Mientras caminaban se podían oír los gemidos provenientes de cada habitación, los quejidos de placer y los suspiros. Era normal para ellos oír continuamente eso.

Lía miro la habitación y sonrió con malicia. Agarro la llave y abrió la habitación, la cual era color roja, con algunos cuadros con pinturas indebidas. Había aire acondicionado, un tocador y mesitas de noches. Los cuales en su cajón contenían pastillas, preservativos y uno que otro juguete sexual.

 Las camas eran un dúplex para dos personas, con sabanas rojas y almohadas blancas con encaje. Lía suspiro y miro a sus clientes.

—Esperen aquí, ya vuelvo con sus citas—haciendo resonar sus tacos desapareció de allí.

El moreno suspiro y de su bolsillo quito un cigarro, el cual rápidamente lo encendió y le dio una calada. Harry, por su parte se dispuso a sentar en la cama, se quito el sombrero que llevaba puesto, sus zapatos y desabrocho un poco mas su camisa.

Por otra parte, Lía empezó a dar órdenes a las extranjeras.

—Quiero que se comporten, que estos chicos son importantes para este lugar. Cualquier cosa haran, se que son nuevas en esto y el jefe les matara si se niegan a hacer lo que se le dice una vez mas ¿Entendido? —las dos chicas asintieron.

—Si, Lía—dijeron al unisonó.

La rubia extranjera dio un suspiro profundo y miro a su tierna mejor amiga, agarro su mano y la apretó fuertemente, brindándole seguridad. La castaña le sonrió a su amiga, y con mucho nerviosismo se fueron rumbo a la sala 103.

A pocos minutos que entraron a la sala, los chicos eligieron con quien se quedarían. Y así paso. La noche fue sumido de puro calor, gemidos y pasión. No pudieron negar, lo pasaron de maravilla con aquellas chicas que estuvieron en su camas, las cuales rozaron su piel y besaron si mas poder.

Lo que grabaron de ellas es un lunar que se encontraba en su mano y de la otra un pircing en la nariz.

Pero hubo un inconveniente en la hora de la acción, de tanta emoción uno se olvido del preservativo y al otro se le rompió. Y sin saberlo, esto le causara una gran consecuencia en el futuro.

A la mañana siguiente, apenas el sol radiando de las cortinas, las chicas extranjeras desaparecieron, del burdel y de toda Londres.

Liam, abrió la habitación sobre saltando a los dos chicos que se encontraban allí. Como siempre, estuvo colmado de las noches de irresponsabilidad que pasan estos chicos. Levanto a cada uno de sus amigos de la cama, lanzándole un sermón de que esto sería la última vez y se encargaría de eso. Detrás de, el apareció el rubio, el cual miraba de forma decepcionada a sus dos mejores amigos a la par que Louis y su manager aparecían.

Esa, fue la última vez que los dos chicos fueron al burdel, la última vez en que ellos fueron a un bar y tomaron, la última vez que fumaron y la última vez que desperdiciaron de esa manera su vida.

Ellos decidieron cambiar, por sus amigos, por las fans y por su carrera de artistas.

(…)

Nueve meses luego de aquel incidente, Harry andaba acomodándose en el sofá, cambiando de canales. Mientras Zayn, intentaba preparase un café, siempre se considero pésimo en la cocina aunque de cierto modo tenia razón.

De repente, sonó el timbre. Despertando la curiosidad de Harry ¿Quién se dispondría a visitarlos a tan temprano horario? Sin más preámbulo, se acerco a la puerta y la abrió.

No vio a nadie, no escucho a nadie.

Pero si balbuceos, chillidos y llanto. Miro hacia abajo, para encontrarse con dos canastos de mimbre. El miro de forma confundida esos dos canastos ¿Qué se suponía que era?

Se puso de cuclillas y pudo notar que los dos canastos tenían unas mantas color rosa. El quito una manta, y se encontró con una hermosa beba, de ojos marrones que apenas podía abrir. Noto que había una carta a un costado de aquella criatura.

Lo agarro y noto que tenía su nombre:

“Querido Harry,

Me han dicho que te llamas así. No preguntes como, o que es esto u quien soy yo. Lo único que puedo decirte es que esta niña es tuya. No puedes dudarlo, hice una prueba de ADN que lo confirma. Tampoco preguntes como es que conseguí para hacer esa prueba. Solo te pido, de todo corazón, que cuides a esta pequeña, que no tiene nada de culpa de haberse concebido. Ella merece una familia, pero lamentablemente YO no puedo darle eso. No explicare el porqué, pero necesito que cuides de nuestra hija. Si es que puedes, llámale Melody. Creo que va contigo y conmigo. Porque a pesar de todo, ella es una melodía que nació de mí para ir hasta ti y algún día llegara nuevamente a mí. Espero que entiendas esto, y sé que lo harás. Te pido que no busques en el burdel que no encontraras nada de mí, y aunque te mates buscando por todo Londres jamás me encontraras. Con mucho amor me despido, y tengo fe de que esta pequeña, nuestra pequeña tendrá el amor necesario junto a ti.

‘J’ xx.

Harry termina de leer la carta, con las manos temblorosas. Traga saliva y mira hacia su amigo, quien no se dio cuenta de lo que estaba pasando. La angustia consumió a Harry y vio la carta de ADN, y tal como dice en la carta daba claramente que la niña le pertenecía.

Dio un gran respiro.

— ¡Zayn! —el moreno le miro—A que no me crees—pronuncio con voz de hilo—Somos padres.

 ----

Creo que iniciare la novela:3 Espero que les guste el prologo, pronto traere el primer capitulo. Gracias por el apoyo! Las quiero!

Objective! Find Ours Moms! >jarry/zerrie.Where stories live. Discover now