~구~

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Bien, la noticia de que estaba encinta no había sido nada sorpresiva.

Hacía unos días, Jae Soo había comenzado a sentir un malestar raro. Dolores de estómago por todo lo que comía, hambre, sueño y cansancio. En algunas ocaciones se veía pálida, y su hemoglobina bajaba drásticamente. A veces su presión se disparaba. Ella ya tenía dos meses de embarazo.

Y, por lo visto, no iba a ser un embarazo demasiado saludable y fácil de conllevar.

Yoongi no estaba en casa desde hacía ya un tiempo. De hecho, al día siguiente al que le dieron la noticia a ambos, tuvo que partir en avión hacia Tailandia.

Y llevaba tiempo fuera, por asuntos de negocios. Un cliente fiel de NBS había caído en bancarrota debiéndole una gran cantidad de dinero a la empresa y, Yoongi, siendo tan generoso, viajó hasta allí para llegar a un acuerdo con él.

Incluso Hoseok, su primer secretario se había ido con él.

Básicamente, Yoon Jae Soo se sentía sola. Quería dejar de tener aquellos ridículos cambios de humor que acompañan al embarazo, y, más que nada, estaba muy sensible.

Un de las cosas que la calmaba era Twink, quien no la dejaba ni a sol ni a sombra.

Ah, y la piscina.

Allí pasaba una gran parte del día.

Nadando en aquel cuadrilátero de vidrio.

Twink había descubierto que tenía un talento nato para el nado, y ahora no quería salir del agua.

_Venga, perro gordo- Lo perseguía Jae Soo por todos lados. No quería dejar de revolcarse en la hierba de jardín.

La omega corría por allí, tras su mascota, cuando tropezó con un pecho poderoso y ancho.

_¿Se puede saber qué haces corriendo en tu estado?- Min Yoon Gi la miraba, aparentemente molesto.
_Oye, soy una omega, no una humana. No es sencillo abortar. Sólo si me lanzara de la montaña- Bromeó. Pero al alfa no le hizo gracia el chiste. Lejos de reírse, sujetó a la muchacha por los hombros y prácticamente la empujó hasta dentro de la casa, dejando a Twink.

_Oye, ¿Se puede saber qué fregados te pasa?- Preguntó, enojada, alejándose de Min.
_No juegues con eso... Y aléjate- La apartó bruscamente.

Ella iba a reclamarle por el empujón, cuando olfateó el ambiente, y se alejó aún más de un brinco.

_Oh, no...- Murmuró, aferrándose a un mueble- No te acerques.
_Mi celo no suele durar mucho, así que no te asustes.

Sí, señores.

Min Yoon Gi habían entrado en celo.

_Ni se te ocurra acercarte a más de tres metros.

Sin embargo, aunque por fuera mostrara rechazo inconfundible, su mente debatía entre correr hasta Min y complacer a su alfa interior, ya que, por los ojos rojizos del chico, era más que obvio lo que quería hacer en ese mismo instante.

El aroma de Yoongi comenzó a afectarle, y comenzó poco a poco a perder el control.

Sus ojos de tornaron verde fuerte, fosforescente y vivo.

Min notó eso, y las venas de sus brazos comenzaron a notarse.

_Ve-Vete...- Casi rogó él.

Al ver que no se movía, caminó lentamente hacia ella. Pasó por su lado, golpeando su hombro con el suyo en símbolo de molestia.

_Cuando te digo que hagas algo, lo haces, ¿Escuchaste?- La miró amenazante, sujetando sus hombros.
_Ja, ¿Me ves cara de perro como para obedecer órdenes?

Min vio a la omega humedecer sus labios con la lengua.

_¿Estás provocándome? Porque si es así, lo estás logrando- Advirtió, aumentando la fuerza de su agarre.
_Basta. Aléjate- Sin embargo, su cuerpo desobedecía a su boca.

Había envuelto sus brazos alrededor de los hombros de Yoongi, en un intento desesperado e involuntario de complacer a la loba omega dentro de sí misma, que arañaba su pecho por salir.

Yoongi estaba comenzando a perder su diminuta cordura, que por años se mantuvo intacta.

La cintura de aquella mujer era demasiado estrecha, y sus manos encajaban a la perfección allí.

Y, no esperó más.

_Maldición- Dijo, antes de tomar los labios de Jae Soo en un beso demandante, y duro.

Apretó el cuerpo de la mujer, sujetándola por la nuca para que no se pudiera separar.

No importa.

Ella no lo iba a hacer de todas formas.

No estaban pensando lo que hacían, hasta que el alfa comenzó a caminar hasta el sofá.

Allí, Yoon Jae Soo rápidamente reaccionó.

Se apartó bruscamente del muchacho, dejándolo aturdido.

_¿Qué ha sido eso?- Reclamó, furiosa
_Cuando te dije que te fueras, no lo hiciste. Desobedecer a un alfa en su calor de apareamiento tiene sus consecuencias.

Ella, aún un poco mareada, habló.

_El contrato dice que...
_No tienes que recordármelo, omega- La interrumpió, mostrando la palma de su mano para que hiciera silencio- Será mejor que te alejes de mí mientras estoy en este estado. No me gustaría hacer algo indebido en contra de tu voluntad... Como acabo de hacer ahora.

El alfa se mostró molesto.

Pero no era por sus instintos ni mucho menos. Era porque ella se había separado, rompiendo aquel beso, que casi había logrado que su corazón estallara.

El problema era que él estaba seguro de que Jae Soo no tenía ni la más mínima atracción física hacia él. Que sentía asco.

Qué equivocado estaba.

Lo que la omega había hecho, no fue en contra de su voluntad, ni algo meramente desmotivado.

Por un momento había querido besar a aquel alfa, en serio.

Y había sido una experiencia inigualable.

Oh, dios, su omega interior gruñía de rabia por haberse alejado de Yoongi.

No, él no le gustaba. Claro que no.

Tenía un trato con él. Estaba cargando a su cachorro, e intentaba no asesinarlo con la mirada mientras estaba viviendo allí.

Ella no sentía nada por él. Osea, ¿Por qué sentiría algo por la persona que la ayudó dos veces, que la cuidó, que salvó a Twink, que acababa de hacer que se aturdiera con un simple beso?

O tal vez... Estaba en problemas...

Claro que sí.

You Are Mine °너는 내거야° «Yoongi» [Omegaverse]Where stories live. Discover now