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Se quedó sin habla por varios minutos.
Ya no recordaba con quién iba o con quién estaba.

En cuanto chocaron miradas soltó el aire que no sabía que estaba reteniendo.

Y cuando pensó que no podía ser más perfecto, las comisuras de sus labios tiraron de ellos y formaron una perfecta sonrisa. Con perfectos hoyuelos y las líneas de expresión más perfectas que estaba seguro vería en su vida.

El desconocido se dio cuenta que Louis se había quedado embobado al verlo. De pronto sintió sus mejillas arder y su rostro totalmente enrojecido.

¿Quién era este personaje que tan fácil lo hacía sentirse diminuto? ¿Había tomado demasiado y se imagina a un ángel?

Estaba muy avergonzado pero a la vez la sonrisa en su rostro lo hacía sentirse aliviado, se sentía cálida.

Sintió que sus piernas temblaban en cuanto las del chico comenzaron a avanzar.

Vio a los lados para ver si iba hacia él y en efecto, el chico se acercaba confiadamente hacia él.

Louis sentía que no podía enrojecer más.

Cuando lo tuvo cerca pudo darse cuenta que era más alto que él, no por tanto pero lo era. Que su cabello en risos era realmente perfecto, notaba el cuido en ellos. Sus ojos y su verde esmeralda le parecía radiante.

No supo que hacer o que decir, esperaba que fuera el quién iniciara una conversación.

Él ojiverde pareció leerle la mente porque en ese momento comenzó a hablar.

"Hola" dijo y Louis había olvidado como respirar.

"Ah... Ho.. hola" Quería morirse en ese instante.

El chico delante de él soltó una risa ronca y muy contagiosa, porque él soltó una risita avergonzada y tierna.

"Quiero decir, hola" ambos sonrieron.

Inconscientes de la burbuja que habían creado, dejando de lado a la gente bailando, gente gritando, simplemente dejándolo todo de lado.

No sabía cuanto tiempo se habían quedado así, embelesados y en un silencio muy cómodo debían de admitir.

"Hace calor, no crees?" y asintió rápidamente, pero no sabía si el calor se debía al montón de gente o al rubor en sus mejillas.

El ojiverde lo miraba entre divertido y embobado.

Y no supo que decir, se sentía realmente estúpido.

"¿Quieres bailar?"

Y ahora si que no respiraba.

"Dis... Disculpa?"

"¿Quieres bailar?, ¿conmigo?"

Su voz no se escuchaba para nada nerviosa pero si algo tímida.

Asintió sin darse cuenta y ambos caminaron para adentrarse más en la pista de baile.

Cuando se estuvieron nuevamente frente al otro. Louis notó lo cerca que estaban, no pudo evitar bajar la mirada hacia sus labios. Carnosos, demasiado lindos para ser verdad. Pensó en besarlos. Solamente para confirmar si eran reales. Obviamente, sólo para eso. Sus pensamientos no hicieron más que aumentar el calor en sus mejillas.

El más alto lo tomó de la cintura con ambas manos y Louis dio un respingo.

Sus manos actuaron por instinto posándose en sus hombros, delicadamente. Notablemente nervioso.

Comenzaron a moverse, lento y cálido. Louis se desconcertaba más a cada segundo. ¿Como podía sentirse así en brazos de alguien a quien no conocía en absoluto?

Se veían a los ojos y cuando no pudo más con su mirada penetrante, extendió más sus brazos para rodearle el cuello. Posando su cabeza a un lado de su pecho, dio un respingo al sentir que las manos del rizado se aferraban a su cintura. El sonrojo fue inevitable.

Sabes que siempre regresaré a este lugar...

Sabes que siempre buscaré tu rostro...

La canción acababa y él se sentía cada vez más nervioso.




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No te vayasWhere stories live. Discover now