muy bien lo que se venía.

Sintió las lágrimas en sus ojos y su cuerpo temblar.

Su manos repentinamente frías y su expresión consternada al ver como Taeyong negaba con la cabeza a la vez que mostraba una triste sonrisa.

Sonreía mientras sus lágrimas caían rápidamente sobre sus mejillas, nuevamente haciendo posible lo imposible.

Pero no era una sonrisa de alegría, lo sabía.

Taeyong sonreía como un pequeño niño que al darse cuenta de que hizo algo malo sonríe para ganar el perdón de sus padres.

Sonreía con miedo.

No pudo cumplir con su promesa.

Jaehyun, por su parte, tenía la mirada inmóvil sobre su mejor amigo, observándolo llorar. No sabía que hacer o que decir.

No había notado siquiera cuando había comenzado a llorar el también.

Aunque lo intuía, no podía creerlo.

Su pequeña florecita, su linda hermanita. Aquella pequeña niña que se acercó a ellos un día de escuela, el primero. Era nueva y no sabía donde era su clase.

Desde ese instante ambos niños decidieron protegerla, como quien protege una flor, una bella rosa. Ambos cumplieron su promesa, bueno, hasta hace algunos años.

Razón por la cual Taeyong lloraba en el sillón. Había olvidado que su pequeño hijo, de él y de aquella pequeña flor llamada Minji, se encontraba jugando cerca, simplemente lloró recordando todos esos días donde la extrañaba, donde ver a Jaemin le rompía el corazón.

El solo era un bebé.

Lloró recordando cuantas veces intentó contactar al mayor, todas aquellas veces cuando buscó refugio en él pero no lo hallaba.

También lloró recordando cuando Seulgi se llevó consigo a su tesorito, su lindo bebé. No lo hizo con mala intención, ella solo quería que ordene su vida y se lo agradece enormemente.

Please Don't // JaeYongWhere stories live. Discover now