Capítulo 4

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El sol comenzó a alumbrar las tierras de Asgard, sacando a relucir un hermoso paisaje. Todos en el palacio despertaron temprano, pues había llegado el día del juicio de Loki y Acantha. Ella aún permanecía en prisión, mientras que Loki había sido recluido en sus aposentos. A Althaia se le permitió pasar la noche en el palacio hasta que decidieran qué hacer con su hermana. La angustia de no saber si regresaría o no a casa con su melliza la hacía sentir terriblemente culpable. Esa mañana se le otorgó un atuendo asgardiano para que estuviera presentable a la hora de enjuiciar. Por otro lado, Acantha permanecía con el mismo atuendo que le regalaron su primer día en palacio.

Los guardias escoltaron a Loki hasta la sala del trono. Lo llevaban encadenado como un perro rabioso que podría matar a todos si escapase. Ahí se encontraba Odín en su trono y su madre Frigga junto a su padre. Su hermano, Thor, estaba de pie junto a Althaia, quien lo miraba con odio y desprecio. Entre los espectadores estaban Sif, Volstagg, Hogun y Fandral. Loki buscó con la mirada a Acantha, discretamente. La tenían esposada, pero no de forma tan exagerada como a él. Lo que era peor aún, ni siquiera se atrevió a verlo a la cara. Posó sus ojos sobre Frigga nuevamente, quien la veía con tristeza.

"Hola, madre. ¿Estás orgullosa de mí?" le preguntó.

"Por favor, no hagas que esto empeore" le pidió Frigga.

"Define empeorar" le respondió Loki.

"Suficiente" habló Odín, y todos lo miraron atentamente.

Loki dio unos pasos hacia adelante. Al juntar sus pies el metal alrededor de sus tobillos provocó un sonido molesto. Luego, se rió como si todo eso se tratara de un chiste.

"En realidad no entiendo por qué tanta conmoción" dijo.

"¿De veras no comprendes la gravedad de tus crímenes?" le preguntó Odín, "dondo quiera que vas hay guerra, dolor y muerte".

"Fui a Midgard a gobernar a las personas de la Tierra como un dios benévolo, igual que tú" respondió Loki.

"No somos dioses. Nacemos, vivimos y morimos, justo como los humanos" lo corrigió Odín.

"Con 5,000 años de diferencia" añadió Loki, un tanto sarcástico.

"Todo esto porque Loki desea un trono" dijo el padre de todo.

"Es mi derecho de nacimiento" exigió Loki.

"Tu derecho natural era morir congelado" dijo Odín, "si no te hubiese salvado no estuvieras aquí hoy para odiarme".

Incluso a Acantha le dolió oír esas palabras. Miró a Loki con compasión y tristeza, pero éste no se inmutó en lo absoluto.

"Si estoy por el acto, entonces, por favor, sólo ve al grano. No es que no me gusten nuestras charlas, simplemente no las quiero" Loki cambió de tema rápidamente.

"Frigga es la única razón por la que sigues vivo, y nunca más la volverás a ver. Pasarás el resto de tus días en las mazmorras" sentenció Odín.

Acantha no podía creer lo que acababa de escuchar. Sintió un gran dolor en el pecho que no podía explicar. Era como si la acabasen de apuñalar.

"Y supongo que harás a ese ingenuo rey de la Tierra mientras yo me pudro en cadenas" replicó Loki con su mirada llena de odio.

"Thor deberá esforzarse por deshacer el daño que has hecho. Él pondrá orden en los nueve mundos y luego sí, lo hará" contestó Odín.

Todos observaron cómo los guardias halaban de las cadenas de Loki como si fuese un perro para llevarlo a las mazmorras. El dios del engaño miró a la pelinegra, quien tan sólo le dedicaba una mirada llena de miedo. Acantha fue escoltada hasta quedar frente a Odín, quien decidiría su destino.

Mi Reflejo En TiWo Geschichten leben. Entdecke jetzt