Si supieras lo que siento-Yewook

¿Por qué no te fijas en mi?

Ingenuo, tonto, tonto Ryeowook, ¿Cómo he podido llegar a ésta situación? ¿Cómo he podido enamorarme de alguien no correspondido? Yo, a pesar de todo, lo amo... ¡Lo sabías! Entonces, maldita sea, ¿Por qué me haces ésto? ¿Tan grave es estar enamorado de alguien del mismo sexo? Al parecer, al parecer sí...tu mirada lo expresa todo, te doy asco, después de todo, sé que es extraño que el amigo de tu vida se haya declarado, después de tantos momentos hermosos junto a ti, pero ya no podía soportar más.

ㅡYesung, te amo...ㅡ

Así es, estoy enamorado, desde que vi tus hermosos ojos gatunos, únicos y cautivadores, estoy aquí, frente a ti, diciendo mis verdaderos sentimientos, ese inmenso amor que siento por ti, mientras tú no me respondes, bajé la cabeza, de todos modos sabía que ésto pasaría, ahora venía el rechazo, ese rechazo que tanto temía y por el que no abrí la boca éstos últimos años, sonaba absurdo, pero así era.

Sentí unos brazos rodearme, pero no eras tú, no había sentido esa calidez que siempre me brindabas al hacerlo, solo vi una falda roja, y al subir la mirada... ¿Quién era ella? ¿Por qué me abrazaba? Bueno no tardó mucho en separarse, mirándome con una sonrisa.

ㅡHola Ryeowookie.ㅡ

Dijo mi nombre, pero yo no la conocía, estuve a punto de devolverle el saludo de no ser que se haya acercado a Yesung y le robó un beso rápido en los labios, me quedé atónito ante la escena; no, no de nuevo Yesung... Vaya, si, de nuevo a tener que soportar los amores pasajeros de mi Hyung, pero ahora acabo de confesarme y ya tiene novia, me sentía destrozado y patético, mis ojos comenzaron a cristalizarse poco a poco, Hyung ¿Por qué? ¿Por qué no te fijas en mí? ¿Es por....por no ser una chica?

-Mucho gusto...-

No quería ni debía quedarme ahí, quería salir corriendo, retrocedí y sentí la mirada de Yesung sobre mí, él sabía a la perfección lo que me pasaba, pero su rostro no cambiaba de uno serio. Como el idiota cobarde que era salí corriendo, no me importaba que pensaran mal de mí, mi corazón ardía a mil grados, me sentí destrozado, devastado. 9 años, una larga espera sin resultados ¿Acaso no fui tan obvio? ¿Acaso no soy suficiente cosa para él? Miles de pregunta invadieron mi cabeza, sin respuesta alguna; la noche llegó, al salir corriendo del hermoso parque donde me le había declarado al amor de mi vida, llegué al hotel que compartía con mi mejor amigo Sungmin, quien pronto se iría a vivir a casa de su novio Kyuhyun, así que me quedaría solo, completamente solo.

Días después continué viendo ocasionalmente a Yesung pero solamente pasar por la calle, cogido de la mano de su amada, se veía... ¿feliz?, bueno, al menos él lo era, y yo estaba tranquilo por eso. Una ocasión también me encontré con la novia de Yeye, ella era hermosa y amable conmigo, sin que mi Hyung se enterara ella y yo nos hemos vuelto amigos, en realidad lo hice por él, queríamos darle una sorpresa, que ambos nos estuviéramos llevando bien.

Pasó un mes, era otro de los días de reunión con ella, mi amiga, nuestra hora de reunión era a las 8:00 p.m. en un restaurante cercano a las afueras de la ciudad, debíamos continuar con la planeación para la sorpresa para Yeye, aplicaría mi habilidad para cocinar, amaba hacerlo y para mi amado sería todo un placer. Bueno y así fue la espera, media hora, una hora... ¡Hasta dos horas y no llegaba! ¿Qué había sucedido? Saqué mi celular dispuesto a llamar, marqué al número de la novia de Yeye y esperé que respondiera con la bocina en mi oreja, pero hubo respuesta de una persona diferente.

Mi mundo se fue para debajo de un segundo a otro, ese día...ese día ella se había accidentado, en el trayecto a nuestra reunión, ella había muerto.

Aquel día en el panteón todos sus amigos y familiares estaban reunidos, no sé la razón pero sentía que todos me miraban y me hacían sentir indiferente, o tal vez era mi imaginación, pero sin lugar a duda el que más me miraba de esa forma era... Yesung, era como si me guardara rencor. Las flores se regaban por el lugar y volaban al movimiento del viento, era un lugar pacífico pero a la vez lleno de tristeza, ahora solo quedaba yo, frente a la tumba de mi amiga, bajé la cabeza y comencé a llorar, la iba a extrañar, pero también pensé en que nunca le hablé de mis preferencias, de mi amor hacia su novio, viví con miedo, seguro me odiaría, pero ahora...quise confesarle todo, después de todo no quería sentir ese remordimiento en mi ser, y deseaba hablar con alguien sobre eso.