Elián-The new universe [Libro 2]

VI

El día había llegado, Elián preparó su mejor traje de guerra hecho con el mejor material de su planeta "Amiv-tah", un material negro, precioso y sólo se manipulaba con otro material, indestructible. Los ejércitos subían a las naves hechas por los Uorsesis. Cada nave estaba llena de armas elaboradas por Sargadianos, todo estaba listo.

—Señor, mi tropa está lista—. Avisó Matt con su armadura negra a la medida.

—Nosotros estamos listos—. Le confirmó. Sarbec se colocó al lado de Elián.

—¿Y él?—cuestionó Matt con intriga.

—Es Sarbec de Sargad. Su padre me lo envió como apoyo.

Elián comenzó a caminar hacia la nave principal, Matt le echó un vistazo a Sarbec y siguió a Elián.

—Nunca vi a un sargadiano tan de cerca—. Le murmuró a Elián.

—Lo mejor es evitar que muera, Matt— Subió por la plataforma.—. Su padre es muy vengativo, procura no hablar mucho con Sarbec, todo lo que deba saber se lo diré yo.

Se subió a la nave junto con Matt por detrás.

—De acuerdo—. Murmuró Matt con un poco de desconfianza por Sarbec.

Elián se colocó atrás de los dos pilotos y miró hacia enfrente.

—Deidad, tenemos todo listo y checado—. Comentó uno de los pilotos.

—Dé la orden cuando quiera, señor—. Dijo el otro.

Elián cerró los ojos muy fuerte y suspiró.

—Adelante—. Dio la orden, en seguida uno de los pilotos avisó a las demás naves y todos cerraron las puertas. Encendieron las naves y comenzaron a elevarse.

—Gislena, voy por ti—. Susurró para él mismo.

—Estamos listos para salir de Aardak y dirigirnos a Darsibah—. Habló el piloto por el comunicador holograma, que era una pantalla dónde se veían los pilotos de cada nave.

—¡Adelante!—dijeron los pilotos de las nueve naves al unísono.

Comenzaron a salir del planeta, quedando en la oscuridad del universo, el silencio era complejo y las estrellas brillaban espléndidamente.

—Marcando ruta al universo A2, destino a Darsibah—. El copiloto marcaba el destino en un mapa holograma. Los pilotos asintieron con la cabeza, confirmando que veían la ruta.

—Iniciando controles para traslado inmediato de universo—. Declaró el copiloto.

—Entendido—. Dijo el piloto de la nave seis.

—Deidad, puede abrir el agujero negro—. Avisó con amabilidad el piloto. Elián hizo unos gestos con sus manos y poco a poco comenzó a abrir el agujero negro a tres kilómetros de donde estaban.

—Conteo de traslado—. Ordenó el piloto.

—Iniciando en cinco, cuatro, tres, dos, uno—. Todos aceleraron hacia el agujero negro, y entraron. Dentro del agujero se vieron luces verdes, doradas y rojas, había algo de turbulencia. Segundos después llegaron, todas las naves frenaron secamente para evitar un choque.

—¿Nave dos?

—¡Aquí!—respondieron.

—¿Nave tres y cuatro?

—¡Listo!—respondieron al unísono.

—¿Nave cinco y seis?

—¡Afirmativo!—respondieron también.