2. Desnudo y ensangrentado

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NOTA DE LA AUTORA: Buenos dias criaturitas del señor, antes de que comienzen con la lectura, me gustaria pedirles que por favor, una vez que finalizen el capitulo, sean tan amables de dejarme un pequeño comentario contandome que les parecio. Los comentarios nos fortalecen como autores ¿Y que es mas bello que unas palabras de aliento o criticas constructivas? Asique, con esto dicho, las/los invito a comentar. Les agradezco mucho su atencion. PAZ (?)

Llegar a mi cocina siempre suponia una provocacion a todos los sentidos, canela, cafe y flores. Mi abuela disfrutaba tanto cocinar que no habia una sola mañana en la cual la cocina no este atiborrada de comida. En el extremo mas lejano de la mesa principal me habia dejado preparado mi cafe y mis dos tostadas con manteqilla de maní. Sonreí al tiempo que me sentaba y mi pequeño gato Moon tomaba su lugar a mi lado, como todas las mañanas desde qe tenia memoria.

-No me gusta que ese gato este tan cerca de la comida.

-No es un gato, es mi hijo.

Moon era un gato macho hermoso -Exepto para Hayley, con su alergia a todos los animales con cabello- bastante grande para lo que suele ser el tamaño promedio de los gatos. De ojos azules y pelaje corto y negro. Lo habia amado desde esa navidad tan lejana en la que solo tenía el tamaño de mi puño y maullaba como un bebe desde su cajita agujereada, esperando que lo acaricien.

-Pues tienes un hijo bastante feo Kayla. Oye... ¿A que hora tenias clases? Porque ya son las- Se puso sus anteojos y miro un par de segundos su reloj de muñeca- Las siete y cinco.

-¡Maldicion!- Salte de la silla y corri hasta el auto- Me voy. Hayley va a matarme.

-¡Kayla! ¡Debemos hablar sobre el sueño ese!

-Me encantaria, te juro que si- Le dije entrando a mi viejo Chevrolet azul- Pero tendra que se cuando vuelva.

-¡Niña!

-¡Lo siento muchisimo! Te amo, los amo, ¡Adios!

-Y de un momento a otro, ya estaba en la carretera a una velocidad que exedia la permitida por mas de 20 kms. Pero que le den. Mis dedos se movian nerviosamente al rededor del volante del auto e intente inhalar y exhalar para calmarme un poco. Si volvia a llegar tarde, suspenderia el año.

Afortunadamente, pocos automoviles compartian conmigo la Ruta 23, aquel sinuoso y bellisimo camino que marcaba el limite entre el pueblo de Hill valley y el frondoso bosque de Milburn.

Habia soñado incontables veces con el ya mencionado bosque, pero cosas sencillas que jamas me resultaron verdaderamente significativas, como por ejemplo, de pequeña solia repetirse casi todas las noches un sueño en el que corro y corro y corro entre los arboles de algo que no pretende hacerme daño. ¿Cómo se que no quiere hacerme daño? Les juro que no tengo ni la menor idea, pero me dio siempre esa sensacion. Mi abuela dice que las imagenes son importantes pero a lo que realmente debemos prestar atencion es lo que sentimos cuando no podemos ver. Algo como "no juzgues un libro por su portada" o algo asi.

Estacione el auto cerca de los portones principales del instituto Hill Valley -Puntos extra por la creatividad- un aplisimo terreno constituido por un pabellon con mas de 100 aulas, una piscina, un gimnasio, la biblioteca y mas espacio al aire libre del que necesitara. Todo esto rodeado por el bosque de Milburn, claro.

A lo lejos divise a la pequeña y sonriente pelirroja.

-¿Que hay Hayley?

-No demasiado, simplemente lo usual. ¿Tu?

 -No deamasiado, simplemente lo usual.

-¿Te has enterado lo de Stephen Mason?- No habian pasado ni cinco segundos y Hayles ya habia comenzado con sus chismes matutinos. Rei.

 -No se ni quien es Stephen Mason

 -Cabello corto, oscuro, buenos abdominales, ¡se sienta frente a ti en clase de aritmetica!- Dijo entre risitas abriendo su casillero repleto de fotos nuestras y todos sus libros perfectamente ordenados- No tienes idea, ¿Cierto?

 -Pues no- Solto una risotada infantil y se acerco a susurrarme en el oido.

-Dicen que aparecio esta medianoche, jugando al basketbol solo...

-Oh que interesante.

-...Totalmente desnudo y sangrando sin control.

-¿Como?

-Asi como lo oyes...

A pesar de que el chisme parecia hacerle mucha gracia, no parecia que le llamase verdaderamente la atencion el hecho en si mismo. En su cabeza solamente existia este tal Stephen que habia aparecido desnudo en la escuela, y era hilarante. Pero Hayley era asi, solo le importaba la risa del momento sin pensarlo demasiado, mi mejor amiga era de aquellas personas que disfrutaban sin demasiados miramientos. Yo, por otro lado, no paraba de pensar en el tipo este. Pues no, no lo conocia, solo tenia recuerdos muy vagos de su rostro, no jugare a ser la amiga preocupara, porque no lo era. Pero me inquietaba lo extraña que soñaba toda la situacion. Y la sangre, me preocupaba la sangre.

-¿Has hablado con Robbie en estos dias?

-Ni en estos ni en otros, Hayley.

-Oi que el tal Stephen era su amigo, podrias aprovechar la oportunidad para hablarle, darte a conocer.

 -No creo que sea una buena idea.

-¿Por que no?

 -Si a mi me sucediera algo asi de extraño y bizarro, ¿Estarias de animos para que una manada de hombres vengan a intentar sacarte el numero de telefono?

 -No puedo negar que seria interesante.

-Eres tan cinica- Se encogio de hombros y nos dirigimos a la clase de aritmetica. Donde por primera vez, note al tipo esre, al ver que el asiento frente al mio estaba totalmente vacio. Su existencia brilla por su ausencia.

Feline (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora