Close As Strangers; Luke Hemmings.

u n o

Amanecía un nuevo día de verano, relucía el sol como nunca. Desperté por el ruido de mi teléfono. Era Luke.

'De: Luke.

Hey Charlotte, hoy hace un día estupendo, podríamos hacer algo divertido'

'Para: Luke.

Claro, me parece bien, ¿qué cosas se te ocurren?'

'De. Luke.

Hmm, podríamos ir tomar un helado a esa heladería de la esquina que tanto te gusta y luego ir a un descampado a mirar el cielo, hoy hay lluvia de estrellas, ¿qué me dices?'

'Para: Luke.

Genial, ¿a qué hora?'

'De: Luke

Pasaré a por ti a las siete, no me hagas esperar .xx'

Luke es mi mejor amigo desde que éramos pequeños. Es el chico rubio con ojos azules más atractivo que he visto nunca. Él me conoce como nadie, es muy bueno conmigo y también muy divertido.

- ¡Charlotte! - gritó mamá.

- ¿Qué quieres mamá? - respondí.

- Baja, he preparado el desayuno.

Me levanté de un brinco de la cama y me dirigí al armario. Cogí unos pantalones blancos, una camiseta rosa y unas sandalias con destellos dorados. Después peiné un poco mi pelo y bajé inmediatamente a la cocina a saludar a mi madre.

- Buenos días, mamá.

- Buenos días, Charlotte. Siéntate, te he hecho tostadas.

- ¡Mi desayuno preferido! Gracias mamá.

Comencé a comerme las tostadas con mantequilla, estaban realmente deliciosas. De repente, mi madre interrumpió el silencio.

- Unos viejos amigos míos nos han invitado a cenar a un restaurante, ya sabes, para retomar el contacto, hace años que no nos hemos visto.

- Ya decía yo que me habías hecho tostadas por algo... Pero lo siento, yo no puedo ir, ya tengo planes.

- ¿Con quién?

- Con Luke.

- Vamos hija, serán sólo un par de horas. Puedes quedar con él otro día. Y quién sabe, quizá haya algún chico de tu edad.

- No me apetece ir a cenar con unas personas que ni siquiera conozco, que aburrimiento. Déjame salir y ve tú, por favor.

- Está bien, lo entiendo. Lo dejaré pasar, pero sólo por esta vez. La próxima vez vendrás, todos están deseando conocerte.

- ¿Habrá próxima vez?

- Por supuesto que habrá, y tú vendrás conmigo.

- Pfffff...

- No te quejes más o te quedas sin salir un mes, sé mas amable.

- Vale vale, está bien mamá, iré. ¿A qué hora tienes que irte?

- A las seis y media.

- Genial, Luke pasará a por mi a las siete.

- ¿Y a qué hora vendrás?

- No lo sé, no me esperes despierta.

- Uy, que graciosilla te has vuelto de repente - dijo mi madre entre risas - Anda, quita la mesa y después hablaremos de eso.

- Vale mamá.