Mi compañero aleado que pidiera un Uber para poder llegar aprisa al vuelo que estaba a punto de salir, y así lo hizo, yo no podía arriesgarme a qué mi padre nos descubriera, parte de nuestro plan era duplicar el contenido y el número de mi tarjeta SIM, mismos que se enviarían a las ubicaciones acordadas en el plan, con esto lograríamos un mayor efecto de credibilidad y a su vez duda, el auto llegó y partí hacia el aeropuerto, habían pasado cerca de 45 minutos y yo seguía pensando en el plan y arreglando los últimos detalles para poder vivir en un pequeño pueblo de Argentina llamado Merlo, en el podríamos vivir tranquilamente unos meses, después podríamos partir al norte, eso ya lo el tiempo lo decidiría, gracias a uno de los contactos de mi informante, tenía todo listo para la llegada en Argentina, desde los cambios de identificación cómo falsas nacionalidades, todos los asuntos relacionados con los papeles legales estarían a cargo de aquella persona situada en la pequeña localidad donde nos instalaremos después.
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Yo estaba dispuesto a todo, ya había renunciado a todas mis pertenencias solamente iba por lo que me interesaba, mi pequeño, estaba llena de pensamientos sobre lo que sería nuestra nueva vida en ese pequeño pueblo, nada volverá a ser como era antes, por fin nosotros dos sólo.
Tendríamos un trabajo humilde, nuestra pequeña casa quería que fuese lo más sencilla posible, esto no sería fácil para mí, pues como dicen eh nacido en cuchara de oro, nunca tuve ningún problema para adquirir ninguna de las dos cosas que necesitaba simplemente se me antojaba, sólo bastaba con decirle a mi padre y antes de respirar nuevamente ya lo tenía en mis manos, siempre tuve lo que quise, por esa razón ahora no pueden decirme que no puedo tener algo cuando sé que sí.
***
Por fin llegué al aeropuerto, justamente al abordaje del
Vuelo en el que iría, luego de un vuelo de 2 horas 38 minutos logré pisar tierras tailandesas, mi vuelo había salido a las 10:45a.m sabía que el vuelo de mi pequeño llegaría después así que comí algo en la tienda de conveniencia que se encontraba dentro de la sucursal frente al aeropuerto, me encontraba constantemente mirando el reloj pues me bastaba un solo minuto para que llegue a la tarde y todo mi plan se fue al carajo, y eso iba a permitir, tuve tiempo suficiente para entrar al baño pues ahí tenía nuestro punto de encuentro estaba seguro de que la vejiga de mi pequeño no resistiría, exploré cuidadosamente cada uno de los cubículos del baño, imaginando cuidadosamente cada una de las posibilidades, también estaba seguro de que los guardias que lo acompañaba no lo dejaron solo conozco bien a mi padre, me encontraba dentro del último baño, la ventana se encuentra en el primer baño habiendo otros dos de por medio, sin embargo no podía meterme en el primero porque quería arriesgarme demasiado, ya que sería el primer baño en el que buscarían, tiempo que utilizaríamos para pasar por la parte de abajo de la división entre cada uno de los baños, y avanzar conforme las puertas se fueron abriendo, una gran ventaja era que completa mientras que las paredes que dividen en cada uno de los baños tenían un a diferencia de aproximadamente 40 cm, dónde perfectamente cabíamos por debajo de ella, ya tenía todo preparando para el plan, porque en cualquier minuto Mo va a abrir esa puerta, puedo sentirlo.