X - Jai Guru Deva Om

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Eva se despierta con los ojos ardiendo, las mejillas húmedas y la garganta tan seca como la costilla de la que estaba hecha. Ella está flotando en la oscuridad, y no hay sonido alguno. Está flotando en la nada.

Debajo de ella, sobre ella, a su lado, la Tierra se desmorona. Está siendo consumida por las llamas y engullida por las olas. Miles de millones de voces gritan en el vacío como un coro infernal. Le gritan a ella. Martillean en su cabeza con cánticos de culpa. Ella se acerca a ellos pero no puede moverse.

Ella es buena, quiere a Dios. Ella llora por él. Porque Él viene.

El alivio que viene con Él es como el calor del sol. La envuelve, reemplazando la carencia, lo frío y lo oscuro con luz dorada. Todo es mejor cuando Él está allí. Sus lágrimas son ahora de dicha. Sabe que no está sola.

"Oh, Señor", solloza ella. Sus labios se agrietan y sangran cuando sonríe. "Altísimo... has venido a salvarme, gracias".

NO.

La palabra aplasta su corazón. "Padre-"

Él decide llenar su pequeña mente con luz.

Y Eva recuerda.

Ella ha estado aquí antes, tantas veces. Ella ha visto al mundo arruinarse y acabar, una y otra y otra vez, y siempre se despierta aquí. Sus hijos mueren, mueren y mueren, y es por ella.

Detrás de sus ojos ve a la humanidad, sus peores pecados y faltas. Guerra. Hambruna. Pobreza. Niños llorando en camas de hospital, sobre tumbas. Están rotos. Están solos. Eva siente cómo sus pulmones son abrasados por la culpa.

TU CULPA.

Ella comió la fruta. Ella los condenó a todos. La sal se desborda por su rostro. ¿Cuánto tiempo ha estado atrapada aquí, en este círculo vicioso? ¿Cuántas veces le ha fallado al mundo?

La luz dorada está empañada ahora.

¿HAS APRENDIDO?

Él la levanta hacia la tierra. Hacia lo que queda de ella. "¿Cómo puedo aprender si no puedo recordar?" Ella lucha, pero la fuerza del planeta es implacable. Ella es una sierva del Señor, no importa qué. "¿Qué debo hacer, Padre?"

Su voz está teñida con inmensa decepción. Ella es su mayor creación y es un fracaso inmensurable.

LO INTENTAREMOS DE NUEVO.

En un pestañeo, la tierra se repara. El Edén, tan esplendoroso como la primera vez, vuelve a la vida. La humanidad se ha ido, esperando nacer de nuevo.

Ahí está el árbol, y una serpiente en el árbol. Quizás esta vez sea diferente.

Eva cierra los ojos con tanta fuerza que puede ver las estrellas.

AHORA PRESTA ATENCIÓN.

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