Shallow

Shallow - Parte unica

-donde estamos? - pregunto Leona a su chofer, y representante, Vinnegar Doppio, un joven de cabello rosa quien conducia sin decir nada, sabiendo que ella y Risotto no regresarían hasta que ella estuviera media inconciente los había llevado a dar vueltas por la ciudad

-en el oriente de la ciudad.....-exclamo el joven pelirosa en un tono timido mientras su mirada chocaba con la de Risotto, no se llevaban bien precisamente

-hay mas? - cuestiono mostrandole la botella vacia que sacudia mientras su pecho hipaba un poco, su voz sonaba algo distorcionada por el alcohol pero parecia conciente, Doppio solo nego mientras giraba por una calle

-falta como una hora, lo siento leona, pero le podemos decir al pequeño que pare y compremos mas por aqui - le animo el peliblanco quien cerraba un poco su traje negro a la altura del pecho pues debido a su descuido empezaba a abrirse, ella no lo detuvo, ella y Risotto se conocian lo suficiente dentro y fuera de la cama para que la pusiera incomoda

-como esta tu hija Doppio? que edad tiene?

-Trish tiene 5 años, la deje con su madre hoy mientras venia por ustedes, ya sabes, ordenes del jefe, tu no deberias ir con el resto de la banda Nero?

-tu jefe no te dijo como funcionamos nosotros cierto? ...mira no respondas....mira si hay algun bar por aqui

-no conozco esta zona lo siento Abbacchio - se disculpo con ella quien asomaba su cabeza por la ventana, reconociendo lo que parecia ser un bar, haciéndole una sena al peliblanco quien le pedia al pelirosa parar, no era el mejor lugar que se imaginaba pero debido a la hora era mejor que nada, bajando algo perdida y desorientada le costo un par de segundos tomar equilibrio en sus tacones de 15 cm, ella y su guitarrista bajaron mientras curioseaban en lugar, no parecía nada muy espectacular, hasta que lo noto, todos los clientes eran hombres, un bar gay, uno con clientes de mucho dinero, cuando se sento en la barra, aun mareada por el licor y las metanfetaminas, empezo a reir, penso que quiza habia sido una alucinación por las drogas pero estaba realmente ahi, riendo con el dueño, un hombre rubio quien se hizo llamar simplemente DIO, informandole que cualquiera era bienvenido y que se sintiera libre de beber lo que quisiera, bueno, era mejor que nada, al menos para ella quien no notaba la incomodidad de Risotto sintiendose algo acosado por las miradas lascivas de los hombres, debio cubrirse antes de bajar.

-hey, la sirena Leona Abacchio se quedo! eso es muy bueno - festejaba el hombre rubio quien personalmente tomaba una botella transparente - va a cantar el  mejor amigo de mi hijo, te va a encantar creeme - sin darse demasiadas esperanzas en un bar de aficiondos se acomodo en su silla bebiendo, mientras veia a su querido amigo ser arrastrado por una multitud de jovenes que le pedian su autografo, encendiendo un cigarrillo mantuvo su mirada perdida mientras pensaba en lo que debia hacer, ni siquiera habia escuchado la voz del anunciador cuando llamo al escenario a un joven a quien todos le decian de carino, Buccellatti, levantando la mirada un poco lo noto, era un joven pelinegro vestido de manera ridicula, pero apuesto detras de lo que parecia ser una imitación de un traje de Freddy Mercury, quiza era su forma insegura de pararse en el escenario, o quizas las dulces notas de su voz cuando empezo a cantar "Somebody to love", le faltaba técnica pero admitió que tenia muchisimo talento, sus movimientos suaves moviendose por todo el bar cantando la hicieron reir, no con ironía, no con burla, era una mezcla de ternura y algo de lástima, de que un talento asi se desperdiciara en un simple bar, siendo, fue tal su impresion de el, que cuando lo vio sentarse en el piano reemplazando la pista de musica mientras cantaba con pasion que el efecto del licor habia abandonado su cuerpo, era como si todo su cuerpo danzara con su voz, maravilloso e inquietante, viniendo de alguien como ella que cantaba musica bastante mas pesada, deseaba, no, necesitaba hablar con el, mientras terminaba su numero llamo a Dio con una mano