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ーYa no lo soporto!. ¡Quiero volver, quiero encontrarme con los demás y e irme a dormir!. Todo por el perverso del club!!. ー

Ah, cierto, mi nombre es Toono~... El presidente de Yaribu organizó una excursión nocturna a la antigua parte de Morimori, más bien una "prueba de valor". Yacchan y yo nos habíamos separado y a ese paso ya no soportábamos caminar de noche, con lo que decidimos volver, aunque nos terminamos perdiendo (en realidad ya no soportaba ver a Tamura-senpai y a Shikatani-senpai a punto de hacerlo)....

ー¿Escuchaste eso?ー. Preguntó Yacchan deteniendo su paso.

Una especie de rugido se escuchó por los deteriorados pasillos, en lo lejos. Parecía hacerse más cercano.

Retrocedí con miedo. Yacchan se había quedado paralizado, mirando hacía adelante, sus piernas volvían a temblar una vez más.

Débilmente dije con una voz temblorosa:

ーRegresemosー. Dí un paso adelantándome, dándome cuenta que no reaccionaba en lo absoluto, quedó congelado.

Logré ver su semblante, lucía pálido, asustado, boquiabierto.

Lo pellizqué y me miró, sus ojos me miraban totalmente abiertos, perplejos, queriendo decir algo pero solo escuchaba sus titubeos.

Aquél rugido ahora se volvía un grito espantoso, como si alguien estuviera sufriendo.

Yaguchi se dio la vuelta en un segundo y tomó el brazo de Toono, sus pies corrieron deslizándose por los pasillos, buscando la salida. Giraron en una curvatura que habrían pasado por alto antes, o que incluso no la habrían visto jamás allí. Otra vez, quejidos, rugidos, sollozos, eran las almas en pena de aquellos llamados obreros que murieron en la construcción hace décadas.

Corrían pero los gimoteos y todos esos sonidos extraños no se detenían en lo más mínimo, se hacían más cercanos. De pronto dieron con los antiguos baños del antiguo "Morimori", quedaron paralizados, de allí provenían esos ruidos espantosos. De aquellos baños que hablaba el presidente, Akemi-senpai.

De pronto, Toono, tomando la mano de Yaguchi, mirándolo fijamente, puso un pie adelante, mirándolo con una mirada seria y decidida, tragó saliva e indicó una seña, un gesto en particular.

"Avancemos", dijo levemente. Yaguchi retrocedió, Toono lo sujetó aún más fuerte. Parecía decidido a enfrentar su miedo.

ー...Vamos...ー. Sonrió levemente, temiendo por su vida a causa de todas esas películas y rumores de fantasmas.

Las piernas, sus brazos, sus cuerpos temblaban. Avanzaron, decididos y asustados, queriendo darse la vuelta y volver gritando en cualquier momento. Sus miradas se cruzaron a la vez, con la vista fija asintieron, tragando saliva.

Yaguchi tocó levemente la puerta mohosa, verde, y deplorable. Dieron una mirada hacía adentro, espiando, sin entrar, solo asomando sus cabezas con una expresión confusa.

La puerta del baño final, allí se distinguían dos siluetas, un trasero, una espalda, completamente expuestos, moviéndose frenéticamente, como si clavará en algo. Otro par de piernas se distinguían, pálidas al igual que las anteriores vistas principalmente, los sollozos no paraban. Toono y Yacchan, hicieron un horrendo estruendo contra el piso al caer del susto.

Se arrastraron débilmente, dejando la puerta de arrimada a una totalmente abierta, desenterrando el misterio. Y así sucesivamente sus pies giraron y corrieron tan rápido como el viento. Sin ver realmente la escena en su totalidad, alborotados por el pánico en su interior hasta explotar, escaparon.

Una voz, pasos, parecía que iban tras ellos. Sin voltear siguieron escapando por el estrecho y largo pasillo que se veía como si no tuviera fin.

Se deslizaban aturdidos, gritando escandalizados. Cuando en una curva giraron y chocaron con algo fuerte y cálido. Alzaron sus vistas y los vieron. Casi a punto de llorar desesperadamente, Toono se refugió con horror aún, en los brazos de Kashima.

One shots Yarichin Bitch BuWo Geschichten leben. Entdecke jetzt