¿Sueño o realidad?

Puerta infernal

Una pequeña niña uniformada me insiste a mí y a mi novio que la dejemos entrar a una puerta de madera, él se niega y a mi me dio mucha curiosidad porque me escondía algo. La niña entra, así que voy tras ella, él me sigue y una vez dentro me insiste que nos vayamos, que yo no debería estar ahí. Lo ignoro completamente al encontrarme con tal espectáculo... estabamos flotando en una casa paralela, las habitaciones y algunas cosas estaban igual, pero el piso estaba congelado de agua con peces nadando y caminabamos sin problema sobre él. Todo estaba increíblemente desordenado, nos dirigimos hacia el último dormitorio en el que estaba la niña con unos jóvenes que tenían enormes cadenas, esqueletos blancos, llenos de tatuajes, delgados y de mirada triste, pero esperanzada al tener a la pequeña allí con ellos. Ella había llevado una tablet y les mostraba sus juegos, ellos se veían como niños nuevamente, interesados en lo que les compartía, en ese momento por mi cabeza solo pasaban preguntas como ¿quiénes eran y por qué estaban aquí? ¿estaban perdidos?

Estaba adonadada, jamás había visto algo igual, no había pared en la sala principal y en cambio a varios metros de la casa se encontraba un muro gigante con seres vivientes, seres que hasta ahora no he visto en la tierra, tenía plantas y animales de colores pasteles que se movían por todo el muro, una luz parecida a la del sol estaba alumbrandolo con un tono de atardecer, me asomé un poco y me di cuenta que este muro no tenía fin, nos encontrabamos literalmente en la nada, flotando quizá en otro planeta o dimensión. Me sentí conmovida, libre, feliz, agradecida de estar en tan raro y mágico lugar -¡Wow esto es hermoso! ¿Es real? ¿Qué es?- Y Ben me responde -Esto es un tipo de infierno, no debiste entrar, te dije que no entraras- así que solo pensé que estaba exagerando, tenía una cara de decepción y yo sentía que estaba dañando mi momento de aventura. Disolví mis pensamientos para quedarme observando el muro de los seres espaciales que me daban tanta paz...