- Tché. Si no fueras tan desordenada y limpiases tu zona más a menudo no te habrían vuelto a castigar.

- No tengo tiempo para eso, Levi. Estoy muy ocupada últimamente – Se sentó junto a él mientras dejaba que sus hombros se rozasen - ¿Por qué estabas aquí sólo?

- No cambies de tema. Deberías ordenar más a menudo y limpiar, tu cama parece un establo. ¿Por eso has venido aquí a llorar?

- No puedo hacer un cultivo bactereológico adecuado si continuamente mato a mis sujetos de prueba, Levi. Ya te lo expliqué cuando lavaste mis sábanas con lejía.

- Seguro que la mierda que había en tu cama se puede volver a reproducir fácilmente con el mero contacto de un sólo dedo tuyo. ¿Cuánto tiempo hace que no te duchas?

- Eso no importa, Levi. Me han requisado mi microscopio. Ahora no puedo continuar extrayendo datos de campo hasta que me lo devuelvan. ¿Qué voy a hacer?

- ¿Cuánto tiempo van a requisartelo?

- Hasta que volvamos de la siguiente misión – frunció los labios con enojo.

- Limpia tu cloaca y el imbécil de Shadis te dará ese cacharro pasado mañana. Y ahora sal de mi maldita habitación. Estoy ocupado.

- ¿Estabas leyendo el libro que te regalé? - recordó mientras se levantaba hacia la mesa - ¿Has podido practicar algún movimiento?

- ......

- Técnicas asiáticas mixtas– dictó en voz alta mientras abría en una página que reflejaba algún tipo de patada alta – Lo encontré hace años, antes de alistarme al ejército. Pero nunca pude hacer ni el más mínimo movimiento. Por eso te lo regalé. Seguramente tú si puedas sacar algo en claro. ¿Has probado ésta?

- ........ - se levantó de la cama y comenzó a encaminarse hacia la puerta de salida.

- ¿ Adónde vas, Levi?

- ¿Ya lo has olvidado? Hace un mes y medio que me martirizas para enseñarte cómo mejorar en el campo de batalla – asió el pomo de la puerta y comenzó a salir por ella dejándola abierta – Voy a enseñarte la maldita patada.

.

.

.

Era bastante común encontrar a los soldados practicando en el patio central. Usualmente, compartían técnicas y mantenían sus equipos de traslado en perfectas condidiciones. Pero aquel día, era algo inusual. Se apoyó sobre el marco de la ventana que daba hacia el exterior contemplando a dos de sus cadetes trabajando en algún tipo de técnica de ataque que desconocía. Sus cabellos rubios se enredaron por la suave brisa que corría por la ventana.

Una mano se apoyo sobre el resquicio acompañándole a contemplar la escena que se desarrollaba a la vista de cualquiera.

- ¿Esa chica no es la que forzaste a pasar la prueba de equipo con Levi? -murmuró Mike – Parece que se llevan bien. ¿Preveíste esto?

- No. Pero podría ser útil en el futuro que esos dos trabajen bien en equipo por voluntad propia.

- ¿En qué piensas, Erwin?

- Debo hablar con Shadis. Necesito que me permita elaborar el plan para la próxima expedición.

.

.

.

- ¡Más alto, cuatro ojos!

- ¿Así?- su pierna se estiró provocando un crujido en su espalda. Tal vez pasaba demasiado tiempo leyendo que ejercitándose y comenzaba a notarlo.

Decisiones y arrepentimientosWhere stories live. Discover now